Juegos Olímpicos de París 2024

Cuadernos de París (1) – El viaje

El inicio de una aventura iniciática hacia los Juegos de París 2024

Miguel Calvo

2 minutos

Corredor ofrece a diario la visión de Miguel Calvo de los Juegos Olímpicos de París 2024

Si los sueños se nos vienen abajo, como tememos, habrá que pensar en nuevas y variadas expediciones. El mundo está lleno de paraderos, al fin y al cabo, donde quizá esperan sueños de tal riqueza que valen todos los viajes de ida y en una de esas ninguno de vuelta" (Los autonautas de la cosmopita, Julio Cortázar y Carol Dunlop).

A falta de un poco menos de dos años para los Juegos Olímpicos de París 2024, una tarde de otoño desplegamos sobre la mesa de la cocina uno de esos enormes mapas de carreteras que por alguna clase de milagro siguen editándose en papel, casi como una reliquia dirigida a viajeros de otro siglo y totalmente a contracorriente de estos tiempos de pantallas, GPS y prisas en los que los viajes suelen ser siempre un destino y no un camino.

Provistos de un rotulador rojo, rodeamos con un círculo nuestra ciudad. Al norte del norte, rodeamos la ciudad de París. Y entre medias, poco a poco fuimos trazando una línea dentro de la interminable maraña de carreteras mientras dibujábamos el viaje que comenzábamos a inventar.

En el lado de las certezas, desde el primer momento tuvimos claro que la capital francesa albergaría unos de los Juegos Olímpicos más espectaculares de la historia y que, además, después habría que esperar al menos más de una década para volver a tener unos Juegos tan cerca. Así que, sin vuelta atrás, desde el primer momento en el que surgió la idea, la planificación del viaje se constituyó como una auténtica aventura iniciática: ¿acaso puede haber un viaje más apasionante que subirnos toda la familia al coche, seguir la línea roja marcada sobre un mapa de papel, viajar a París por carretera sin prisa durmiendo a medio camino, descubrir el estadio olímpico y pasar unos días muy diferentes en la capital francesa viviendo con las niñas los Juegos Olímpicos desde dentro?

Como inspiración, el apasionante viaje que hicieron en 1972 los “Cinco de Múnich” y que llevó en coche desde Elgoibar hasta Alemania a cinco de los organizadores del mítico cross de la localidad guipuzcoana para poder ver de cerca a sus ídolos Abebe Bikila y Mariano Haro durante los Juegos Olímpicos de Múnich 1972.

Y como una motivación más, la posibilidad de terminar nuestro propio viaje corriendo un maratón en París detrás del recuerdo del corredor aragonés Dionisio Carreras, uno de los auténticos pioneros del maratón español que pasó de las tradicionales y populares carreras de pollos que se disputaban en las plazas de nuestros pueblos a correr y terminar en una fantástica novena posición el maratón olímpico en París 1924, justo ahora hace 100 años y dentro de aquellos Juegos Olímpicos que quedaron inmortalizados para siempre en la película Carros de Fuego.

Tanto tiempo y tantos sueños después, por fin ha llegado el día. Las maletas ya nos esperan en la puerta de casa. Y con el comienzo del atletismo, en apenas un par de días nos subiremos al coche al amanecer para comenzar el viaje hasta el estadio olímpico.

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