Es la novata. Nunca antes ha defendido a España Atletismo en categoría absoluta y llega a Múnich 2022 como campeona de España de 800 metros. Es Lucía Pinacchio y pese a sus 19 años demuestra un gran dominio de las ideas y las palabras. Sabe lo que quiere, visualiza su futuro.
Y no es fácil, más teniendo en cuenta la empresa que tiene por delante. Al Campeonato de Europa llega con la 33ª mejor marca de las 35 participantes. Avanzar de ronda parece una quimera, pero sabe que las dos vueltas a la pista cuentan con una particular idiosincrasia que permite soñar y apurar opciones pese a que el historial personal diga lo contrario. Por eso cree, incluso, que puede estar en la final. Con muchos condicionantes, sí, pero sabiendo que la puerta nunca esta cerrada cuando se trata de competir contra las mejores mediofondistas de Europa.
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Es tu primera internacionalidad absoluta. ¿Cómo valoras este éxito?
Como un sueño. Para mí era algo que era inimaginable, al menos en un plazo tan corto. Tengo 19 años y estar con las mejores europeas es un sueño.
Este año has hecho 2:02.52 como marca personal, una marca con la que antes no se accedía a estos campeonatos. Eso sí, has sido muy regular sobre ese tiempo, corriendo tres veces por debajo de 2:03. ¿Te gusta el sistema del World Ranking, gracias al cual estás en Múnich?
Estoy a favor del sistema tradicional y creo que el sistema de puntos puede ser injusto. Desde mi punto de vista, es más fácil tener una mínima y que con ello consigas la clasificación. Evidentemente no estoy totalmente en contra del nuevo sistema ya que sin él no estaría en Múnich.
Un sistema con el que también mucha gente se ha quedado fuera.
Me sabe mal por esos atletas por el hecho de que podríamos haber sido Marina (Martínez) o yo. O mi compañera de entrenamiento Águeda Muñoz. Estábamos en la misma situación que mucha gente que se ha quedado fuera.
¿Cuál ha sido la clave para que este año hayas estado tan sólida en esos 2:02-2:03?
La constacia y la confianza en mí misma, sabiendo siempre que tenía que dar lo mejor de mí. También mucha estabilidad también a nivel mental. He aprendido que hay que tener ese equilibrio en lo personal, en lo deportivo, en lo familiar... y he llegado a ese punto este verano. Podríamos decir que todo ha ido fluyendo durante la temporada.
¿Y qué necesitas para correr más rápido?
Tener una buena carrera. Una carrera rápida y que me achuchen como dice Arturo (Martín, su entrenador). Además es que sé que puedo hacerlo.
La gran favorita en los 800 metros, Keely Hodkingson, es de tu edad. ¿Cómo valoras ese hecho?
Como le dije a Arturo, ojalá me toque con ella en la eliminatoria porque sería cumplir otro sueño. Quiero ver qué hace con su cuerpo y sus piernas para correr en esas marcas. Quiero ver en persona esa facilidad.
Siendo realistas, ¿cuál es el objetivo con el que vienes a Munich?
Además de disfrutar, aprender y coger experiencia de cara a los próximos años a nivel internacional, quiero meterme en semifinales.
Me he mentalizado todo este tiempo de que me tiene que dar igual la carrera.
¿Y siendo soñadores? ¿Hay algo que no descartes?
Por poder me puedo meter en la final. Se tendrían que dar muchas circustancias: la carrera, las rivales en las eliminatorias y semifinales, que yo tenga los dos días buenos, que me recupere bien… Pero mira Adrián Ben en Doha. Por poder, puedo.
Últimamente en el mediofondo femenino se especula muy poco a nivel internacional. Las carreras casi siempre son rápidas. ¿Quieres que tu serie sea rápida o prefieres algo lento, donde al final puedas rematar?
Me da igual. Es que me he mentalizado todo este tiempo de que me tiene que dar igual la carrera. Sea rápida o lenta, quiero ser competitiva toque lo que toque. La carrera no va a ser la que yo desee y estoy preparada para cualquier cosa.
Este año has sido la mejor ochocentista española hasta el momento pero siempre parecías estar en un segundo plano con respecto a atletas de tu generación como Marina Martínez o Daniela García, al menos para gran parte de los aficionados. ¿Te afectó eso en algún momento de tu corta carrera deportiva?
Creo que nunca se me ha tenido igual de valorada. Al menos con respecto a las ochocentistas. Lo he notado y no es que me haya afectado porque yo tengo que contar con la gente que quiero, que son mi familia y mis amigos. Yo he seguido trabajando y lo he hecho porque a mí me gusta esta vida y no por lo que pueda pensar de mí la opinión pública.
El sistema de ayudas es muy importante. Si no gano un duro me tengo que poner a trabajar.
El 800 femenino español es una distancia que lleva mucho sin tener una gran especialista internacional asentada durante años. La última fue Mayte Martínez. ¿Crees que vuestra generación puede cambiar eso?
Sí que lo creo. Marina, Daniela, Lorena (Martín), yo… Tener esa rivalidad en España nos va a hacer crecer muchísimo más. Nos va a hacer dominar la prueba y que podamos estar asentadas en la élite a nivel internacional.
¿Qué necesitáis?
Tiempo y trabajar como sabemos. Y recursos. El sistema de ayudas nos puede proporcionar más estabilidad económica, saber que contamos con apoyo… ese es un factor muy importante y a veces no queremos hablar mucho del tema pero es la realidad. Si no gano un duro me tengo que poner a trabajar. Aparte de que te guste esta vida necesitas apoyo económico.
¿Te ves corriendo por debajo de dos minutos en el futuro?
Sé que va a llegar algún día. No le doy muchas más vueltas porque tengo la sensación de que puede ser en cualquier momento.
Esa confianza seguro que te la han proporcionado los entrenamientos. ¿Cómo llegas en ese sentido a Múnich?
Yo no me fijo mucho en los tiempos y simplemente hago lo que me manda Arturo. Pero sí que es verdad que después de las últimas semanas entrenando en Segovia me habló y me dijo que estaba muy bien, que tenía que aprovechar la oportunidad. Y yo con eso me quedé muy tranquila.
