Corredoras Anónimas: Sonia Rodríguez

"Correr entró en mi vida sin avisar, puso mi mundo patas arriba y me cambió para siempre. Seguiré coleccionando dorsales cada domingo hasta que el cuerpo aguante", afirma Sonia.

Sonia Rodríguez

Corredoras Anónimas: Sonia Rodríguez
Corredoras Anónimas: Sonia Rodríguez

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Corría el año 2016 y se celebraba la ya tradicional Carrera de la Mujer en Madrid. Yo nunca había corrido pero la causa lo merecía. Fue tal la satisfacción de acabarla que me sentía eufórica, 7 kilómetros que me supieron a gloria. Ya era tarde, el gusanillo del running me había picado y ese mismo día me apunte a la Carrera Liberty, mi primer 10k.

En octubre, para promocionar el deporte femenino, se organizo el Medio Maratón de la Mujer y allí insensata de mí, me planté. 21k que me resultaron durísimos y no porque diluviara sino por la falta de preparación, pero con coraje y fuerza fui capaz de completarla. Ese día aprendí una lección valiosísima: el trabajo y la constancia te llevan a la meta.

El trabajo y la constancia te llevan a la meta
El trabajo y la constancia te llevan a la meta

Al principio entrenaba sola, es decir, tarde, mal y nunca, con excepción de los lunes que lo hacia en el Club del Corredor de mi gimnasio y los domingos me colgaba un dorsal: la San Silvestre, los Bomberos, la de la Ciencia, Madrid corre por Madrid… Hasta que, a mediados de 2017, todo cambió y me uní al Club Triatlón Marea Rosa Paidesport. Tres días de entrenamiento, tres disciplinas de trabajo, Running, ciclo y natación. El esfuerzo trajo sus frutos y cuando ese año volví a correr el Medio Maratón de la Mujer mejoré mi marca en 13 minutos.

En febrero de 2018, me estrene en la distancia del maratón, en Sevilla, un recorrido plano, donde lo importante era terminar. Sufrí, pero sobretodo disfruté. Había tramos en los que apenas podía correr, no porque mis piernas no me respondieran sino porque me embriagaba la emoción. Ya podía decir bien alto, era maratoniana.

Seguía coleccionando dorsales cada domingo y la rueda seguía girando: Media de Getafe, Media de Madrid, la Behobia… En 2018 cobré un dinero inesperado y decidí cruzar el charco. Todo corredor tiene que vivirlo al menos una vez el la vida, el Maratón de Nueva York, el más grande entre los grandes, un sueño hecho realidad. Donde los neoyorquinos hacen una fiesta donde tú eres el protagonista.

Maratón de Nueva York
Maratón de Nueva York

En 2019, volví a correr el Maratón de Sevilla, esta vez muy arropada por la Marea Rosa, con nuevo recorrido, pero igual ambiente. También participé en mi primer trail, una disciplina a la que tenia muchas ganas de hincarle el diente. En abril, por fin me estrenaba en casa, el Maratón de Madrid, 42 kilómetros muy exigentes donde nadie te regala nada. El factor cancha fue determinante para completarlo. En octubre, corrí la Media Maratón de Bruselas donde aprendí que “correr es mucho más” ayudando a una amiga a cumplir su sueño. Y, como la cosa va de repeticiones, en 2019 volví a Nueva York, esta vez disfrutando más si cabe.

Correr es mucho más
Correr es mucho más
 

En 2020 mi objetivo era correr el Maratón de Paris, un viaje que me hacia especial ilusión porque mis hijos iban a ser espectadores de lujo… Pero como el mundo sabe una pandemia lo cambió todo.

Nunca habría llegado a donde estoy sin el apoyo incondicional de mi marido Angel, que le da alas a mis locuras, y de mis hijos, Adrián, María y Aarón a los que les he robado tiempo. Y sin mi entrenador, Pitu, que es capaz de sacar lo mejor de mí. No soy una corredora de grandes tiempos, pero a disfrutona no me gana nadie. La recogida del dorsal, las fotos de postureo, la elección de la ropa, todo un ritual, no todo va a ser correr.

Correr entró en mi vida sin avisar, puso mi mundo patas arriba y me cambió para siempre. Seguiré coleccionando dorsales cada domingo hasta que el cuerpo aguante.

 
La Coleccionista de Dorsales
La Coleccionista de Dorsales

No nos puede gustar más cómo has titulado tu historia Sonia: "La Coleccionista de Dorsales".

Muchas gracias por compartir tu historia con nosotras y a seguir sumando sin parar, ¡las metas te esperan!


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