Uno de los grandes momentos del año en el atletismo ha sido el concurso de triple salto del Campeonato de Europa de Roma, donde el español Jordan Díaz se impuso por delante del portugués Pedro Pichardo. Díaz, además, se fue hasta los 18.18 metros, la tercera mejor marca de todos los tiempos y destronó a un Pichardo con el que la rivalidad no solo se vive en las pistas.
La relación de Pichardo con la gran mayoría de saltadores internacionales no es la mejor. No en vano, la animadversión general por el portgués es manifiesta, pues se llegó a enfrentar a una auténtica leyenda del deporte de su país como es Nelson Évora. Esa animadversión, que muchos consideran totalmente justificada por la actitud de Pichardo, es también compartida por el grupo liderado por Iván Pedroso y en el que entrena Jordan Díaz.
EL ENCONTRONAZO TRAS LA ZONA MIXTA DE LA CLASIFICACIÓN
El lunes, después de la clasificación, Jordan Díaz y Pedro Pichardo tuvieron una acalorada discusión en el comedor del hotel que comparten las selecciones de España y Portugal en Roma. Pichardo, completamente fuera de sí, se fue hacia Díaz para reprocharle las palabras de este en zona mixta. Unas declaraciones que no habían estado fuera de lugar y en las que el español solo vino a decir que si su rival saltaba 18 metros, él iba a saltar 18.01m.
Pichardo le espetó que no volviera a hablar de él jamás. Se encararon, les tuvieron que separar y se retaron de cara a la final del miércoles. Las chispas saltaron y el fuego ya no había quien lo parase.
CRUCE DE PALABRAS DURANTE LA FINAL
La final fue un auténtico incendio. Cuando en el segundo salto Pedro Pichardo se fue hasta los 18.04 metros, nuevo récord de Portugal (su marca personal es de 18.08m siendo todavía cubano), el atleta se fue directamente hasta donde estaba sentado Iván Pedroso, el entrenador de Jordan Díaz, y le dijo que fuera a decirle a su atleta que saltara ahora, como queriendo dar por finalizado el concurso.
Pedroso no se inmutó. Díaz tampoco. La tensión era tremenda, con un público volcadísimo en un concurso antológico que tenía más trasfondo del que aparentemente se veía en la pista o en televisión.
En el cuarto salto Díaz se saltó 17.96m, nuevo récord de España, pero todavía a ocho centímetros de Pichardo. Habló con Pedroso y sus indicaciones dieron paso a una de las actuaciones más portentosa de la historia del deporte español. Era la quinta ronda y el público se quedó boquiabierto con un salto sideral de 18 metros y 18 centímetros, la tercera mejor marca de todos los tiempos.

Jordan saltó de alegría. También de rabia. Pedroso le dijo "todavía queda" y Pichardo trató de mantener la calma. No pudo el portugués, sin embargo, contestar sobre el pasillo y saltó, desestabilizado mental y físicamente, 17.47m en el quinto. El sexto, ya con el orden cambiado y saltando primero Pichardo le volvió a llevar a los 17.92m, insuficiente para ganar a Jordan Díaz.
Y entonces, Pedroso, tensísimo durante esos momentos de celebración, solo se atrevió a decir a su atleta, en voz alta para que todos lo escucharan, "nosotros somos elegantes". También, ante los micrófonos de la revista Corredor, se soltó y comentó que estaba "contento con cojones", callando todo lo que le pasaba por la mente.
🎙️ Iván Pedroso, “contento con cojones”.
— CORREDOR\ (@soycorredor_es) June 11, 2024
Y cervecita para celebrarlo. #CORREDOR\ #Roma2024 pic.twitter.com/Lc4B0HBvc8
PICHARDO DUDA DEL SALTO DE JORDAN
AGENCIA EFE
"¿Cómo sabemos que realmente eran 18,18?" la marca con la que ganó el español Jordan Díaz la final de triple salto de los Europeos de atletismo de Roma, se preguntó el portugués Pedro Pichardo, segundo clasificado.
En un mensaje publicado en sus redes sociales el atleta cubano nacionalizado luso, campeón olímpico y mundial y europeo en Múnich 2022, indica que siempre ha sido "un deportista muy justo y ecuánime a la hora de competir" ni ha tenido la "necesidad de salir en las redes sociales para justificar una victoria o una derrota".
"Nunca he necesitado utilizar sustancias prohibidas para ganar, nunca he cambiado para saltar más lejos, nunca he pegado a nadie, ni he utilizado "influencias" para ganar una competición", apunta Pichardo, quien aseguró que lo que ocurrió en la final "fue precioso" pero que le gustaría que la Asociación Europea, la mundial y los jueces "responsables dieran una respuesta y aclaración lo antes posible sobre qué pasó con la regla de salto cuando el atleta de España hizo esa gran marca".
"En una competición de este nivel no es normal hacer una gran marca con la regla electrónica apagada, el atleta salió del arenero celebrando sin darse cuenta de dónde había aterrizado porque la marca ya estaba apagada, pero parece que él ya sabía que me había adelantado incluso antes de la medición y sin que la regla electrónica estuviera encendida", se quejó.
"Los deportistas sabemos que sin ninguna referencia es difícil saber si fue un buen salto o no, ¡¡¡pero él ya lo sabía!!! ¿Por qué se encendió en sus 17,96 metros y no en su salto más largo? Un minuto después de su gran salto se volvió a encender y casualmente yo fui el siguiente en saltar", añadió.