Antes de participar en una carrera, es posible que sintamos el efecto de los nervios en nuestro organismo. La proximidad de la competición, después de todo, puede traer consigo todo tipo de dudas e inquietudes que no nos dejarán descansar y que, en consecuencia, resultarán más contraproducentes. Por supuesto, hemos de comprender que este tipo de pensamientos son perfectamente normales, pero no por ello deberíamos dejar que nos quiten el sueño. Por eso, vamos a ver algunas formas de actuar para lidiar con nuestros pensamientos y para calmar los nervios antes de participar en una carrera.
Familiarízate con el recorrido
La incertidumbre suele ser una de las principales fuentes de inquietud. Por eso, contar con toda la información disponible será una forma eficaz de aplacar los nervios. Si vamos a realizar un recorrido algo extenso, podemos recorrerlo con anterioridad para que nos resulte más familiar. De este modo, sabremos qué tramos son más complicados, y estaremos preparados para lo que venga.
Déjalo todo preparado
La planificación puede traer consigo cierta calma y, si lo dejamos todo el material preparado con antelación, podremos dejar de pensar en ello. Así, será útil tener lista la ropa y las zapatillas el día antes, así como otros elementos que puedas necesitar, como la gorra, la vaselina o los geles. También deberíamos comprobar la alarma del despertador. Un consejo, en este aspecto, es poner dos relojes. De este modo, no estaremos sufriendo por si la alarma no suena.
Distráete
Una vez lo tengamos todo listo, habrá llegado el momento de olvidarnos un poco del tema. Para ello, lo mejor será encontrar alguna forma de distracción que nos mantenga ocupados y nos motive. Hay quien recurre a los casinos, ya que encuentra diversión y emoción con tragamonedas en línea o con otras modalidades, como los dados o la ruleta en vivo. El juego puede ser muy efectivo para evadirse, aunque también contaremos con otras fórmulas, como ver una película, pasear, hacer manualidades o leer un libro. Este es un aspecto muy personal, así que elegiremos según nuestras preferencias.
No te compares
Otra fuente de inquietud puede venir por el hecho de compararnos con otros competidores. ¿Nos preocupa que otros sean mejores? ¿Creemos que no estamos a la altura? Llegados a este punto, no tiene sentido plantearse esas dudas, así que lo mejor será evitar compararse con los demás. Lo que debemos hacer, en todo caso, es medirnos en función de nuestros propios objetivos, sin tener en cuenta lo que hagan otros corredores.
Tómate una ducha
Cuando llegue la mañana del día en cuestión, los nervios pueden acrecentarse. Lo que debemos hacer, en estos casos, es abrazar el presente. Es decir, dejemos de pensar en el pasado, preocupándonos por el entrenamiento, o en el futuro, sufriendo por el resultado. En este sentido, tomar una ducha caliente, pero dejando correr el agua fría al terminar, nos despejará la mente mientras nos ayuda a calentar los músculos.
