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Los ejercicios de Kegel son fundamentales a cualquier edad, tonifican y fortalecen los músculos del suelo pélvico, los responsables en proporcionar soporte al útero, uretra e intestinos. Controlan los esfínteres y, también, son clave para tener un embarazo, parto y recuperación postparto saludables.
Diversas investigaciones demuestran que el 50% de las mujeres no logran realizar correctamente una contracción de Kegel completa siguiendo sólo instrucciones verbales o escritas. Aquí puedes ver los errores más comunes que se cometen al realizar los ejercicios de Kegel y soluciones sencillas para evitarlos.
1. Tener una postura incorrecta
Las contracciones debe realizarse hacia dentro y hacia arriba. Un error muy común es presionar hacia abajo o tensar el suelo pélvico como si estuvieras evacuando. No solo es incorrecto, sino que puede aumentar la presión abdominal y corres el riesgo de perjudicar los músculos de tu suelo pélvico, lo contrario a lo que quieres.
Deberías tener una sensación similar a cuando relajas y retienes la orina.
2. Utilizar los músculos equivocados
No debes tensar el abdomen, glúteos o muslos; debes encontrar una postura cómoda que te permita aislar y contraer el suelo pélvico, el resto del cuerpo debe permanecer relajado.
Es muy importante que te tomes el tiempo necesario para aprender a realizar correctamente los ejercicios de Kegel.
3. Excederte o quedarte corta
Realizar pocas contracciones no es eficaz y realizar demasiadas contracciones puede producir fatiga o incluso dolor por utilizar los músculos en exceso.
Es importante seguir una rutina con el número adecuado de contracciones según tu nivel de fuerza en cada sesión. Lo ideal sería aumentar la dificultad a medida que tu fuerza mejore, aunque es difícil identificar cuándo ocurre.
Asimismo, es fundamental prestar atención a cómo te sientes durante la rutina, los ejercicios de Kegel nunca deben causar dolor: de ser así, debes consultar con tu médico para que te ayude a ajustar tu técnica.
4. No alternar
Los músculos de tu suelo pélvico están compuestos por 2 tipos de fibras musculares: rápidas y lentas. La fibras rápidas le permiten a tus músculos reaccionar rápidamente al incrementar la presión (como cuando toses o estornudas), mientras que las fibras lentas sirven para el soporte a largo plazo de tus órganos pélvicos.
Naturalmente, cada una de estas fibras necesita ejercitarse de un modo diferente. Para fortalecer completamente tu suelo pélvico y sacar el mayor provecho de cada entrenamiento, tu rutina debe incluir ejercicios con pequeñas contracciones y relajaciones, así como contracciones más fuertes durante un tiempo más prolongado.
5. No medir el progreso
Es importante medir tu progreso al realizar todo tipo de ejercicios. Las personas que ven resultados, sea de talla, pérdida de peso o incremento del tono muscular, se sienten más motivadas a seguir haciendo ejercicio.
Un ejercitador de suelo pélvico con biorretroalimentación es la mejor manera de medir tu progreso. Este tipo de dispositivo verifica constantemente la fuerza de tu suelo pélvico y te informa de tu progreso.
6. No ser constante
Todos los ejercicios requieren constancia para obtener resultados, fortalecer tu suelo pélvico no es la excepción. Establecer un horario regular para hacer los ejercicios, te ayudará a ser constante con tu rutina y realizar correctamente cada contracción. Tómate 5 minutos para ti cada día y completa tu rutina.
Al despertarte es ideal, ya que los músculos de tu suelo pélvico están relajados. Te sorprenderás con qué facilidad serás constante con la rutina si programas “un tiempo personal” para realizar los ejercicios de Kegel.
7. Rendirse antes de obtener resultados
Muchas mujeres comienzan a hacer los ejercicios de Kegel y esperan obtener resultados inmediatos. Sin embargo, como con todos los ejercicios, toma alrededor de 12 semanas empezar a notar un cambio real. En cuanto empieces a notar la diferencia, te cambiará la vida, así que no te rindas.
Si llevas años haciendo los ejercicios de Kegel o estás comenzando, es muy importante comprobar que los estás haciendo correctamente. No te preocupes si has estado cometiendo alguno de estos errores, te garantizamos que no eres la única. Tómate tu tiempo y asegúrate de sacar el mayor provecho de cada contracción.
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