¿Se puede correr con catarro?

Un simple catarro no tiene por qué ser peligroso, pero a la hora de hacer ejercicio puede marcarte ciertos límites.

Noelia Hontoria

Con los catarros, las defensas están más bajas y cuesta respirar.
Con los catarros, las defensas están más bajas y cuesta respirar.

Los catarros o resfriados son muy comunes, sobre todo en los meses más fríos del invierno. Aunque no son un problema grave de salud, sí pueden provocar ciertos cambios en la rutina diaria del paciente o, al menos, que este se sienta más incómodo realizando determinadas actividades.

¿Se puede correr con catarro?

Son muchos los que defienden dicha práctica pues, al parecer, tiene algunos aspectos que favorecen la recuperación. No obstante, también puede producir el efecto contrario.

Vigila los síntomas antes del ejercicio

Cuando tienes un resfriado, lo primero que sufre es tu capacidad pulmonar. Lo normal es que te cueste un poco más respirar, especialmente si el catarro va acompañado de tos o mucosidad. Por ello, al correr, un deporte que requiere una respiración constante, puedes experimentar fatiga, debilidad y problemas respiratorios.

Sin embargo, no debes detenerte en este punto, ya que también tiene sus beneficios. A pesar de que al correr con un resfriado puedes sentir una sensación de asfixia, el ejercicio te puede ayudar a expulsar la mucosidad y a abrir las vías respiratorias, por lo que, una vez pasada la actividad, podrás notar una recuperación más temprana. Además, las endorfinas que generas también son buenas para la evolución del resfriado.

¿Se puede correr con catarro?

Al estar resfriados bajan nuestras defensas y es recomendable guardar reposo.

Por otro lado, correr sí puede ser contraproducente para la sensación de fatiga. El cuerpo cuando está resfriado tiene las defensas más bajas y necesita reposo para recuperarse. Si no se lo das, notarás que te cansas antes al hacer ejercicio y que no puedes llegar al rendimiento al que estás acostumbrado normalmente.

También es importante que te mantengas alejado del frío y el sudor para evitar contraer una infección pulmonar, debido precisamente a ese descenso en el nivel de defensas.

Entonces, ¿puedes correr si estás acatarrado?

Si tienes un catarro o un resfriado, no significa que debas dejar de lado la actividad física. Como acabamos de ver, esta te puede ayudar a abrir las vías respiratorias, pero es importante que la ejecutes en una intensidad de moderada a baja para evitar que la enfermedad vaya a más.

Durante los primeros días, especialmente si tienes otros síntomas más allá del cansancio y la mucosidad (como, por ejemplo, debilidad extrema, escalofríos, fiebre, dolor de garganta o una mayor dificultad para respirar), es recomendable el reposo para que el cuerpo se recupere y fortalezca de nuevo el sistema inmunitario.

Evita el frío, cuida tu alimentación más de lo normal y, si quieres practicar deporte, puedes opta por hacerlo a una intensidad muy baja. De lo contrario, puedes fomentar una recaída u obstaculizar el tratamiento.