Después de un esfuerzo físico nuestra recuperación suele consistir en reposo y tanto la alimentación como la hidratación juegan un papel determinante.
Y las cerezas, esa fruta tan estacional como apetecible, pueden ayudarnos en gran medida a reducir la inflamación muscular.
Las cerezas son ricas en nutrientes y vitaminas, y tienen capacidades antioxidantes e antiinflamatorias. Además de poseer un alto contenido en agua y ser bajas en calorías, tienen un efecto diurético y depurativo en el organismo. Los flavonoides y las vitaminas A y C que contienen también son potentes anticancerígenos.
Son recomendables antes de hacer deporte ya que, al igual que los frutos rojos, tiene alto contenido en antioxidantes. Permiten retrasar el envejecimiento celular y bloquean el efecto de los radicales libres.
Sus beneficios tras una sesión de entrenamiento o ejercicio también han sido demostrados. Su poder antiinflamatorio, derivado de las antocianinas que le otorgan ese color rojo intenso, disminuye la inflamación de los músculos después de practicar deporte y permite que la recuperación sea más rápida.
Además, los antioxidantes reducen el dolor y el estrés oxidativo, reduciendo el daño muscular y acelerando su recuperación. Por otra parte, su alto contenido en hierro, vitaminas A y C las convierten en una fruta excelente para recuperar minerales después del ejercicio. Y, su alto volumen de agua, tiene un efecto diurético y depurativo en el organismo.
También ayudan a prevenir calambres, producidos por la insuficiencia de oxígeno en los músculos o bien por la pérdida de líquidos. Para evitar estos espasmos musculares son recomendables también las bebidas isotónicas.
Un estudio del National Center for Biotechnology Information determinó la eficacia de un zumo de cereza para ayudar a la recuperación y reducir el daño muscular, la inflamación y el estrés oxidativo. Veinte corredores de maratón consumieron zumo de cereza o placebo durante 5 días antes, el día de y durante 48 horas después de una maratón. Tras examinarse antes y después de la carrera, la fuerza isométrica se recuperó significativamente más rápido en el grupo de la cereza y la inflamación se redujo también en este grupo. El estudio concluye que la cereza parece proporcionar un medio viable para ayudar a la recuperación después de un ejercicio vigoroso al aumentar la capacidad antioxidante total, reducir la inflamación, la peroxidación de lípidos, ayudando así en la recuperación de la función muscular.
Si la comparamos con otras frutas también se hace con los puestos delanteros. Un estudio del doctor Kerry Huehl, especialista en medicina deportiva, seleccionó a 60 adultos de entre 18 y 50 años de edad. Aquellos que tomaron 300 gramos de zumo de cereza dos veces al día durante 7 días antes y durante el día de una carrera de relevos de larga distancia, experimentaron una disminución significativa de los dolores musculares tras la carrera, en comparación con quienes tomaron zumos de cualquier otra fruta. En una escala de 0 a 10, los corredores que tomaron zumo de cereza como su bebida deportiva, sintieron en promedio su nivel de dolor dos puntos menos que los demás al finalizar la carrera, una diferencia significativa desde el punto de vista clínico.
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