Sifan Hassan no entiende el atletismo sin retos. La fondista neerlandesa, campeona olímpica (5000, 10.000 y maratón) y mundial (1500 y 10.000), ha firmado en 2025 una temporada poco habitual al más alto nivel: tres maratones en un mismo año. Londres, Sídney y Nueva York han sido los escenarios de un calendario exigente que confirma su carácter competitivo y su constante búsqueda de nuevos límites. Para Hassan, el maratón no es solo una carrera contra las rivales, sino, sobre todo, una batalla personal contra la distancia.
Tres maratones en 2025, un reto poco común en la élite
En una época en la que la mayoría de las grandes estrellas del fondo planifican con extrema cautela sus apariciones en maratón, Sifan Hassan ha optado por un camino distinto. En 2025, la neerlandesa ha competido en tres grandes maratones, algo poco frecuente en atletas de su nivel. Su balance refleja tanto regularidad como ambición:
- 3.ª clasificada en el Maratón de Londres
- Victoria en el Maratón de Sídney
- 6.ª posición en el Maratón de Nueva York
Resultados que confirman su capacidad para rendir en contextos muy diferentes y con una exigencia física acumulada considerable.
“En el maratón compites contra la distancia”
Hassan lo tiene claro: el mayor enemigo en los 42,195 kilómetros no siempre viste dorsal. “En el maratón, no compites contra tus rivales, sino contra la distancia. Ese es tu mayor rival”, explica la atleta. Su marca personal, 2:13.44, es la tercera más rápida de todos los tiempos, un registro que resume años de entrenamiento meticuloso y sacrificio. Sin embargo, la propia Hassan reconoce que mejorar ese tiempo no es una cuestión inmediata. “Sé lo duro que entrené para conseguirlo. Si quisiera mejorar esa marca, necesitaría sin duda un año entero”, admite, subrayando la enorme exigencia que supone rebajar apenas unos segundos en la élite mundial del maratón femenino.
El futuro: del asfalto al ultra trail
Lejos de pensar en una retirada tranquila cuando se canse del maratón, Hassan ya imagina nuevos desafíos. Y no precisamente más cortos. “Entonces haré… ¿cómo lo llamáis? Un ultra. Cien kilómetros o así, para ver qué se siente, hasta dónde puedo llegar”, comenta con naturalidad. La campeona olímpica no se refiere a una ultra en carretera, sino a pruebas mucho más técnicas: "Caminos sin asfaltar, desniveles, montaña y recorridos exigentes", un terreno que le resulta especialmente atractivo.
El trail running, clave en su preparación reciente
De hecho, el trail running ya forma parte de su rutina. En la preparación para el Maratón de Nueva York, Hassan ha priorizado entrenamientos por senderos, una elección que refuerza tanto su resistencia como su fortaleza mental. Este enfoque no solo explica su interés futuro por las ultras de montaña, sino también su capacidad para afrontar carreras largas con una visión distinta: menos obsesión por el ritmo constante y más atención a las sensaciones, el terreno y la gestión del esfuerzo.
Una mentalidad que explica su longevidad competitiva
A sus éxitos deportivos se suma una mentalidad poco común. Hassan no parece perseguir únicamente medallas o récords, sino experiencias que la reten y la obliguen a reinventarse. Esa forma de entender el atletismo —como un proceso continuo de exploración personal— ayuda a explicar por qué sigue compitiendo al máximo nivel y por qué, incluso después de conquistar títulos olímpicos y mundiales, sigue cuestionándose “qué más hay”. Tal y como recoge el medio neerlandés hardloopnieuws.nl, el desafío es, para Sifan Hassan, parte inseparable del camino.






