VÍDEO | A 37 km/h en una cinta de correr

Steffon Diggs, receptor abierto de los Buffalo Bills de la NFL, demostró una vez más el potencial como velocistas de los jugadores de fútbol americano.

A 37 km/h en una cinta de correr.
A 37 km/h en una cinta de correr.

Las cintas de correr, por razones evidentes, están cobrando mucho protagonismo esta primavera. No son pocos los que han pasado de medir sus desafíos en minutos por kilómetro a hacerlo en kilómetros por hora. La semana pasada se abrió un interesante debate a raíz de un vídeo en el que el futbolista Sergio Reguilón era capaz de correr durante 12 minutos a 20 km/h. Muchas fueron las voces que hablaron del incorrecto calibrado de su tapiz rodante, pero ya se sabe que cada cinta es un mundo; las referencias son individuales, de ahí que no haya que volverse loco extrapolando registros. Se trata más bien de pasar un rato agradable curioseando cómo son las zancadas recluidas tanto de atletas profesionales como de destacados especialistas de otras especialidades deportivas.

Uno de los últimos en subir un vídeo exhibiendo su capacidad para correr rápido ha sido Steffon Diggs, receptor abierto de los Buffalo Bills de la NFL. En un esfuerzo de apenas siete segundos (tomados de forma manual viendo las imágenes) es capaz de desarrollar una velocidad máxima de 23 millas por hora (37 km/h al cambio). La grabación no ofrece datos sobre el calibrado de la cinta, pero saca a relucir un hecho que hace tiempo se da por probado en el atletismo: los jugadores de fútbol americano resultan excelentes velocistas. 

La exhibición de poderío atlético de Steffon Diggs.

 

Son muchos los casos de hombres que destacaron en ambos deportes. El más brillante fue Bob Hayes, campeón olímpico de 100 metros y 4 x 100 metros en Tokio 1964. Su posta en la final del relevo la solventó en 8.6 segundos (tiempos que más de 40 años después llegó a conseguir Asafa Powell en la última posta), lo que motivó que la prensa de su país le calificara como “el hombre más rápido del mundo”. Receptor abierto, igual que Diggs, vistió los colores de los Dallas Cowboy durante 10 años (con los que ganó el anillo en 1971), antes de retirarse en los San Francisco 49ers. Ingresó en el Salón de la Fama del fútbol profesional estadounidense en 2009.

Para poner en contexto el pico de 37 km/h de Diggs recurrimos a José Luis López, que además de ser uno de los periodistas especializados en atletismo más reputados del mundo, es Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte e imparte clases en el INEFC (Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña en Barcelona). “Esa velocidad es casi la media, 10,43 metros por segundo, a la que corrió Usain Bolt en su récord del mundo; 9.58 en el Mundial de Berlín 2009. Allí desarrolló una velocidad máxima de 44,42 km/h (12,34 m/s), la cual alcanzó a los 67,90 metros de carrera”, apunta el narrador de la Diamond League para Movistar Plus, alertándonos sobre la característica principal del mejor velocista de todos los tiempos: “Alargaba mucho el periodo de aceleración y luego era capaz de sostener la velocidad máxima bastante tiempo. Hay atletas que solo pueden sostenerla durante un segundo, llegar a tres es excepcional… pero él era capaz de acercarse a los cuatro segundos entre el 95% y el 100% de su velocidad máxima. En 50 m (entre los 40 y los 90 m) pasó de 12 m/s, Tyson Gay solo lo consiguió en un tramo de 30 m, Powell, en ningún momento de la carrera. Por eso en el último tercio de la carrera daba la sensación de que se escapaba de sus rivales, pues cuando los demás deceleraban el todavía era capaz de mantener su tope. Por ejemplo, en la carrera récord de Berlín 2009, Bolt llegó a su velocidad máxima de 44,42 km/h a los 67,90 m, mientras que los otros dos medallistas no alcanzaron tal pico de velocidad y lo obtuvieron antes: Tyson Gay 43,92 km/h a los 55,23 m y Asafa Powell 43,16 km/h a los 53,75 m. Además, Bolt mantuvo entre el 99 y el 100% de su velocidad máxima 16,63 m, mientras que Gay solo lo consiguió durante 2,78 m y Powell durante 1,20 m. Es evidente que si aceleras más tiempo, llegas a un pico de velocidad más alto y lo mantienes más tiempo, e incluso desciendes la velocidad solo muy suavemente al final, como pasó con Usain Bolt en el Mundial de Berlín 2009, ganas la carrera de 100 m. Y si a eso añades una excelente fuerza reactiva, una gran amplitud de paso (el último de 3 metros) y una buena frecuencia, cae el récord del mundo: 9.58”.

No obstante, pese a que el hectómetro es la prueba en la que se desarrolla mayor velocidad, es en los 200 metros donde se registran los parciales más veloces sobre 100 metros. El profesor López, especialista de atletismo de la Cadena SER desde hace 36 años, explica el porqué: “Los segundos 100 metros se corren lanzados. Bolt corrió el segundo cien de su récord del mundo de 200 metros (19.19, Mundial de Berlín 2009) en 9.27, y no es el parcial más rápido de la historia. Ni siquiera el segundo. El mejor fue Yohan Blake en la Diamond League de Bruselas, en 2011; corrió en 19.26, con un segundo 100 en 9.08. Cuando batió el récord mundial en los Juegos de Atlanta, Michael Johnson cubrió el segundo 100 en 9.20. Blake, además, ostenta el mejor parcial de 50 metros en una carrera de 200 metros. Su velocidad entre el 50 y el 100 fue de 43,58 km/h, es decir, 4,13 segundos. La velocidad lanzada adquiere su máxima dimensión en los relevos cortos, donde no es raro ver a los mejores bajar de los nueve segundos en la última posta”.

El último dato ofrecido por el profesor puede servirnos para establecer un paralelismo (más o menos cercano) entre los más rápidos de la NFL y los más reputados velocistas del mundo. The Forty es un espectáculo en el que las estrellas del fútbol americano demuestran su capacidad sobre 40 yardas (36,576 metros) durante el fin de semana de la Super Bowl. No salen de tacos, sino en tres apoyos, corren sobre césped (con las zapatillas que normalmente usan para jugar) y salen cuando ellos quieren (la célula se activa cuando empiezan a correr, no hay tiempo de reacción, lo que hace que si se colocan unos pasos detrás de la cédula podamos estar hablando de velocidad lanzada). Usain Bolt participó en la edición de 2019 (con pantalón largo de chándal y zapatillas de clavos) y obtuvo un crono de 4.22, el decimotercer mejor crono registrado en la distancia; al frente de la misma figura Bo Jackson con 4.12 (solo siete hombres han bajado de 4.20). No obstante debemos recalcar que no se trata de una distancia oficial, por lo que circulan varias listas con tiempos tomados de las maneras más diversas; manual, eléctrica, en campos de entrenamiento, durante partidos… Y no olvidemos que un lanzador de 130 kg de peso también sería muy explosivo y rápido en una aceleración de 20 o 30 metros. Otra cosa es ya una carrera de 100 m y mucho más de 200 o 400 m.

Pasa igual que con la cinta, sirve para establecer un debate y hacer especulaciones, pero ni se asemeja a la seriedad de un ránking de cualquier prueba de atletismo. Según José Luis López, “Diggs corrió sobre un tapiz no motorizado, donde se corre más rápido que en los motorizados. Con el primer tipo he visto atletas nuestros alcanzando los 32 km/h. En un tapiz con motor, irían más lentos. Pero si la medición es fiable, es evidente que Diggs es muy rápido, sobre todo en aceleraciones en cortos tramos de espacio”.

En el tipo de tapiz utilizado por Diggs ahonda Ángel David Rodríguez, referencia española de la velocidad durante los últimos tres lustros, 10 veces campeón nacional de 100 metros: “En los tapices no motorizados, tipo Curve, vas mucho más rápido y la velocidad es real, mientras que en los motorizados la cinta va a una velocidad y tú corres encima de ella. No tengo referencias propias corriendo en cinta pero he visto estudios con atletas japoneses haciendo súper velocidad, empleando un truco, suspenderse encima de la cinta; superaban los 40 kilómetros por hora y aumentaban su velocidad máxima entre un 2-3% con respecto a la pista. Pasar de ese incremento sería peligroso porque te puedes reventar muscularmente, ya que el sistema nerviosos no está acostumbrado a esa frecuencia”.

Y para concluir, una curiosidad; el parcial de 40 yardas de Maurice Green durante la consecución de su récord mundial de 60 metros (6.39, Madrid, 1998) fue 4.12. Bien es cierto que lo hizo sobre tartán y con zapatillas de clavos, pero también habría que tener en cuenta que, según los estándares de medición de la NFL (ya saben, cédula activada cuando ellos deciden empezar a correr, sin que intervenga el tiempo de reacción), deberíamos descontar a esa marca el tiempo de reacción, lo que arrojaría un registro bárbaro, por debajo de los cuatro segundos.

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