El mercado de fichajes de atletismo a nivel internacional está al rojo vivo. Después de los Juegos Olímpicos de París, las marcas deportivas han vuelto a dar otro paso de gigante y han apostado al máximo por algunos atletas con la mirada puesta en Los Ángeles 2028, sabedores de la gran repercusión que tendrán unos Juegos disputados en Estados Unidos.
La tendencia del mercado del atletismo ha ido al alza desde los Juegos Olímpicos de Tokio, cuando la irrupción de marcas como On, Puma, Hoka o Brooks rompió la estructura habitual de fichajes y, sobre todo, la cuantía de los mismos. Desde aquellos Juegos hemos ido sabiendo cifras de contratos que hasta ese momento resultaban disparatadas, sobre todo en atletas que formaban parte de la clase media de nuestro deporte.
El atletismo ha dejado de ser una oposición
Como si de una oposición a la función pública se tratara, los atletas sabían que si alcanzaban un nivel determinado ganarían X dinero en una horquilla relativamente limitada. Por ejemplo, un atleta español de 13 minutos en 5000 metros, con opciones de ser finalista olímpico y medallista europeo podía ganar entre 50.000 y 70.000 euros al año por parte de una marca deportiva. Ahora esa cifra es mucho más volátil y en función del interés de la marca deportiva puede ir desde los 30.000 euros hasta los 180.000.
Después de los Juegos Olímpicos de París, la tendencia marcada desde Tokio se ha exagerado todavía más y los atletas están viendo cómo sus contratos son mucho más dispares que antaño.
Sin ningún lugar a dudas, el aspecto más determinante a la hora de firmar los contratos con marcas deportivas es el nivel del atleta, pero también es especialmente importante la edad del deportista. Por ejemplo, de cara a 2028 las marcas están poniendo el límite para las pruebas en pista en atletas nacidos en 1998, quienes tendrán 30 en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. Para pruebas como el maratón el límite es algo más amplio y aunque siempre hay excepciones, será extraño ver contratos elevados en maratonianos que hayan nacido antes de 1994 o 1995.
El contrato de Jimmy Gressier con Kiprun
Aunque en el mercado español apenas ha habido movimientos en este final de 2024, en Europa se está produciendo un gran número de fichajes entre distintas marcas. Pero si hay un rumor que está circulando por encima de cualquier otro es el del fichaje del fondista francés Jimmy Gressier por Kiprun, la línea de running de Decathlon.
Según las distintas informaciones que están circulando, el atleta podría haber firmado un acuerdo de un millón de euros anuales, lo que le convertiría en uno de los atletas mejor pagados del mundo sin ser ni siquiera medallista europeo en pista. Gressier, eso sí, es uno de los iconos del atletismo francés y además es natural del departamento de la Alta Francia, donde tiene su sede Decathlon.
Por este motivo el fichaje de Gressier, que dejaría Nike, la marca a la que ha estado vinculado desde que fuera el mejor fondista Sub 23 de Europa, es uno de los más ejemplarizantes de la nueva realidad del mercado del atletismo, donde los logros deportivos no son tan determinantes como antaño y en el que las marcas buscan ese "algo más" que muchas veces es tan difícil de definir y de encontrar.