Muy variada. En todos los sentidos. Principalmente en el aspecto técnico y participativo. Hablamos de la San Silvestre de Las Rozas, que el próximo 31 de diciembre, a partir de las 10:00 de la mañana, festejará su edición 12 +1. Para empezar, presenta un recorrido tremendamente variado, combinando colinas suaves y rectas amplias con tramos de bajada y zonas de curveo. Porque su trazado no discurre solo por asfalto, no. Va más allá, adentrándose en el magnífico pinar que linda con la pista de atletismo de la localidad del noroeste madrileño. Así, cuando participas, tienes por momentos la fiabilidad de estar compitiendo en una rapidísima prueba de ruta y acto seguido la sensación de negociar un excitante cross. La cita te obliga a ejecutar constantes cambios de ritmo, pero no de actitud: prima la sensación de relax y la ausencia de afán cronométrico.
Aunque haberlo haylo, por supuesto, una primera línea plagada de local heroes, ganas de finiquitar el año con un buen ‘casque’ de cuádriceps. Pero los más son los que deciden afrontar el envite sin más afán que hacer hueco para la copiosa cena que aguarda unas horas después. Y acuden disfrazados, da igual al 5 que al 10K, aunque donde son mayoría los ‘juerguistas’ es en la marcha familiar e infantil (que tiene una longitud aproximada de 5 kilómetros). También es punto de encuentro de los coleccionistas de San Silvestres, pues al ser de la de Las Rozas de las más madrugadoras, les da tiempo a devorar otras más avanzado el día.
Las inscripciones están abiertas y el primer tramo, el más asequible económicamente hablando, concluye el lunes 21 de octubre: 8,60€ el 5K, 12,60 € el 10K, 7,60€ la marcha si te inscribes solo, 12,60€ si lo haces en pareja, 16,60€ si sois tres y 20,60 si decidís ir cuatro. Los precios de los siguientes tramos, del 22 de octubre al 3 de diciembre y del 4 de diciembre hasta el 26 de diciembre, los podéis consultar en la página web de la prueba, donde además encontraréis planos e información detallada del recorrido y toda la información necesaria para disfrutar a tope de la convocatoria.