A prueba | Zapatillas Brooks Ghost 17 para mujer

Reconozco que las expectativas están muy altas cuando las zapatillas Brooks Ghost 17 llegan a mis pies: la experiencia me dice que esta marca hace bien las cosas… y que debo pedir un número más del habitual.

Noemí Alonso

Probamos las Brooks Ghost 17 para mujer
Probamos las Brooks Ghost 17 para mujer

Cuando probé las primeras zapatillas de la compañía americana, me di cuenta de que el tallaje era pequeño, así que no me la juego con las Brooks Ghost 17 y escojo un número más de lo que sería habitual. El momento de ponérmelas es un poco tenso: ¿y si justo en este modelo han corregido las medidas? Vaya, pues no. Mi decisión ha sido buena.

Este detalle quizá parezca trivial (son muchas las personas que necesitan un número mayor en su calzado deportivo), pero no lo es en este caso, ya que estas zapatillas cuentan con cierta cantidad de reseñas en las que se indica que el tallaje, precisamente, no es su punto fuerte. Por suerte, la solución es sencilla; una vez resuelto ese punto, podemos empezar a entrenar para fijarnos en las sensaciones que transmiten (sabiendo que la opresión no será una de ellas).

Me gusta que no sean especialmente ligeras (pesan 255 gramos, ni mucho ni poco), ya que tenerlas en la mano resulta reconfortante; el empaque que proporcionan es agradable. 

También transmiten una solidez tranquilizadora cuando te las pones, como diciendo: “estamos aquí y no vamos a fallar”. 

Los detalles marcan la diferencia: no luchas para meter el pie, los cordones se deslizan fácilmente en los ojales, todo ajusta bien (gracias al upper rediseñado, que aporta más estructura al conjunto). Al tacto, el refuerzo del talón me había parecido demasiado rígido, pero su almohadillado interior es suave y ofrece una sujeción muy correcta (al menos, por lo que se aprecia en los primeros pasos). Comienzo a trotar.

Aunque se supone que el tipo de soporte es neutro, me da la sensación de que las Ghost 17 están más bien pensadas para pronadores; al principio, mi pisada no es 100 % natural. Pero muy pronto, todo encaja y el pie apoya en toda su extensión sin movimientos extraños. Los refuerzos no rozan, la talla es perfecta y la amortiguación hace que rebotes alegremente hacia la siguiente zancada. Detengámonos aquí un momento.

Por mi físico, nunca he necesitado una suela “gorda”, quizá por eso las sensaciones que me transmiten las Brooks Ghost 17, con todas sus virtudes, me parecen tan lejanas, tan acolchadas. Como cuando un coche lleva unos neumáticos de perfil alto y no te dejan sentir bien lo que hay en la carretera; eso es lo que me pasa con estas zapatillas de running para mujer. ¿Son cómodas? Muchísimo. ¿Efectivas? También. Pero las percepciones llegan demasiado amortiguadas (valga la redundancia) y eso me resta un poco de confianza en la pisada.

Hay que tener en cuenta que la marca estadounidense ha añadido amortiguación con nitrógeno infusionado en el talón y en la parte delantera de la suela, bajo la almohadilla, con el fin de que el confort sea mayor y de ayudar al dinamismo. No se puede negar que lo consigue, porque proporciona un rebote que te lleva sin brusquedad de una a otra zancada. Pero lo hace a costa (al menos, bajo mi experiencia) de suavizar en exceso las impresiones que se transmiten. 

Detalles y suela de las Brooks Ghost 17
Detalles y suela de las Brooks Ghost 17

Aunque las zapatillas Ghost 17 para mujer están pensadas para correr sobre asfalto, no me resisto a la tentación de rodar un poquito por las pistas de tierra de un parque cercano. Aquí las “no sensaciones” se amplifican, si bien sale a relucir el buen trabajo realizado en la suela de estas Brooks: las ranuras flexibles, que aportan comodidad en carretera o en las aceras, se adaptan a las irregularidades del terreno permitiendo que pises con aplomo. 

Con todo esto en mente, llego a la conclusión de que no me sería complicado adaptarme a ellas, pero quizá las reservaría para tiradas medias a un ritmo no muy alto, donde agradecería más ese confort de la amortiguación sostenida. Hay luces y sombras, cierto, pero la buena noticia es que, si te decides por ellas, tienes 90 días para probarlas y devolverlas si no te convencen, según la política de Brooks. Personalmente, voy a darles otra oportunidad.

Precio: 150 € 

Correr no siempre significa desconectar

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