El lunes 23 de abril de 2001, Paula Radcliffe se sentó frente a la prensa internacional en Londres —a un lado, Derartu Tulu; al otro, Ingrid Kristiansen, casi nada— y dejó caer la bomba: dentro de un año debutaría en maratón en la capital británica y lo haría con la intención de devolver al Reino Unido la corona de una carrera que ya había conocido tres ganadoras ‘locales’; la última, una de sus referentes, Liz McColgan, en 1996.
Dave Bedford, entonces director de carrera del maratón, resaltó ese día la importancia de que Londres tuviera una campeona británica, y por ello lo había apostado todo al caballo de Radcliffe, que acababa de ganar el oro y la plata mundial en cross largo y corto.
El 2:15:25 de Radcliffe en Londres es una de las exhibiciones más salvajes que se recuerdan.
El órdago le salió bien a Bedford. En su primer contacto con Filípides, en abril de 2002, Radcliffe no solo ganó Londres, sino que batió el récord del mundo en una carrera de solo mujeres con 2:18:56. Paula logró la plusmarca mundial absoluta en Chicago a finales de ese mismo año, y en 2003 regresaría a Londres para reventar su propio récord mundial y dejarlo en un estratosférico 2:15:25 que duraría 16 años. Aquel maratón, una de las exhibiciones más salvajes que se recuerdan, fue la carrera del millón de dólares, la cifra que se embolsó Radcliffe entre fijo, premio por ganar y bonus de la organización y de sus patrocinadores por la plusmarca global.
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Radcliffe todavía volvería a ganar una tercera vez en Londres. Fue en 2005, cuando a pesar de verse obligada a hacer sus necesidades en plena carrera se llevó el triunfo con un amplísimo margen de cinco minutos y ocho segundos, batiendo de paso el récord mundial en carreras de solo mujeres con 2:17:42.
Diecisiete años después de la última victoria de Radcliffe en 2005, en las ‘Islas’ continúan esperando a que otra británica ocupe el trono del Maratón de Londres.
McColgan, la segunda de su nombre
Los aficionados locales albergan la ilusión de que Eilish McColgan se arrope en la ‘Union Jack’ en un futuro a corto plazo. Su madre, la legendaria Liz McColgan, ya ganó en Londres en 1996 con un tiempo de 2:27:54, sumando así su tercer ‘Major’ tras Nueva York 1991 y Tokio 1992. Antes que ella, Joyce Smith había inaugurado el palmarés británico en la primera edición del Maratón de Londres, en 1981.
Con 43 años, Smith batió el récord absoluto de Reino Unido con 2:29:57 y se convirtió en la primera mujer del mundo en bajar de dos horas y media después de haber cumplido los 40. En la siguiente edición, en 1982, la londinense repetiría victoria y récord nacional con 2:29:43. La plusmarca británica le duró dos años a Smith, que tuvo que esperar otros siete años a que una compatriota le sucediera en lo más alto del podio frente a Buckingham Palace.
Tuvo que ser Véronique Marot en 1989, fijando además un récord de Gran Bretaña (2:25:56) que duraría 13 años… Hasta el debut de Radcliffe. Un registro que además aún continúa como la quinta mejor marca del ranking británico de todos los tiempos.
En los dos últimos años Eilish McColgan le ha arrebatado a Radcliffe cinco récords de Gran Bretaña.
¿Puede Eilish McColgan recuperar la corona británica en Londres? Parece complicado, pero si hay una atleta capaz de lograrlo es la escocesa. En las últimas cinco ediciones el triunfo a orillas del Támesis ha estado carísimo, siempre por debajo de 2:19 (2:18:58 en 2020) e incluso en 2:17:01 en 2017. Hace 13 años que no gana una atleta nacida en Kenia (10 victorias) o en Etiopía (dos).

Probablemente, McColgan debería mejorar el debut de Radcliffe y sus 2:18:56 para ganar en 2023. Eso sí, su trayectoria en la pista y la ruta le avala. En los dos últimos años Eilish le ha arrebatado a Radcliffe cinco récords de Gran Bretaña: los de 5000 (14:28.55), 5K (14:45), 10K (30:19), 10 millas en ruta (50:43) y medio maratón (1:06:26). Los de 10K y 10 millas son, además, récords de Europa. Además, en 2022 ha hecho doblete oro-plata en 10.000-5000 en los Juegos de la Commonwealth y plata-bronce en las mismas distancias en el Europeo de Múnich.
McColgan había planeado su esperadísimo debut en los 42 kilómetros para este domingo en Londres, “una carrera muy especial” para ella y su familia, pero la gran cita tendrá que esperar al próximo mes de abril, cuando Londres recupere su fecha habitual (se desplazó a octubre desde 2020 por la pandemia). El pasado 2 de septiembre, la escocesa anunciaba “tristemente” en sus redes sociales que no correría en Londres “debido a unos problemas inesperados con el azúcar en sangre durante los avituallamientos en las tiradas largas” sin tiempo suficiente como para subsanarlos con garantías antes de la gran cita. Joyce, Véronique, Liz y Paula la esperan con los brazos abiertos.
