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¡Hoy hace 42 años! Corría el año 1978, yo tenía 17 y Fernando, que hoy es mi marido, 18. Éramos atletas federados del Blume de Segovia. Los dos fondistas, aunque en aquella época la prueba más larga que en pista podíamos hacer las mujeres era el 3.000 m.l.
Se corrió la voz de que Madrid preparaba un Maratón Popular para el mes de mayo. Era la primera vez.
En España, en el mes de marzo de ese año, se habían anticipado los catalanes organizando uno en Palafrugett, en el que se salieron 185 atletas, pero que tiene el honor de ser el primero en el que en España se permitió participar a mujeres.
Nuestro entrenador nos sugirió a algunos atletas la idea de probar el maratón, y nos inscribimos. Fernando lo entrenó a conciencia, yo solo para aguantarlo sin sufrir demasiado; y allí estábamos en línea de salida, en el Retiro, nosotros dos y otros siete mil más, pues la convocatoria había sido un auténtico éxito, que rompió todas las previsiones y desbordó a la organización. Había niños, atletas federados, aficionados, gente que calzaba por primera vez unas zapatillas… ¡una locura!. Recuerdo que la salida fue una fiesta, con una mañana luminosa y soleada.
Y empezó la carrera, yo recuerdo perfectamente que llevaba el dorsal número 15. El público animaba a rabiar, ibas todo el rato acompañada, los primeros kilómetros con ganas de hablar, de comunicarte, a medida que iban pasando, aumentaban los silencios.
No se me olvida la dureza del recorrido, en algunos tramos fuimos por la M-30, a la que habían dejado sin un carril para que lo pudiéramos ocupar los atletas, pues no había sido posible cortar el tráfico. No había experiencia organizativa, y a Madrid le pilló por sorpresa tantísima gente ocupando sus calles. Ese día se produjeron muchos atascos.
No tengo la sensación de haberme sentido desfallecer en ningún momento, aunque sí recuerdo el sufrimiento, ver cómo la gente iba abandonando, unos por tirones, otros por rozaduras del calzado poco adecuado, otros porque habían agotado sus fuerzas… Y comenzó a llover, pero ya no faltaba mucho y mi único objetivo era llegar.
No se bien el kiómetro, ya que no todos estaban marcados, pero sería cerca del 39, tuve la suerte de que Fernando, mi compañero de club entonces, se había vuelto a buscarme, después de haber completado su maratón en un tiempo de 2:47 ocupando el puesto 20 de la general y 2º junior.
Me acompañó hasta la meta, que crucé empapada, agotada, pero con una gran satisfacción, en 4:20. ¡Hoy lo celebramos!
