Durante años se ha creído a ciencia cierta que el desayuno es la comida más importante del día, ya que aporta innumerables beneficios a la salud. Entre ellos, no solo destaca ese plus de energía que te proporciona a primera hora de la mañana, también puede activar el metabolismo, mejorar la concentración o equilibrar los niveles de azúcar en sangre.
Además, en el caso de los deportistas, el desayuno también favorece la conservación de la masa muscular, el rendimiento físico y la motivación, tan necesaria para seguir una rutina de entrenamiento diaria; y puede ayudarte a perder y mantener el peso al controlar el apetito.
Sin embargo, un estudio realizado por el 'British Medical Journal' llegó a la conclusión de que el desayuno no tiene efecto alguno a la hora de bajar de peso. Para ello, analizó 13 pruebas desarrolladas durante 28 años en diferentes países. Tras los resultados obtenidos, se determinó que aquellas personas que no desayunaban pesaban casi 440 gramos menos que las que sí comían nada más levantarse.
Desayuno y deporte: ¿cómo se comportan?
Asimismo, también se ha extendido la práctica de hacer deporte en ayunas. Es cierto que apostar por un ejercicio más aeróbico (como, por ejemplo, correr, hacer natación o montar en bici) sin haber desayunado previamente puede provocar que el organismo “queme" las reservas de hidratos de carbono.
Aunque, en realidad, esta práctica puede ser contraproducente si la noche anterior has realizado una comida demasiado copiosa o rica en grasas y azúcares añadidos. También hay que tener cuidado con hacer deporte en ayunas si no estás acostumbrado, pues tendrás más posibilidades de sufrir mareos, náuseas o un déficit de energía generalizado.
Como conclusión, se podría decir que el desayuno no es la comida más importante del día por sí misma, ya que sus efectos dependen de los alimentos que consumas, tu actividad física diaria o tu propia constitución corporal. Tanto si quieres cuidar la línea como si buscas mejorar tu rendimiento deportivo, es importante seguir una dieta sana y equilibrada desde que te levantas hasta que te acuestas.
Para ello, muchas personas se ponen en manos de un nutricionista, que será el encargado de aconsejarte aquellos alimentos que pueden ayudarte a conseguir tus objetivos sin que esto suponga poner en riesgo tu salud.