El coronavirus sigue provocando mucho dolor en la sociedad y el mundo del atletismo se ve constantemente golpeado por su terrible poder para arrebatarnos a seres queridos. Esta vez nos corresponde comunicar el fallecimiento de Donato Sabia, ex atleta que logró ser finalista olímpico en 800 metros en 1984 y 1988. En Los Ángeles, el italiano se clasificó en quinto lugar y fue uno de los tres europeos en la final. Los otros dos, los legendarios Sebastian Coe (2º) y Steve Ovett (8º) no pudieron con el excepcional talento del brasileño Joaquín Cruz, que se hizo con el oro con 1:43.00. En esa final, otra leyenda del atletismo, el norteamericano Johnny Gray, fue séptimo.
En Seúl 88, donde Sabia fue uno de los dos europeos finalistas y séptimo por delante del keniano Nixon Kiprotich, colarse en la final ya era una gran hazaña, y si no repasemos nos nombres y apellidos de los seis primeros clasificados: Paul Ereng, Joaquim Cruz, Said Aouita, Peter Elliott, Johnny Gray y José Luiz Barbosa. No pudieron acceder a esa prueba estelar hombres como Steve Cram o Rob Druppers, dos galgos eliminados en la tiránica prueba de las dos vueltas a la pista.
Donato Sabia, fallecido a los 56 años, unos días después de que muriera su padre, también por la Covid-19, fue campeón de Europa en pista cubierta en 1984 y se retiró del atletismo con una marca personal brillante, 1:43.88, lograda en Florencia, el mismo año en el que se alzó con el título continental indoor.
Luis Javier González, sucesor de Sabia en el trono europeo de pista cubierta, campeón de Europa en Génova 1992 y subcampeón en París 1994, ha declarado que “Donato fue un ejemplo para nosotros. Muchos, cuando empezábamos nuestras carreras deportivas, le veíamos en las finales olímpicas de 800 metros en Los Ángeles 1984 y Seúl 1988 y cuando lograba esos grandes resultados, entre los ocho mejores del mundo, nos hacía ver que quizá nosotros también podríamos seguir algún día sus pasos. Que descanse en paz”.
Sabia siempre destacó por su lucha contra el dopaje, llegando a asegurar que en 1987 le pidieron que se dopara para poder continuar con su carrera, tras una serie de lesiones, circunstancia que denunció públicamente.
Tras su retirada, Sabia trabajó como entrenador del equipo olímpico de Malta, más tarde como Jefe de la Oficina de Deportes del Municipio de Potenza y finalmente como Presidente de la Federatletica della Basilicata, cargo que dejó en 2019.
Debajo de estas líneas podéis disfrutar del vídeo de la carrera en la que Donato Sabia realizó su mejor marca personal, batiendo a Rob Druppers y Alberto Juantorena. Descanse en paz.
