El poder de las infusiones: una para cada dolencia

Nervios, problemas para dormir, digestiones pesadas... pueden mejorar gracias a estas plantas.

Ane Martín

El poder de las infusiones
El poder de las infusiones

Después de comer, a media tarde, antes de acostarse... una taza de infusión no solo reconforta sino que también beneficia a nuestra salud, mejorando aspectos de nuestra vida cotidiana de manera natural y sin efectos secundarios.

 

¿Qué diferencia hay entre una infusión y una tisana?

Una infusión y una tisana no son lo mismo.

La infusión se prepara con las partes delicadas de las plantas secas o frescas (hojas, flores...), a las que se añade agua a punto de hervir y se deja reposar para favorecer la extracción de los principios activos de la planta (añadirla hirviendo podría destruir esas sustancias beneficiosas).

En cambio, la tisana se prepara a partir de flores, hojas, raíces, frutos y semillas, que se dejan hervir durante unos minutos con el agua.

 

¿Qué cantidad añadir?

La dosis adecuada para una infusión o tisana individual suele ser de 1 cucharadita de postre de la planta seca (entre 1,5 y 3 gramos) por cada taza de agua (200 ml). Si se utiliza la planta fresca, la cantidad suele ser el doble.

En el caso de querer preparar la bebida para varias tomas, 15 gramos de planta seca por 500 ml de agua. Si la planta es fresca, entre 20 y 25 gramos.

Tanto en el caso de la infusión como la tisana normalmente se recomienda tomar entre 2 y 3 tazas al día.

 

MELISA: CONTRA NERVIOS Y ANSIEDAD

Aparte de su agradable aroma y sabor cítrico, la melisa ejerce un efecto relajante que no solo ayuda a calmar los nervios (y la ansiedad), sino que también favorece un mejor descanso (incrementa la calidad del sueño).

Además, gracias a sus flavonoides y aa su aceite esencial, tiene efecto antiespasmódico (relaja la musculattura lista, especialmente la del tracto digestivo) y carminativo (elimina gases).

Puede tomarse a cuaquiel hora, pero si el objetivo es facilitar la digestión, mejor después de las comidas.

Toma nota: Es una planta que prácticamente carece de efectos secundarios. Aún así, se recomienda no beber más de 3 tazas al día (cada 8 horas).

Mejora su eficacia con: hinojo y raíz de regaliz. No solo suma propiedades antiespasmódicas y carminativas; también calma la tensión asociada a las digestiones pesadas. Pero, ojo, como contiene regaliz, en caso de hipertensión arterial, consulta con tu médico antes de tomarla de forma habitual.

¿Cómo prepararla? Añade 3 gramos de la mezcla a 200 ml de agua hirviendo y deja cocer 5 segundos. Retira del fuego, tapa, deja reposar entre 5 y 10 minutos y cuela.

 

DIENTE DE LEÓN: CONTRA LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS

El diente de león tiene un marcado efecto diurético, depurativo y laxante suave.

Su contenido en sustancias amargas le confiere la capacidad de abrir el apetito y de facilitar la digestión.

Además, debido a los flavonoides que también contiene, aumenta la producción de bilis y facilita el vaciamiento de la vesícula biliar, por lo que resulta muy beneficioso en caso de trastornos en este órgano.

Toma nota: No debe tomarse si existe una obstrucción biliar.

Mejora su eficacia con: zarzaparrilla. Esta combinación se convierte en una bebida depurativa que ayuda a eliminar los productos de desecho del organismo.

¿Cómo prepararla? Añade una cucharada de postre de la mezcla a un cazo con 200 ml de agua hirviendo y déjalo en el fuego durante 5 segundos más. Retíralo, tápalo, deja reposar 5-10 minutos y cuela.

 

ROOIBOS: PARA RELAJARSE ANTES DE DORMIR

A esta infusión a menuda se le llama "té rooibos" de manera errónea porque no tiene nada que ver con la planta del té. Contiene sustancias diferentes y, por lo tanto, efectos distintos.

Para empezar, cualquier variedad de té contiene teína en una porporción variable. Sin embargo, el rooibos carece de esta sustancia, por lo que no es un estimulante nervioso; y, por eso, se puede consumir el cualquier momento del día, incluso por la noche.

Además, su contenido en magnesio ayuda a relajarse (este mineral interviene en la relajación muscular).

También destaca por sus efectos antioxidantes, anttinflamatorios y antiespasmódicos.

Toma nota: Se considera una planta segura, pero se aconseja no abusar de ella.

Mejora su eficacia con: citronela ya que su aroma y sabor alimonado suaviza el gusto del rooibos.

¿Cómo prepararla? Vierte 200 ml de agua a punto de hervir en una tetera con 3 gramos de la mezcla. Tapa y deja reposar de 5 a 10 minutos.

 

 

MENTA: MEJORA LA DIGESTIÓN

Gracias a su contenido es aceite esencial y polifenoles, tonifica y favorece la digestión porque aumenta la secreción de jugos gástricos y la producción de bilis, tiene acción antiespasmódica, especialmente en los intestinos y evita ta la formación de gases.

También tiene efecto sedante, por lo que combinada con otras plantas relajantes, funciona muy bien para calmar los nervios.

Toma nota: Se considera una planta muy segura, pero aún así no está recomendada en caso de padecer cálculos biliares sin consultarlo antes con el médico.

Mejora su eficacia con: manzanilla y anís verde.

¿Cómo prepararla? Añade una cucharadita de la mezcla de las tres plantas (a partes iguales) a 200 ml de agua ya hirviendo y deja cocer un par de minutos. A continuación, retira el cazo del fuego, tapa, deja reposar entre 5 y 10 minutos y cuela.

 

TÉ VERDE: PARA COMBATIR EL CANSANCIO

De efecto estimulante sobre el sistema nervioso central, aumenta el estado de vigilia y la capacidad de realizar esfuerzo físico.

Como relaja la musculatura respiratoria y tiene propiedades broncodilatadoras, es recomendable para quienes tienen bronqutitis o asma.

También ayuda a acelerar el metabolismo de las grasas y es antioxidante.

Toma nota: No debe tomarse, entre otros, en caso de anemia, hipertensión, arritmia, gastritis, epilepsia, insomnio, ansiedad o hipertiroidismo.

Mejora su eficacia con: hierbabuena y limón.

¿Cómo prepararla? Vierte 200 ml de agua a punto de hervir sobre 3 gramos de hojas. Tapa durante 5-7 minutos, cuela y añade la hierbabuena y el limón.