Puede que creas que corres por salud, por mejorar marcas o por presumir de dorsal en redes, pero tu cerebro sabe algo que quizá tú no: corres porque te lo pide la dopamina. Esta molécula, famosa por su papel en la motivación y el placer, es una de las razones biológicas más potentes por las que un corredor pasa del “hoy no me apetece” al “vamos allá”. A diferencia de las endorfinas, que son como una manta cálida al final de la carrera, la dopamina es el despertador químico que te impulsa antes incluso de empezar. Está detrás de la planificación de tus entrenamientos, de esa ilusión por estrenar zapatillas nuevas y del subidón que sientes cuando marcas un nuevo récord personal. Entender cómo funciona no solo te ayudará a disfrutar más de cada zancada, sino también a entrenar con la cabeza —y no solo con las piernas—.
Qué es la dopamina y por qué le importa a un corredor
La dopamina es un neurotransmisor producido principalmente en una zona del cerebro llamada sustancia negra y en el área tegmental ventral. Aunque en la cultura popular se le ha apodado “la molécula del placer”, la ciencia ha demostrado que su papel principal no es tanto darte felicidad como hacer que la busques. Para un corredor, esto significa que la dopamina es la que dispara ese deseo de salir a entrenar, incluso cuando llueve o hace calor. Actúa como un sistema de “predicción de recompensas”: cuando anticipas la sensación de terminar una tirada larga o batir tu marca, la dopamina ya está trabajando.
Dopamina vs endorfinas: el dúo dinámico del corredor
- Endorfinas. Se liberan sobre todo después del esfuerzo, y reducen la percepción del dolor. Son como el masaje posterior a la carrera.
- Dopamina. Se activa antes y durante, manteniéndote motivado. Es como el entrenador personal interno que te dice “un kilómetro más”.
En otras palabras: las endorfinas te hacen sentir bien después; la dopamina te impulsa antes y durante. Sin dopamina, probablemente no llegarías a la fase en la que las endorfinas hacen su magia.
Cómo influye la dopamina en tu entrenamiento
Motivación a corto y largo plazo
La dopamina se dispara no solo cuando logras un objetivo, sino también cuando lo anticipas. Si tienes un plan de entrenamiento con metas claras, cada paso hacia ellas genera pequeñas liberaciones de dopamina, reforzando el hábito.
La importancia de la novedad
Cambiar de ruta, probar un entrenamiento diferente o apuntarte a una carrera en un lugar nuevo puede elevar la dopamina. La rutina excesiva, en cambio, tiende a reducirla.
El papel del descanso
Curiosamente, entrenar en exceso puede “quemar” el sistema dopaminérgico, dejándote sin ganas de correr. Alternar sesiones intensas con descanso es clave para mantenerla en niveles saludables.
Cómo aumentar tu dopamina de forma natural al correr
- Pon objetivos realistas: No intentes pasar de 5 a 42 km en un mes. La dopamina responde mejor a metas alcanzables.
- Celebra los pequeños logros: Cada entrenamiento completado es un mini estímulo dopaminérgico.
- Introduce variedad: Cambia música, rutas o entrenamientos para mantener el interés del cerebro.
- Entrena con otros: La interacción social también activa circuitos dopaminérgicos.
- Cuida tu alimentación: Alimentos ricos en tirosina (como plátanos, almendras o legumbres) ayudan a producir dopamina.
Un vistazo esencial para llevar en la mochila del corredor
A veces, entre tanta teoría y neuroquímica, viene bien tener una brújula sencilla que nos recuerde lo importante. Aquí tienes, condensado en pocas líneas, lo que la dopamina hace por ti cuando corres y cómo puedes ayudarla a trabajar a tu favor.
Función principal |
Momento de acción |
Cómo potenciarla |
Motivación y anticipación | Antes y durante correr | Objetivos claros, novedad |
Refuerzo de hábitos | Durante y después | Pequeñas recompensas |
Regulación del placer | Durante la actividad | Disfrutar el proceso |
Si las endorfinas son el abrazo después de la carrera, la dopamina es la chispa que impulsa el motor antes de salir. Es la que te hace mirar el reloj a las 7 de la mañana y decir “hoy toca entrenar”, aunque la cama te esté cantando baladas de amor. Entender su papel te permite entrenar no solo para mejorar tu físico, sino para mantener viva esa ilusión que hace que correr sea algo más que un ejercicio: lo convierte en un estilo de vida.