La pronación, las lesiones y el calzado en el running

Si la pronación lesiona y si hay que llevar una zapatilla de estabilidad para ello es un debate no resuelto por las marcas deportivas.

La pronación, las lesiones y el calzado en el running
La pronación, las lesiones y el calzado en el running

El control de la excesiva pronación es un tema que ha acompañado al calzado de running desde hace muchos años. Junto con la amortiguación del impacto, es una de las principales variables analizadas en el calzado de carrera en numerosas publicaciones científicas. Ya en 1982 podemos encontrar un artículo que analiza el uso de plantillas para controlar la pronosupinación y que cuestiona su efectividad. Además, desde el año 1975 hasta 1990 podemos encontrar más de 30 artículos relacionados con la pronación en las principales bases de datos científicas. Antes de continuar debemos describir qué es la pronación del pie. Este movimiento complejo del tobillo es la combinación de tres movimientos: flexión, abducción y eversión del pie. La pronación hace que el tobillo caiga hacia dentro, hacia la zona del dedo gordo y que el arco plantar se aplane. La supinación es el movimiento opuesto, compuesto por tres movimientos igualmente: extensión, aducción e inversión del pie. Los guepardos presentan un movimiento de prono-supinación similar al de los humanos. Destaco este dato porque antes de continuar debemos saber que la pronación del pie en la carrera es normal, la gran mayoría de los corredores en cierta medida prona el pie durante el apoyo. Este movimiento es una de las estrategias del pie para adaptarse al contacto con el suelo. Después de estos apuntes que ayudan a contextualizar el tema cabe plantearse algunas preguntas:

¿Los corredores con una pronación mayor tienen más riesgo de sufrir lesiones?

En la literatura científica podemos ver diversas variables de estudio relacionadas con la pronación: la pronación máxima y la velocidad de pronación del pie. Algunos estudios concluyen que la excesiva pronosupinación supone un factor de riesgo de algunas lesiones típicas de los corredores, como fracturas por estrés o dolor en la rodilla. Sin embargo, otros estudios apuntan en la dirección opuesta. Como ejemplo destaco un estudio de 2014 que incluyó a más de 900 runners de todo tipo, entre ellos más de 150 pronadores. Este artículo concluye que la pronación no está asociada a un riesgo mayor de sufrir lesiones. Me gustaría destacar que después de tan solo un año de seguimiento, casi un 30 % de los runners que participaron en el estudio se lesionaron. Un porcentaje altísimo que al mezclarse con otros factores puede enmascarar el papel de la pronación en la generación de lesiones. Así que el debate sigue abierto desde mi punto de vista.

¿Puede el calzado y la técnica de carrera modificar la pronación de pie?

Hay muchos estudios que concluyen que el calzado diseñado para controlar la pronación influye en algunas variables biomecánicas como la velocidad de la pronación del pie o el esfuerzo de las articulaciones durante la carrera. Por otro lado, en un estudio no publicado que lideré hace unos años concluimos que la técnica de carrera de retropié (“correr de talón”) está asociada a una mayor pronación del pie. Esto puede ser debido a que el apoyo de talón también está asociado a un peor control neuromuscular y una peor acción del pie en el despegue.

¿Cuáles son tendencias actuales para controlar la pronación desde la industria del calzado?

A pesar de los resultados contradictorios en cuanto a la asociación entre prevención de lesiones, pronación y calzado deportivo, las marcas siguen diseñando zapatillas para controlar la pronación.

Hasta ahora la estrategia más extendida entre las marcas deportivas para controlar la pronación ha sido la colocación, en la zona del talón, de un material más duro que en el resto de la mediasuela, con el objetivo de ayudar al pie a frenar y controlar la pronación. Si se analiza el altísimo número global de runners lesionados anualmente y los resultados tan dispares de los estudios científicos, es fácil concluir que dicha estrategia no está obteniendo los resultados esperados. Todo esto ha sido recientemente reconocido de manera pública por una de las marcas líderes del sector, la cual admite que después de más de 40 años no han conseguido los resultados esperados y que las lesiones siguen siendo el problema número uno del running.

Para tratar de mejorar esta situación encontramos dos estrategias que, si se me permite la expresión, “huelen a lo mismo”. Por un lado, Nike opta por la colocación de un nuevo material muy blando, buscando amortiguación y más ancho buscando  estabilidad. Todo ello ayudado por el “heel clip”, la versión actualizada de los contrafuertes tradicionales. La marca ofrece como positivo un resultado obtenido de un estudio propio publicado en su web, según el cual después de 12 semanas de uso, el 14,5 % de los runners se lesionaron con la nueva zapatilla frente al 30,3 % que se lesionaron con las Nike Air Zoom Structure. Al ver este resultado y sabiendo que es un estudio que dura únicamente tres meses, me surgen dos preguntas: ¿es ese 14,5 % un valor de éxito para esta marca deportiva? ¿Qué pasará después de un año? Lo esperable es que este porcentaje suba. En mi opinión, una situación para nada deseable.

Otra solución que llegó al mercado es la propuesta de Decathlon. En 2016 publicaron un estudio desarrollado durante seis meses que incluía a 372 runners, que concluye que los runners pronadores que no llevaban zapatillas que controlan la pronación tenían más riesgo de sufrir lesiones. La solución por la que apuesta la marca francesa es la colocación de material (EVA) más duro y de una pieza de plástico rígido en la parte interna del mediopié y antepié, tal y como se puede apreciar en la figura extraída de dicho artículo (Malisoux et al., 2016).

Estructura para ganar estabilidad propuesta por Kalenji
Estructura para ganar estabilidad propuesta por Kalenji

Figura 1. Extraído de: Malisoux, L., Chambon, N., Delattre, N., Gueguen, N., Urhausen, A., & Theisen, D. (2016). Injury risk in runners using standard or motion control shoes: A randomised controlled trial with participant and assessor blinding. British Journal of Sports Medicine, 50(8), 481–487. La referencia aquí.

Consejos para corredores:

Una vez explicado todo lo anterior, aquí van mis consejos para todos los runners:

  • Debemos cuidar más la técnica de carrera que las zapatillas que llevamos en los pies. Una buena técnica nos va a permitir controlar mejor todos los movimientos del pie, incluida la pronación.
  • Para la prevención de lesiones con las que se relaciona la excesiva pronación es fundamental que entrenemos la preparación física de la fuerza específica de los pies supervisada por un profesional del deporte. Un pie fuerte y ágil está mejor preparado para controlar sus movimientos.
  • No hay consenso en cuanto a si la pronosupinación es un factor de riesgo o no en lesiones típicas del running, en mi opinión si tenemos una excesiva pronación del pie debemos vigilarla, no digo limitarla, sino hacer seguimiento para verificar que no está provocando dolores ni molestias.
  • La elección de cierto tipo de calzado puede suponer un apoyo al runner para controlar la pronación, sin embargo, no lo debemos poner como el protagonista

El Dr. Javier Gámez (@JavierGamezPaya) es el creador del método CORREconCIENCIA (@correconciencia) y es profesor acreditado de la Universidad Europea.

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