Me llamo Ana Quejo y no sé ni por dónde empezar, así que voy por el principio. Comencé a practicar atletismo en el colegio, se hacían anualmente los Juegos Deportivos con una carrera por el pinar del cole, un poco de baloncesto, un poco de fútbol… Ahí hice mi primera carrera, sería benjamín creo recordar.
Después, como a mitad de curso, se hacía la típica carrera entre los coles de San Lorenzo, luego se sumaban los distintos coles de la Sierra... y así... en una de aquellas carreras se pusieron en contacto con mis padres preguntándoles si quería formar parte de un club. Al principio mi padre intentó que el club fuera de mi pueblo (San Lorenzo) pero por aquellas no había ni interés ni ganas por parte del municipio por lo que empecé a formar parte de la A.D. Marathón, era el año1996. Al principio no solo corría, sino que lo compaginaba con natación y con el mountain bike... no se me daba mal y todo me gustaba.
He competido desde los 9 años hasta prácticamente el día hoy. He hecho de todo... cross, velocidad, concursos... mi primer campeonato de España fue siendo infantil, en Valladolid, allí teníamos que hacer una carrera y un concurso. Corrí los 1.000m en un tiempo de 3’08 y salté 1’47 en altura… quizás no era gran cosa, pero para una chica de San Lorenzo y sobre todo para mí, ¡eso era la bomba!

A partir de ahí acudí a todos los Campeonatos de España de manera ininterrumpida, en las categorías menores corría 400 metros, después pasé a junior y empecé a correr 800 m, después en absoluta ya corrí 1500 m.
En esos años en los que empiezas a viajar por muchos lugares de España solo puedes tener buenos recuerdos. Conoces gente de muchos sitios, “tus rivales” de tanto verlas se convierten en amigas, muchas de ellas en amigas para toda la vida. Pero como dice mi madre “la suerte nunca me ha acompañado mucho”, en la mayoría de los campeonatos siempre quedaba la cuarta, y cuando consigo mi mejor resultado en un Campeonato Absoluto me descalifican por pisar la cuerda en un 1500, ¡ahí es nada, pisar la cuerda! Pero tampoco estaba para quejarme, esto siempre lo he hecho porque me gustaba, nunca he renunciado a nada por el deporte. Mis padres, sin embargo, si que han renunciado a gran parte de su tiempo por llevarme cada fin de semana a las competiciones. Mi padre bajaba de 3 a 4 veces por semana a Madrid y se sentaba en las gradas, silencioso, observador nunca me ha dicho nada sobre mis entrenamientos... se limitaba a llevarme y traerme. Perder el menor tiempo en el coche era fundamental ya que los deberes no se hacían solos y a las 21:15h comenzaba el tiempo de estudiar.
Los años 2009 y 2010 fueron complicados, no acaba de encajar el atletismo en mi vida y di un giro radical. Dejé de entrenar en Madrid y empecé a entrenar con Eduardo Martínez y el grupo de opos, en mi pueblo, en mi casa. Los entrenamientos y mi vida eran muy diferente, por la mañana estudiaba en la Universidad, por la tarde trabajaba dando clase de atletismo y natación y a las 20h me iba entrenar. A las 21:30 ya estaba en casa y casi duchada, ¡no se puede decir que no optimizara el tiempo!

En aquella época, apenas, por no decir nunca, pisaba una pista de atletismo, entrenábamos en la “Recta del Plus”. Allí hacíamos las series, tenía medido desde el 50 hasta el 1000. Los rodajes duraban como mucho 50 minutos y en ellos metía incluso los cambios de ritmos, las cuestas… era la bomba. Eso sí siempre o la mayoría de las veces Edu estaba a mi lado, corriendo conmigo y apretándome las tuercas. Fueron quizá mis mejores recuerdos, Edu, Pepe, Manu me acompañaban siempre y gracias a ellos hice mi mejor marca en 800 (2’07) y fui doble Campeona de España Universitaria (2012 y 2013).
Siempre he compaginado el atletismo con los estudios, con el trabajo, con los amigos... nunca ha sido mi única prioridad. Realmente no se si podría haberlo hecho mejor en cuanto a resultados, pero estoy segura que no podría haber estado mejor rodeada de lo que he estado. Mis padres, mis hermanas, mis entrenadores (Jerónimo Bravo y Edu), mis compañeras, mis amigas, mi grupo.
El deporte, en este caso el atletismo, te enseña sacrificio, constancia, superación, compañerismo y, que por muy deporte individual que sea, no estás solo.
Ahora mis prioridades han cambiado, todo lo que me ha enseñado el atletismo, todo lo que me ha ayudado en mi día a día, intento transmitírselo a mis corredores. Cuando yo entrenaba, el entrenador era una de las personas más importantes de mi vida, el sabía “casi todo” de mí.

No me gusta mucho ponerme en la línea de salida, ya que a día de hoy apenas soy competitiva y para mi sentirme competitiva es un sentimiento muy especial, único. Ahora me gusta acompañar a mis corredores, hacer de liebre en las carreras ayudando a que la gente cumpla su objetivo, pero sé que si no voy a hacerlo “bien” o “medio decente” no me gusta estar en la línea de salida.. es así.
Mi tiempo para entrenar es limitado, mi único objetivo es entrenar un día y el siguiente... una forma diferente de afrontar los entrenamientos porque eso sí, aunque mis entrenos no son de toda la calidad que me gustarían sigo corriendo todos o casi todos los días.
Para mí correr, tanto como atleta que lo practica y como entrenadora, no es solo ir y correr, mandar las series... para mí correr es mucho más. Es el momento del día en el que nos reunimos, conversamos, nos reímos, y después corremos.. pero si es posible “juntos” porque cuando uno está mal hay otra persona del grupo que le sacará la sonrisa y le ayudará a superar el día con otra filosofía.. eso sí, corriendo… porque entrenar hay que entrenar.
Nuestro grupo de Sanus Vitae, es un grupo muy “sano”, somos polivalentes.. podemos correr desde un 400 como hace Ángel y Javi, a hacer carrera de trail como hacen Sonia e Itxi, incluso nos atrevemos con el tri como Dani y Patri.

Luego tenemos muchos que van a estrenarse este año en alguna carrera como Conchi, Marta C, Pilaruki, María B .. y otros que ya son muy experimentados como la adjunta, Isa, Jana, Mar, Cris, Marta B, María E, Carmencita e incluso Menchi. Estos son los más “experimentados” pero también tenemos a los auténticos corredores, aquellos que nunca se habían atrevido a correr y que ahora se han decidido a hacerlo como Maribel. Seguro que me dejo muchos pero entonces el articulo sería eterno. Como veis la mayoría son chicas... pero aún queda.. queda mucho.
Mi consejo es que te des la oportunidad de intentarlo un día más. No siempre salen las cosas como uno quiere a la primera, solamente hay que encontrar el hueco, el momento, el ritmo en el que consigas callar a tu cabeza e ir tú, tú respiración y el sonido de tus zancadas.
Muchas gracias Ana por compartir tu historia con nosotras, nos quedamos con tu último consejo, con esa constancia necesaria para todo lo que nos propongamos.