De la reconciliación con el calendario del Maratón Popular de Badajoz

El regreso de un evento necesario que afortunadamente ya ha anunciado su fecha para 2026

Juanfran de la Cruz

Una imagen del Maratón de Badajoz 2025 / Foto: Juanfran de la Cruz
Una imagen del Maratón de Badajoz 2025 / Foto: Juanfran de la Cruz

Unas evocaciones al paso por el Arco de la calle Soto Mancera del único maratón de Extremadura, que no pudo celebrarse en 2024 de manera sobrevenida por un conflicto entre la policía local y el consistorio, que regresó este año a las calles de la capital pacense reforzado por su económica inscripción, por la participación de su medio maratón paralelo y por la convicción de retomar su camino con el objetivo de crecer en prestigio, notoriedad y número de maratonianos. Para 2026 ya hay fecha: 15 de marzo.

La ascendente calle Zurbarán, con la almenada torre de cuatro cuerpos de su acastillada catedral esperando al final, es todo un aperitivo de un festival para los sentidos. Al centro de la ciudad llevan unos años lavándole la cara, apostando por una plataforma única para sus calles en las que se alternan, se abrazan, el empedrado y la loseta. La calçadinha, recuperando el tiempo perdido por el asfalto. Andamos, fabulosa mañana, apenas unas gotas testimoniales al mediodía, por Badajoz. Cuando llega el adoquinado repecho, las buenas gentes de un maratón ya acumulan en sus piernas más de 28 kilómetros y veinte menos los de un medio maratón que, aunque salen desde otro punto de la ciudad vecino del río Guadiana, alimenta una fiesta conjunta desde el primer paso junto a la icónica Puerta de Palmas. Desde ahí, todos a una. Misma meta para la concurrencia, en una pista de atletismo a las afueras. La Granadilla. Y un periplo peculiar por un casco viejo, experiencia turística inmersiva de primer nivel, que tal vez sea esporádico y temporal con esta configuración concreta. Y curioso: los puntos kilométricos vienen al compás marcado de la distancia reina. Los participantes en el medio maratón, que son mayoría, se sumergen estéticamente en un deambular donde su hito 35 es realmente su 14. Y el contexto tampoco invita a las sumas y restas, porque la agilidad ideal es la de piernas.

Lo del recorrido céntrico del Maratón Popular de Badajoz, y su medio maratón, es algo bastante reciente y, de hecho, la recogida en estas líneas es la segunda experiencia materializada por los impulsores de la prueba. Muchas han sido las ediciones celebradas sobre un circuito a dos vueltas, que también cortaba su ración de calles, pero no se atrevía tanto con la parte vieja. Estrecha. Más compleja. Mucho más coqueta. Sin embargo, de cara a 2023 la Fundación Municipal de Deportes apuesta por acercar la carrera a su centro histórico. Abrazarla. Mecerla. Darle soporte en un entramado de vías que han ido incrementado su peatonalización y su singularidad en la última década. Las obras son siempre un engorro, pero la estética de los cambios es innegable. Badajoz recibe otro aire. Y el maratón comienza a empaparse en 2023. La propuesta cuaja. Gusta. Emerge como la base de un maratón nuevo. El sustrato de una prueba que inicia, y así lo encara, otra época. Una reinvención. Cimiento para una renovación en una edad de oro para el atletismo popular.  

Pero la continuidad de 2024 no se puede concretar. Badajoz se queda sin maratón entre el 12 de marzo de 2023 y el 16 del mismo mes de este año. Un mundo. Una condena a la emigración forzosa de todos los maratonianos de la ciudad, comunidad activa y consolidada que año tras año deja buena muestra de sus desvelos, por ejemplo, en la nómina de participantes del maratón de la no tan lejana Sevilla (téngase como referencia que la provincia de Badajoz es la quinta que más maratonianos aporta a la cita hispalense en 2025: 255). Al tiempo, siempre fugaz para tantas cosas, le ha dado por pasar mucho más despacio. Manecillas de piedra. Segundos congelados. La elipsis, forzada, sobrevenida, posiblemente no gestionada de la mejor forma, con varios actores sobre el escenario, viene motivada por la imposibilidad de contar con el mínimo de agentes de la policía local con los que garantizar el correcto desarrollo de la prueba. Una serie de bajas médicas de última hora dificulta la asunción de despliegue necesario. Y todo ello se enmarca en un proceso tenso, reivindicativo, entre consistorio y fuerza policial. El maratón a una vuelta es un poco más complejo.

Al final, este 2025 supone un volver a empezar.

Badajoz merece una visita y qué mejor motivo que correr por sus calles
Badajoz merece una visita y qué mejor motivo que correr por sus calles / Foto: Juanfran de la Cruz

El Maratón Popular de Badajoz alcanza ese año su trigésimo primera edición, la novena del medio maratón, pero su número de participantes es comparativamente mucho más bajo que el de otras propuestas. El mismo día, al mismo tiempo, se disputa el Maratón de Barcelona, 27.000 dorsales, más de 6700 femeninos, campeonatos de España y de Cataluña como alicientes extra y en torno a un 60% de la participación extranjera. Badajoz, cuenta con poco más de un millar, de los que un porcentaje importante, más de un 70%, toman la salida en el medio maratón. En meta, hasta 231 maratonianos y 731 fondistas completan las pruebas. Las comparaciones son odiosas. Aunque no todas. Y en su debida escala. La internacionalidad no es precisamente un talón de Aquiles para la cita pacense. Al contrario. Su cercanía a la frontera con Portugal, prácticamente vecindad, también la oferta hostelera de la mayor población existente en toda la frontera desde la desembocadura del Miño hasta la del Guadiana, y eso es mucho decir, le aportan a la prueba un interesante carácter transfronterizo. Lisboa queda más cerca que Madrid. Y para un país que cuenta con cuatro maratones de asfalto, los de Lisboa, Oporto, Aveiro y Funchal, el de la capital pacense viene a ser como un oficioso quinto compromiso. Hasta 58 lusitanos toman parte en la distancia reina, muchos otros, y especialmente mujeres, en el medio maratón. Jorge Ferreira, quien debutó en los 42,195 km en Badajoz y le guarda un cariño especial a la prueba, cierra con una enorme sonrisa y una bandera portuguesa anudada al cuello en poco más de tres horas y media la que ahora es su undécima experiencia en la distancia. Lara Machado, Odília Fernandes o Elisabeth Da Silva han madrugado para viajar desde la capital portuguesa y participar.  El número de atletas populares lusitanos es importante, y en el palmarés histórico dominan muchas ediciones tanto en la categoría masculina como en la femenina. Rodando dentro del pelotón del único maratón que existe en toda Extremadura, merodeando por el ropero o después en la llegada de las pistas de La Granadilla, te podrían convalidar un B2 en la lengua de Pessoa o Camões.

La internacionalidad no es precisamente un talón de Aquiles para la cita pacense. Al contrario. Su cercanía a la frontera con Portugal, prácticamente vecindad, también la oferta hostelera de la mayor población existente en toda la frontera desde la desembocadura del Miño hasta la del Guadiana, y eso es mucho decir, le aportan a la prueba un interesante carácter transfronterizo.

“Uno de los puntos diferenciadores del Maratón de Badajoz es el carácter transfronterizo de un importante volumen de su participación. No se trata de algo inducido, ni mucho menos, es una realidad natural, hija de la proximidad geográfica y del caudal constante que existe a ambos lados de la frontera. El atletismo involucra a los dos países incluso a nivel organizativo, con pruebas bidireccionales como puede ser la Elvas-Badajoz de noviembre o la Badajoz-Elvas, recuperada este año y celebrada en febrero. Badajoz es un polo de atracción. Y en este sentido no tiene techo”, valora José María Da Silva, periodista extremeño con raíces lusitanas y speaker del evento. “La suspensión de 2024 fue un jarro de agua fría, en términos de reputación ha hecho mucho daño y esto se ha notado este año en términos de participación, sobre todo para el maratón. No es una distancia que se improvise, exige una preparación y por ello requiere certezas. Es normal y entendible. La suspensión, de alguna forma, fue un ‘reseteo’. Badajoz es una ciudad de maratón. Son más de treinta ediciones de maratón, eso es un legado deportivo muy importante del que se está cobrando conciencia. El objetivo ahora es incrementar la participación poco a poco, empezando por volver a los niveles prepandemia, y consolidarlo como un referente. Las marcas y las grandes historias ya vendrán después. El nuevo recorrido es un primer paso. Es muy atractivo. El feedback que nos dan los corredores es muy bueno”. 

En 2019, la edición anterior a la pandemia, la cifra de llegados a meta en el maratón asciende a 560, un 12% mujeres. Un año antes, 413, con un 11% femenino. Son años con el trazado a doble vuelta. Y ya con la propuesta paralela del medio maratón. Después la COVID-19 lo agita todo. Los números se revolucionan. Y para mal. Incluso cuando se modifica el recorrido, el guarismo de ‘finishers’ sobre los 42,195 km desciende a los 247, un 13% mujeres. El medio maratón permite sostener una inscripción global que se mueve entre el millar y el millar y medio. Es un hecho que muchos corredores se acercan a los 21,097 km por primera vez en Badajoz, como Israel, que viene de Granja de Torrehermosa. Algunos lo hacen solos. Otros, acompañando a maratonianos. El planteamiento de la oferta es bueno y, al final, no hay tantos maratones que ofrezcan una distancia paralela de esta entidad, si es que la ofrecen. Madrid, Málaga, Murcia, Palma de Mallorca o Vitoria, por ejemplo. El Maratón de Zaragoza o el Maratón de Castellón proponen un 10 km.

En la última edición del maratón han acudido atletas de hasta veinticinco provincias, con las de Badajoz, Cáceres, Sevilla, Madrid, Ciudad Real, Huelva y Toledo como principales representadas.

Pero los acontecimientos de 2024 cercenan toda progresión del evento e imposibilitan un estudio detallado. Existe la certeza de un interés. En la última edición del maratón han acudido atletas de hasta veinticinco provincias, con las de Badajoz, Cáceres, Sevilla, Madrid, Ciudad Real, Huelva y Toledo como principales representadas. Y el retorno desde Las Palmas de José Luis Vidales, del Club Deportivo Gallotia, uno de los grandes perjudicados de la suspensión de 2024. “Nos ha encantado la prueba, lo mejor ha sido la organización”, declara. De veintiuna eran originarios los integrantes del medio maratón, con Badajoz, Cáceres, Madrid, Sevilla Córdoba y Cádiz al frente.

Al Maratón Popular de Badajoz ahora le falta estabilidad y reincidencia. La base del trazado ya es una realidad, más allá de cambios puntuales. Sustrato. También es cierta una creciente animación. En 2025, empero, el paso por el casco viejo acabará teniendo que ser remozado por unas obras tanto en la calle San Juan como en la plaza de San José que desaconsejan el paso por la Torre Espantaperros y la Plaza Alta, espacios icónicos de la ciudad, previo ascenso de la calle Costanilla. Las obras exigen una importante revisión del recorrido entre los kilómetros 28 y 32. Y también le dan a esta edición una pátina de exclusividad que llega de la mano del ascenso por la calle Zurbarán y el paso ante la catedral. Las calles San Blas y López Prudencio, que abrazan una plaza de las tres mentiras que oficialmente es la Cervantes, y las calles Arcoagüero, Bravo Murillo y San Juan son el preludio, adoquines, teselas de piedra, a uno de esos momentos que, ¡zas!, te dejan impronta en el cerebelo. Por pintorescos. Por intensos. Estímulos sensoriales de los que justifican por qué corremos. Postales para una posteridad.

Sucede que en la calle San Juan, breve tramo, el recorrido gira hacia la izquierda y enfila la calle Soto Mancera. Y allí, casi al llegar a la altura de la plaza de Santa María, la del museo de la ciudad, la carrera paso bajo un curioso y estético arco que los Jesuitas mandan levantar en el siglo XVII. Resulta que las monjas abandonan el antiguo convento de Santa Catalina, la orden se hace con las instalaciones y también con otras propiedades vecinas que, por las alturas, decide conectar con tan imaginativa solución arquitectónica. Soto Mancera fue un obispo con un corto período en el cargo a comienzos del siglo XX, pero que deja mucha huella en la ciudad y sus gentes. Bonhomía. Y el arco nos produce el mismo efecto. Un momento inolvidable. Uno, que viene del ciclismo, no puede evitar acordarse de los ciclistas de la París-Roubaix que gestionan la dificultad de los caminos adoquinados buscando sus márgenes; solo que aquí los participantes, maratonianos, fondistas, rehúyen de la piedra y se aferran a la más uniforme loseta central que, como un nervio, vertebra toda la calle. Una hilera de corredores en pleno esfuerzo en uno de los corazones del casco viejo de la ciudad de Badajoz. Soto Mancera es una agradable sorpresa hija de las obras que no está presente en el diseño de 2023.

Pero el nuevo circuito, efectivamente, cuenta con un componente estético innegable. En la línea de las grandes ciudades que se muestran, orgullosas, a través del patrimonio de sus calles, Badajoz propone un trazado que, en la segunda parte de su recorrido o de forma casi capital en el medio maratón, se adentra en su casco viejo donde mandan las fachadas singulares, las calles estrechas y mucho firme adoquinado al más puro estilo calçadinha. Es un maratón de atmósferas. La organización incluso ha querido visibilizar la cuarta edición de la Recreación Histórica de los Sitios de Badajoz, que se celebra el último fin de semana de marzo y que suscita la presencia de cuatro miembros de la Asociación Baluarte, Ángel, Luis, Álex y Marisol, vestidos de soldados de época para apadrinar la salida oficial. Badajoz trasciende el Carnaval o Los Palomos. Su Almossassa Batalyaws o estos Sitios lo avalan.

La Puerta de Palmas y su puente vecino, la Giralda y la Iglesia de la Soledad, Santa Ana, la kilométrica alcazaba y varios de los baluartes que durante centurias protegieron la población durante diversos conflictos bélicos, desde la Guerra da Restauraçao a la Guerra de Sucesión, sin obviar la Guerra de la Independencia, escoltan las evoluciones deportivas de una propuesta que también bebe mucho, en sentido figurado, del solemne cauce del río Guadiana. Quizá por volver a mirar hacia sus aguas, Badajoz se ha lavado mucho la cara en los últimos lustros. Un camino donde ha recuperado los márgenes del río, donde ha adecentado su casco histórico y donde ha comenzado a reivindicar muchos de sus espacios urbanos de viejo y de nuevo cuño. El maratón y el medio maratón son una experiencia inmersiva, de primer orden, para vivir desde dentro los cambios. E incluso quebrar ciertos prejuicios y vitolas barnizadas con ideas preconcebidas. Badajoz no es Cáceres, ni Trujillo; Badajoz no es Mérida. Badajoz simplemente es Badajoz. Y eso no es poco. Hasta el largo tramo por la avenida Ricardo Carapeto cuenta con mucha animación.

Lejos de los maratones masificados existen opciones muy bellas para encadenar zancadas / Foto: Juanfran de la Cruz
Lejos de los maratones masificados existen opciones muy bellas para encadenar zancadas / Foto: Juanfran de la Cruz

“Me ha gustado mucho el recorrido”, cuenta Fermín Cacho, quien ejerce de embajador de esta edición y completa el medio maratón en 1:44:59. “Esta prueba debe aspirar a ser un referente deportivo y hay que ponerse manos a la obra para que esta prueba pueda duplicar su número de participantes”. Y un argumento de peso, nada baladí, es de la inscripción y sus cuotas: hasta el pasado 21 de febrero, el coste del dorsal ascendía a 15 euros para el maratón y 10 para el medio maratón, siendo el doble a partir de esa fecha y hasta el cierre de inscripción. Desde luego se trata de cuotas muy competitivas. El cacereño Carlos Gazapo (2:28:04) y la segedana afincada en León Mónica Gutiérrez (2:42:53), séptima absoluta en la meta, fueron los ganadores de la edición 2025 de un Maratón Popular de Badajoz que mantiene como su plusmarca las 2:14:19 del gallego José Ramón Rey Rodríguez en la edición 2002 y las 2:41:41 de la guipuzcoana María Luisa Irizar Zubillaga en la de 1995. Christian Fernández (1:13:15) y María Dolores Rodríguez (1:34:16) fueron los más rápidos en la novena edición del medio maratón.

Dicen que el hierro, en la forja, es más efectivo golpearlo cuando aún se mantiene caliente. Maleable. Concluida una carrera, más si cabe si hablamos de una de 42,195 km, el anuncio de su nueva fecha no es asunto baladí. No hay mejor compromiso con una siempre ardua empresa organizativa que el de la anticipación. Cuanta más previsión, mejor planificación. En el universo de las carreras de fondo nunca viene mal también un largo recorrido en el horizonte del calendario. Posicionamiento entre la competencia. Espacio propio. Al final, también, una cuestión tan protocolariamente fugaz como una confirmación de calendario es la mejor concreción posible de la confianza y el compromiso de unos impulsores para con su acontecimiento. Y sobre todo uno tan complejo como el maratón. El 15 de marzo de 2026, hierro caliente recién salido de la forja, se disputará una nueva edición del Maratón Popular Ciudad de Badajoz. Y de su medio maratón paralelo.

VÍDEO | MARATÓN Y MEDIO MARATÓN CIUDAD DE BADAJOZ 2025

Archivado en:

El marchador Álvaro Martín tras recibir una de las medallas entregadas en el ´Día de Extremadura´. EFE.

Relacionado

Alvaro Martín exige rectificar a Ibarra por afirmar que él no cotiza en Extremadura