Si quieres evitar el dolor de espalda, algunas veces lo más eficaz es recurrir a la prevención. Dentro de ella, la llamada higiene postural es un elemento clave. Si permaneces mucho tiempo sentado, intenta mantener la espalda recta y bien apoyada, además de moverte con relativa frecuencia y levantarte de la silla para que los músculos de la espalda no se agarroten.
En el caso de que te duela la espalda tras hacer ejercicio, debes vigilar también qué postura adopta la columna, las vértebras y los hombros cuando haces dicha actividad física. Controlar la posición, tanto en ejercicios dinámicos como en otros estáticos, es fundamental para cuidar la salud de tu espalda. Recuerda: mejor prevenir que curar.
Estos ejercicios te ayudarán a aliviar el dolor de espalda
Sin embargo, si ya es demasiado tarde y no has conseguido evitarlo, hay varios ejercicios muy sencillos para aliviar el dolor de espalda. Basta con dedicar unos pocos minutos al día para mejorar su estado. A continuación, te dejamos tres ejemplos.
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En el primero, solo tienes que tumbarte en el suelo, con la espalda totalmente recta, las rodillas flexionadas y las plantas de los pies apoyadas. Sube las rodillas hasta el pecho y bájalas de nuevo, repitiendo este movimiento varias veces y a un ritmo muy suave. El objetivo principal de dicho ejercicio es que la espalda quede totalmente recta.
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Para el segundo, colócate erguido, con los pies ligeramente separados y las manos en las lumbares. Sin mover las piernas, inclina la espalda ligeramente hacia atrás. Repite también este ejercicio varias veces y trabaja a un ritmo más comedido para no forzar la zona.
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Para el tercer ejercicio necesitarás el apoyo de una silla, motivo por el cual es ideal para hacerlo mientras trabajas. Mantén la espalda recta y sube las piernas, una en cada ocasión, hasta llegar a una altura por encima de las caderas.
Otras soluciones para aliviar el dolor de espalda
Si estos ejercicios no te ayudan y las molestias perduran, la fisioterapia puede ser tu aliada. Unas pocas sesiones de masaje pueden contribuir a calmar el dolor de espalda, siempre y cuando provengan de un experto en la materia. Los antiinflamatorios de venta libre también son otra opción, pero no olvides que se trata de una medicación que camufla los síntomas y que, aunque te alivian de forma rápida, es temporal y el problema persiste.
Consulta con tu médico para que evalúe si el dolor de espalda es transitorio o procede de una lesión que debes tratar a la mayor brevedad. Si continúas haciendo deporte con la espalda en mal estado, el problema solo irá a más. Ponle solución cuanto antes.