¿Cuáles son los síntomas de la hemoglobina baja?

Un déficit de hierro puede ser uno de los principales causantes de esta patología.

José Mª Tabares Pagola

Es importante someterse a una medición de los niveles de hemoglobina si sufres mareos o náuseas.
Es importante someterse a una medición de los niveles de hemoglobina si sufres mareos o náuseas.

La hemoglobina es una hemoproteína de vital importancia para el organismo. Esto se debe a que está muy presente en los glóbulos rojos, que son los encargados de transportar el oxígeno necesario para el correcto funcionamiento de los órganos, los músculos y las articulaciones de todo el cuerpo.

Un déficit de hemoglobina puede estar provocado por múltiples factores como, por ejemplo, la anemia ferropénica, una patología que se caracteriza por una disminución de las reservas de hierro en el organismo. Asimismo, una dieta poco saludable y pobre en este mineral también puede reducir los niveles de hemoglobina en el torrente sanguíneo.

Por otro lado, una hemorragia constante consecuencia de una cirugía reciente, hemorroides o algún trastorno en la menstruación pueden causar igualmente una merma de este elemento tan importante para el organismo.

¿Qué ocurre cuando tienes la hemoglobina baja?

Si crees que sufres cualquiera de estos problemas, es importante que prestes mucha atención a los siguientes síntomas:

  • Mareos y dolor de cabeza

Una de las señales que suele estar vinculada a unos niveles deficientes de hemoglobina son las migrañas continuadas, los vértigos e incluso los desmayos ocasionales.

¿Cuáles son los síntomas de la hemoglobina baja?

El mareo es uno de las principales síntomas de la hemoglobina baja
  • Déficit de energía

La falta de hierro puede traducirse después en una sensación de debilidad y cansancio generalizada.

  • Manos y pies fríos

Si notas que la temperatura de tus extremidades inferiores y superiores ha caído de forma considerable, también puede significar que sufres de hemoglobina baja.

Tratamiento para la hemoglobina baja

Ante la aparición de cualquiera de estos indicios, es importante acudir a un centro médico con el objetivo de hacer una evaluación de los niveles de hemoglobina en sangre. Tras esto, es posible que te receten un fármaco bajo prescripción médica que te puede ayudar a tratar la anemia.

A su vez, la alimentación también puede jugar un papel fundamental a la hora de aliviar dicha afección. Para ello, se suelen ingerir alimentos ricos en ácido fólico, un nutriente que favorece la asimilación del hierro. Entre ellos destacan, por ejemplo, algunas verduras de hoja verde como las acelgas o las espinacas.

No obstante, para mutiplicar sus efectos, pueden combinarse con otras frutas ricas en vitamina C (entre las que se encuentran la naranja, el kiwi, la mandarina o la granada), ya que también estimulan la asimilación de este mineral en el organismo. Eso sí, siempre bajo la supervisión de un nutricionista.