Metódico y estructurado, Eliud Kipchoge y su futuro tienen una fecha marcada en rojo. 10 de agosto de 2024, maratón masculino de los Juegos Olímpicos de París 2024. Allí, 21 años después de entrar en la élite mundial ganando el Campeonato del Mundo de 5.000 metros en la misma ciudad, Kipchoge quiere poner el broche de oro definitivo a su carrera deportiva. En su final soñado, el keniano se convertiría en el único fondista de la historia, hombre o mujer, en ganar tres medallas de oro en un mismo evento.
Después de su última carrera, el Maratón de Berlín en el que volvió a rebajar la plusmarca mundial para dejarla en 2:01:09, Kipchoge comenzará a pensar en un 2023 que parecía tener planteado pero en el que podría haber algún cambio con el objetivo de romper la barrera de las dos horas en una carrera legal. Según explicó el keniano tras su segundo título olímpico en Tokio 2021, su objetivo a partir de ese momento iba a ser convertirse en el primer ganador de los seis majors, los seis mejores maratones del mundo. Ya contaba en ese momento con las victorias en Londres (cuatro), Berlín (tres, que ya son cuatro) y Chicago (una). Esta primavera se estrenó en Tokio y para 2023 parece claro que sus dos objetivos serán Boston, en primavera, y Nueva York, en otoño.
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La última vez que Eliud Kipchoge compitió más de dos veces en una misma temporada fue en 2016, cuando además de las victorias en el Maratón de Londres y los Juegos Olímpicos de Río se impuso también en el medio maratón de Nueva Delhi en noviembre. Desde entonces, solo dos apariciones al año. Londres y Berlín han sido sus dos plazas preferidas, además de los dos experimentos históricos en Monza (2017) y Viena (2019). Los maratones de Enschede (NN Mission Marathon) y Tokio en 2021 y 2022 han sido las rarezas.
Por este motivo parece complicado que en 2023 incluya una tercera aparición. De hacerlo, comprometería su estructura habitual de entrenamiento, dogmática, sin cambios desde hace años y liderada por Patrick Sang, pudiendo poner en peligro dos victorias que le distanciarían todavía más del resto de especialistas en la ficticia clasificación de mejor maratoniano de la historia.
¿Y QUÉ PASA CON LAS DOS HORAS?
Después de su victoria olímpica en Tokio y tras haber bajado de las dos horas en la carrera artificial de Viena, ya nadie esperaba que Kipchoge intentase romper la barrera en una prueba homologada. Sin embargo, su estratosférico paso por el medio maratón este pasado fin de semana en Berlín, 59:50, indicó que el keniano se puso en la línea de salida con el objetivo claro de convertirse en inmortal corriendo los 42 kilómetros y 195 metros en menos de 120 minutos.
Sus piernas lo han hecho, ayudadas por unas liebres que se fueron relevando y por unas zapatillas que con la reglamentación actual son ilegales, pero el atleta del NN Running Team parece querer completar su obra maestra siendo el hombre que primero pensó en bajar de las dos horas y después, tras varios intentos y pruebas no homologadas, lo materializó. La única incógnita será saber el lugar donde lo intentará, aunque, por calendario, Londres cuenta con más posibilidades que ningún otro maratón en el mundo. Kipchoge conoce la prueba (ha ganado allí cuatro veces) y el circuito es rápido, aunque no tanto como Berlín.
Independientemente de que afronte ese maratón con el objetivo de bajar de las dos horas, el keniano debería correr a en la primavera de 2024 una prueba para no variar su preparación habitual del último lustro. Tendrá, también, que calcular el nivel de exigencia que le supondría afrontar un reto mayúsculo como el de rebajar la histórica barrera y lo que podría hipotecar de cara a los Juegos Olímpicos de París.
¿Se imaginan un final así? Victorias en Boston y Nueva York, bajar de las dos horas en el Maratón de Londres y ganar su tercer oro olímpico en maratón en París. La historia perfecta con el epílogo perfecto. Son pronósticos a dos años vista, con el condicionante de la edad, ya cerca de los 40, y de estar hablando de deporte de élite, pero Eliud Kipchoge lleva años cumpliendo todo aquello que se propone.
