La sal, o el sodio, es un electrolito, uno de muchos, incluyendo magnesio, potasio y calcio, que puede usarse para reponer el suministro de tu cuerpo durante el ejercicio intenso. Lo interesante de la sal es que es fácil de llevar y tomar, en forma de pastillas por ejemplo, durante un entrenamiento de resistencia (con duración de 90 minutos o más).
Pero, ¿por qué son importantes los electrolitos? A medida que bebemos agua y va a nuestro estómago, se absorbe en los intestinos. Pero para conseguir estar realmente hidratada, necesitamos esos electrolitos para absorber, retener, y distribuir el agua a través de nuestras células.
La sudoración y la temperatura corporal son obviamente factores a tener en cuenta, también. Ten en cuenta que cuando sudas, no solo estás perdiendo líquidos, también estás perdiendo sal.
Por lo tanto, cuanto más calor hace, más sudas para equilibrar nuestra temperatura corporal, y más sal pierde tu cuerpo en el sudor. Esto puede volverse un problema en los climas secos, cuando tu sudor se evapora casi de inmediato. Es posible que no te des cuenta de cuánto agua estás perdiendo en estas temperaturas tan secas, por lo que debes ser especialmente consciente de tu hidratación en esos climas.
Si estás sudando más de lo habitual, podría agotarse tu suministro de sodio y afectar a tu rendimiento, ya sea en términos de aturdimiento, un ritmo más lento, o calambres musculares. Como resultado, muchas corredoras recurren a bebidas ya preparadas, barritas saladas y píldoras de sal para mantener sus niveles de hidratación.
¿Cuánta sal debemos ingerir y por qué?
¿El problema? No hay una fórmula que se adapte a todo el mundo. Por supuesto, cada cuerpo es diferente y por lo tanto necesita diferentes cantidades de agua y sal para evitar la deshidratación. Sin embargo, hay algunas estrategias “universales” para no deshidratarte.
En primer lugar, no debemos exagerar con la pre-carga con sal antes del ejercicio. Después de la primera hora, y cada 30 minutos, se debería mantener un consumo de sal constante, dirante entrenamientos intensos, para favorecer tu rendimiento. Y reponer después de hacer ejercicio es importante, también.
Pero, ojo, la sal es importante para los entrenamientos intensos, pero si no estás bebiendo suficiente agua primero, la sal no será capaz de hacer su trabajo. Debes beber casi medio litro de agua antes de entrenar (a lo largo de unas horas antes, no de golpe) y seguir haciéndolo cada 15 minutos.
Pero ten cuidado con la cantidad de sal que tomas, ya que el cuerpo sólo absorbe lo que necesita, enviando el resto a sus intestinos donde podría convertirse en diarrea. De ahí que no debas consumirla antes entrenamiento básico y moderado de 30/50 minutos, ya que podría provocarte problemas de estómago.
En resumen, consume pastillas de sal, o similar, para ejercicios largos e intensos, que es cuando realmente lo necesitas. Más que eso podría ser como frotar sal en una herida.
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