Atletismo

Ese "no-sé-qué" del atletismo en Estados Unidos

Una reflexión sobre el espectáculo del atletismo en Estados Unidos mientras se disputan los Millrose Games de Nueva York.

Nacho Barranco

2 minutos

Una imagen de los Millrose Games en 2022. MILLROSE GAMES.

Escribo esto mientras estoy sentado en la grada de The Armory, la pista que acoge desde hace ya unas ediciones los Millrose Games. Para quien no sepa qué es eso, un pequeño vistazo a este artículo te ayudará a saber más. Para los que hayan seguido leyendo estas líneas, decir que todo lo que se transmite a través de la televisión es solo una muestra muy diluida de lo que se vive en esta instalación en directo.

En esta revista no nos cansaremos de decir a todas aquellas personas que se consideran aficionadas al atletismo que cualquier competición vivida en directo multiplica el espectáculo y en esta ocasión, en Nueva York, durante la 115ª edición de esta reunión, queda demostrada una vez más esa teoría. 

Antes de seguir, debo decir que tengo a Bob Beamon y sus 8,90 metros en México 1968 sentado en la butaca de al lado. 

Sigo escribiendo 10 minutos después. Nos acaban de echar de la zona en la que estábamos sentados. Ahora entiendo que Beamon y yo estuviéramos compartiendo espacio.

Más allá de esa anécdota, que también, el atletismo en Estados Unidos tiene algo especial, difícil de explicar, que te engancha y no te suelta. Da igual que en la pista estén compitiendo los mejores atletas del mundo o unos jóvenes de 13 años que buscan serlo. Una competición entre institutos o una reunión del World Indoor Tour. El público no creo que tenga unos conocimientos atléticos como los de los aficionados nórdicos, por ejemplo, pero viven la competición de una forma especial. Anima y aplauden, gritan y se asombran con los movimientos de los deportistas. Buscan en Instagram a los que se están dejando todo en la pista y conectan con ellos.

The Armory no es un pabellón grande, ni mucho menos, pero cuando estás en su interior, como yo ahora, parece que todo lo que está pasando en el mundo del atletismo está ocurriendo aquí. Los atletas se entremezclan con el público en un espacio muy reducido y basta con levantar la vista para comprender que en gran medida es así: todo lo que ha pasado, pasa y pasará en nuestro deporte está ocurriendo en este enladrillada pista cubierta de Washington Heights, en el norte de Manhattan.

Dejo de escribir. Bob Beamon está en el centro del anillo de tartán, recibiendo un homenaje, y se dispone a dar un discurso. Después vendrá el himno estadounidense y comezará el gran espectáculo.

Relacionados