El jengibre es una raíz que da un intenso y picante sabor a los platos y que es un poderoso reforzante del sistema inmunológico. Ha sido muy utlizado desde hace siglos en la medicina tradicional china para prevenir y tratar los resfriados por sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias. Ayuda a reducir la tos y a es una ayuda para expectorar las mucosidades.
Además, es una raíz excelente para los corredores ya que no sólo previene las infecciones de vías respiratorias altas típicas después de un entrenamiento aeróbico intenso, sino que también mitiga el dolor, reduce la inflamación, ayuda a quemar grasa y aumenta tu energía. Es una buena fuente de fibra, vitaminas B3 y B6, hierro, magnesio, manganeso, zinc, potasio y ácido fólico y sus propiedades se deben a la gran concentración de principios activos, que son los que le dan el olor y sabor picante. Por esto también se considera un estimulante natural que nos ayuda a evitar el agotamiento físico y mental y disminuye la sensación de cansancio y de aquí le viene la fama de alimento afrodisíaco. Destaca también su contenido en flavonoides, gingeroles, shogaoles y los aceites esenciales como zingibereno.
Y por si fuera poco, estimula la memoria... ¡para que se no te olvide tomártelo!
Entre sus propiedades destacar también que es un antihistamínico natural, lo que lo convierte en una potente arma frente a las alergias, ya que reduce la congestión nasal, despeja las vías respiratorias y mejora los problemas de pieles atópicas. Otra ventaja para las mujeres es que alivia el dolor y los calambres en la menstruación.
¿Cómo prepararlo para introducirlo en tu desayuno?
Procura tener siempre ráiz de jengibre fresca en casa para poder rallarla y añadirla a tus ensaladas, purés y platos de verdura, La raíz seca se puede utlizar en polvo para hacer una infusión en el desayuno que no sólo reforzará tus defensas sino que te llenará de energía para todo el día. Pon a hervir medio litro de agua con 3 rodajas picadas de raíz de jengibre orgánica y un cuarto de corteza de limón orgánica en tiras. Deja que hierva durante 3-5 minutos, retira del fuego y deja reposar 10 minutos. Vierte en un recipiente de cristal, puedes colarlo, si te disgustan los trocitos. Añade el zumo de un limón, una pizca de bicarbonato y otra de sal de hierbas. ¡Remueve bien y lista para tomar!
Respecto a sus efectos secundarios, sólo en dosis muy altas el jenjibre puede ocasionar problemas. Incluso las embarazadas pueden tomar jengibre para evitar las naúseas y los niños pueden tomar la infusión que tiene un sabor agradable.