Las primeras impresiones con las Brooks Levitate 5

Una zapatilla de entrenamiento polivalente, apta para rodajes, progresivos e incluso series no muy exigentes.

Así son las Brooks Levitate 5 que hemos probado.
Así son las Brooks Levitate 5 que hemos probado.

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Mi estreno con las Brooks Levitate 5 llegó acompañado de un condicionante importante: un esguince de grado II en el tobillo que me había dejado en el dique seco durante 15 días y que todavía no me ha permitido explotar todo el potencial de estas zapatillas. Sin embargo, la primera impresión no concede dudas: con este modelo nos vamos a divertir.

Como uno no quiere correr riesgos en su recuperación, las Levitate 5 han recibido poco tute, y además progresivo. Primero, 5 minutos de trote. Luego, 10. El tercer día, 15; y en los siguientes, ya 20, con licencia para acelerar las piernas sin pasarse de rosca. Está claro que estas Brooks tienen mucho más jugo que exprimir, pero iremos poco a poco.

A pesar de tener el tobillo débil, sobre todo en las primeras carreras, con las Levitate 5 lo he encontrado sorprendentemente reactivo: no por nada se trata del buque insignia de la línea Energize de la firma estadounidense, la que engloba los modelos más elásticos de la compañía. En mi caso, he probado la versión clásica de las Levitate 5, con la lengüeta y el collar más típicos, que me sujetaron el tobillo a la perfección. También existe la versión StealthFit, con forma de calcetín como en la Levitate 4 y anteriores.

En cuanto a ritmos, he rodado con ellas entre 4:50 y 4:40/km, progresando en los últimos entrenamientos hasta completar algún kilómetro en cuatro minutos pelados. La mediasuela DNA AMP promete “un alto retorno de energía” y cumple con lo pactado. El rebote se siente en cada zancada tanto a ritmos más suaves como a paso vivo.

Así es el upper de las Brooks Levitate 5
Así es el upper de las Brooks Levitate 5.

UNAS ZAPATILLAS PARA EL DÍA A DÍA

Habría que apuntar que soy un corredor tirando a ligero (64 a 68 kg, según la época del año) y que me gusta rodar con modelos no demasiado amortiguados que me permitan darle algo de caña sin notar cómo me hundo. En ese aspecto, las Brooks Levitate 5 se amoldan a la perfección a lo que le pido a unas zapatillas para entrenar en el día a día.

Una vez me haya recuperado por completo del esguince, no me cuesta imaginar rodajes más largos (no para una tirada larga en maratón, pero sí 10 o 12 km) en progresión en los que me vea cómodo acabando por debajo de cuatro minutos con ellas. Lo mismo para hacer rectas y cuestas, e incluso alguna serie que no sea demasiado exigente.

Sin embargo, esa mediasuela DNA AMP que a mí tan bien me viene puede resultar demasiado dura para corredores más pesados. Rodando por encima de 5:00/km apenas sacarás partido a su reactividad, aunque puede venirte perfecta para los días de series.


Así son las Ghost 14, una zapatilla muy versátil también de Brooks.

 

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