La vitamina K es una vitamina liposoluble que se encarga de la asimilación de las proteínas responsables de la coagulación de la sangre y, por lo tanto, de una mayor oxigenación de todas las venas, los órganos y las arterias del cuerpo humano.
Se trata de un nutriente que también fortalece la salud del corazón, pudiendo ayudarte a reducir las posibilidades de sufrir cualquier enfermedad cardiovascular.
Asimismo, la vitamina K suele jugar un papel importante en el ámbito deportivo, ya que refuerza los músculos y las articulaciones, evitando afecciones como la osteoporosis, que se caracteriza por la pérdida de masa ósea.
Ventajas de tomar alimentos ricos en vitamina K
La vitamina K también recibe el nombre de “vitamina olvidada", debido a que existe un déficit generalizado en la población mundial. Por esta razón, los expertos suelen recomendar el aumento del consumo de este nutriente, que se puede encontrar en algunos vegetales de hoja verde como la acelga, la espinaca, la lechuga romana, el perejil, las coles o el repollo.
Todos estos alimentos pueden proporcionarte las siguientes ventajas:
- Evitar la aparición de tumores
La vitamina K se puede convertir en un aliado a la hora de reducir el riesgo de cáncer de pulmón, de hígado o de próstata. De hecho, un estudio realizado en el año 2008 por investigadores alemanes llegó a la conclusión de que los hombres que habían aumentado el consumo de este elemento redujeron al 50% las posibilidades de sufrir esta última patología.
No obstante, se necesitan más estudios científicos para corroborar dicho poder.
- Regular los niveles de glucosa en sangre
La vitamina K también tiene efecto sobre la insulina que produce el organismo, mejorando su asimilación. Gracias a esta cualidad, puedes prevenir algunas enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, o la diabetes.
- Propiedades antibacterianas
Este nutriente también puede ayudar a tratar algunas enfermedades infecciosas como la neumonía. Además, alivia la tos, los escalofríos o cualquier proceso febril que pueda aparecer ante una gripe o un resfriado.
- Tratar las varices
Muchas mujeres toman vitamina K para aliviar las venas varicosas. Esto se debe a que dicho nutriente tiene efectos anticoagulantes y, por tanto, favorece el flujo sanguíneo a través de todo el cuerpo, mitigando parte del dolor que acompaña a estas dilataciones venosas tan comunes.
- Cuidar del cerebro
La vitamina K también actúa como una especie de antioxidante natural del cerebro. De esta forma, se puede reducir el riesgo de padecer algunas enfermedades como el alzhéimer o la demencia.