1. Poner las grasas en la lista negra.
A veces nos obsesionamos con perder peso. Por supuesto que estar en los kilos ideales es importante para el rendimiento pero también la forma de llegar a conseguirlo. Y las grasas se convierte en el “enemigo público número uno", cuando en realidad sólo has de controlar el consumo de grasas saturadas de origen animal pero en cambio debes valorar las insaturadas y especialmente los omega 3 (salmón… y tomar una cucharada de nuestro aceite de oliva de primera presión en frío cada mañana) que son imprescindibles para nuestra salud y para recuperarnos mejor de los esfuerzos de los entrenamientos y las competiciones.
2. Cenar demasiado
La idea de que tenemos que llenarnos de energía para el entrenamiento exigente del día siguiente nos lleva a menudo a cenar mucho. Y con ello lo que estás consiguiendo es perjudicar tu descanso ya que dormirás peor y además estás favoreciendo la acumulación de depósitos grasos, ya que nuestro metabolismo se ralentiza cuando estamos durmiendo.
3. No valorar el desayuno
No es cuestión de si es o no la comida más importante del día, pero que es importante sin duda. Y sigue habiendo muchos corredores que salen de casa con un café escaso. Con esto ocurre que su nivel energético es bajo y el cuerpo, que es sabio, guarda con avidez las reservas grasas en lugar de consumirlas. Un desayuno que incluya proteínas y mucha fruta es clave en la nutrición de un corredor.
4. Ojo con lo de “no quiero engordar" Muchas veces el temor a la báscula nos lleva a prescindir completamente de alimentos como pueden ser las patatas y el pan, que son ricos en hidratos de carbono que como todo sabemos son claves en nuestro rendimiento. Por su índice glucémico alto son una interesante opción tras una competición para recuperar nuestros niveles de glucógeno consumidos por el esfuerzo intenso.
5. No valorar la comida post-carrera
Con los de los días previos a las carreras no suele haber problema, ya que estamos tan centrados en hacerlo bien que cuidamos los detalles; el error suele venir post-carrera en la que por la satisfacción por la prueba nos olvidamos que la nutrición juega un papel clave a la hora de recuperarnos. Nuestro cuerpo ha sido exigido y lo que comamos debe aportar los nutrientes para recuperarnos pero también vigilando que para empezar nuestro hígado no está para muchas fiestas tras lo sufrido durante la carrera. Por ello, lo que el cuerpo necesita tras una carrera son carbohidratos sanos, una fuente de proteína limpia y algo de grasas sanas. Lo que necesitamos son muchos antioxidantes (vegetales frescos, fruta, vitamina E….) … mejor dejar la barbacoa para un domingo en el que no hayamos competido!