Salud

Calabacín para corredores: el vegetal ligero que nutre sin pesar

Hidratante, digestivo y versátil, el calabacín es ideal para quienes entrenan en verano (y no quieren renunciar al sabor).

Pedro Crespo

3 minutos

La versatilidad del calabacín es legendaria. Puedes cocinarlo al vapor, al horno, en crema, en tiras crudas o incluso como falso espagueti.

Hay alimentos que no hacen ruido, que no presumen de superpoderes ni de colorines intensos, pero que están ahí, sosteniéndolo todo. El calabacín es uno de ellos. Verde o amarillo, grande o pequeño, tiene ese perfil bajo que gusta a quien corre: hidrata, apenas aporta calorías, es digestivo y puedes cocinarlo en mil versiones sin aburrirte. Cuando entrenas con regularidad —y más si el termómetro se dispara— tu cuerpo necesita alimentos suaves, ricos en agua y con un buen perfil de micronutrientes. Y ahí el calabacín se luce. No es glamuroso como el aguacate ni tiene campaña publicitaria como el plátano, pero cumple con nota alta. Y lo mejor: puedes comerlo a diario sin saturarte.

¿Por qué el calabacín es perfecto para runners?

Hidratación natural y ligereza para rendir mejor

Con más de un 94 % de agua, el calabacín es una ayuda extra para la hidratación. Algo nada menor si entrenas en días calurosos, cuando sudas más de lo que bebes y tu cuerpo empieza a pasar factura. Además, apenas tiene 17 calorías por cada 100 gramos, lo que lo convierte en un comodín ideal para quienes buscan mantener el peso sin renunciar a un buen plato. ¿Más ventajas? Contiene vitamina Cpotasiofolatos y una pequeña cantidad de magnesio, todos micronutrientes esenciales para el buen funcionamiento muscular y la prevención de calambres, como recuerda la International Journal of Sport Nutrition (2022).

Digestión fácil, estómago contento

Calabacín y salud gastrointestinal

No es solo lo que comes, sino cómo lo digieres. Y si corres, sabes que un estómago ligero es medio entrenamiento ganado. El calabacín es especialmente digestivo, gracias a su textura suave y su bajo contenido en fibra insoluble. Eso significa que no irrita, no fermenta demasiado y se tolera bien incluso antes de entrenar (sobre todo si va cocinado). Además, su contenido en mucílagos naturales —una fibra soluble con efecto suavizante— lo hace ideal para proteger la mucosa intestinal. ¿Resultado? Menos molestias, menos hinchazón, más energía disponible.

Calabacín: el alimento camaleón que nunca aburre

Recetas rápidas para corredores con poco tiempo (y mucho apetito)

La versatilidad del calabacín es legendaria. Puedes cocinarlo al vapor, al horno, en crema, en tiras crudas o incluso como falso espagueti. Algunas ideas:

  • Tortilla de calabacín con avena: proteína + carbohidratos complejos en 10 minutos.
  • Crema fría de calabacín y menta: ideal post-entreno para rehidratarte.
  • Espaguetis de calabacín con pesto y pollo: ligero, saciante y delicioso.
  • Calabacín relleno al horno con legumbres: recuperación completa en un plato.

Y sí, también puedes añadirlo a tus batidos verdes. Apenas notarás el sabor, pero sumarás textura, fibra y agua.

Beneficios que no se ven, pero se notan

Menos inflamación, más rendimiento

Aunque suele pasar desapercibido, el calabacín contiene compuestos antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, que contribuyen a reducir el estrés oxidativo. Según Nutrients (2023), una dieta rica en verduras antioxidantes puede ayudar a acelerar la recuperación post-esfuerzo y a prevenir pequeñas lesiones relacionadas con el sobreentrenamiento. Si a eso le sumas que el calabacín no inflama, no irrita y aporta potasio, tienes un alimento muy completo para mantener el cuerpo afinado. Ideal para corredores que entrenan cinco o seis días por semana y no quieren jugársela con digestiones pesadas.

Más calabacín, menos excusas

No será el protagonista de los titulares de nutrición. Pero el calabacín, sin hacer ruido, lo tiene todo: es hidratante, ligero, digestivo, nutritivo y fácil de preparar. Una joya para quienes entrenan a diario y no quieren sobrecargar el sistema digestivo ni renunciar al sabor. A veces, la clave para correr mejor no está en lo nuevo ni en lo exótico, sino en lo de siempre. En lo que funciona. Y el calabacín, en eso, no falla.

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