El equipo de CORREDOR\ sigue trabajando con gran esfuerzo e ilusión para manteneros informados. Si quieres apoyar nuestro periodismo y disfrutar de las ventajas de hacerte prémium, suscríbete a nuestra web aquí (el primer mes es gratuito*).
Todavía se oyen los ecos de los últimos himnos nacionales. Las emociones de miles de deportistas de todo el mundo son un mar de muestras de lo que supone participar en unos Juegos Olímpicos, el mayor evento deportivo a nivel global de los que se disputan sobre el planeta Tierra.
Muchos son los deportistas que han sobresalido sobre el resto. Son varios los atletas que han destacado sobre sus compañeros en cuanto a prestaciones, ya por el hecho de vencer, ya por haberlo hecho con marcas de relumbrón, muchas de las cuales quedarán grabadas en los libros de registros durante mucho tiempo.
Una de esas atletas es Allyson Felix… (pausa porque me he puesto en pie durante cinco segundos). La atleta estadounidense, nacida en Los Ángeles el 18 de noviembre de 1985, se ha convertido en la segunda atleta que más medallas olímpicas ha conseguido en la historia. Se sitúa tras el finlandés Paavo Nurmi, que consiguió 12 medallas en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920 (3 oros y 1 plata), París 1924 (5 oros) y Ámsterdam 1928 (1 oro y 2 platas). Por su parte, la californiana ha llenado su botín de la siguiente forma: Atenas 2004. Plata en 200; Pekín 2008: Plata en 200 y oro en 4x400; Londres 2012: Oro en 200, 4x100 y 4x400 (5ª en 100 con 10.89); Río 2016: Plata en 400, oro en 4x100 y 4x400; Tokio 2020: Bronce en 400 y oro en 4x400. Es complicado comparar épocas (1 siglo de diferencia) y pruebas, pero ahí quedarán los hitos para siempre.
En los Juegos de Atenas comenzó su historia de amor con el medallero olímpico, una historia que ha tenido su último capítulo, por ahora, en Tokio 2020.
El mundo descubrió a Allyson Felix en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 (antes ya había sido doble medallista en el Campeonato del Mundo juvenil de Debrecen 2001 y finalista en el Campeonato del Mundo júnior de Kingston 2002, el del descubrimiento de Usain Bolt). En los Juegos de Atenas comenzó su historia de amor con el medallero olímpico, una historia que ha tenido su último capítulo, por ahora, en Tokio 2020. En ese intervalo de tiempo, Felix se convirtió en un icono mundial del deporte. A pesar de no ser una estrella al uso, es innegable que estamos ante un icono mundial, una deportista cuya imagen trasciende más allá de las pistas de atletismo.
Llegó al mundo del profesionalismo gracias a la marca Adidas, con quienes estuvo varias temporadas hasta que la marca rival, Nike, se hizo con sus servicios para surcar juntos una aventura que parecía encaminada a ser eterna. Sin embargo, nuestra protagonista quería tomarse un respiro tras el Mundial de Londres 2017 al no haber campeonatos internacionales. Su idea era, de paso, convertirse en madre… y lo consiguió. En noviembre de 2018 dio a luz a una niña, que nació con serias complicaciones y tuvo que pasar varios meses en incubadora.
Poco antes de eso, Nike le propuso una rebaja de contrato del 70%. Ella trató de que la firma no la penalizara en caso de que, a causa de la maternidad, sus logros y marcas se vieran resentidos. La empresa se negó y perdió a un enorme valor en todos los aspectos.
Casual, y curiosamente, la firma Athleta ha sido la que la ha apoyado y patrocinado. Felix, en su afán de superación, de liderar el cambio, ha fundado la marca Saysh, una firma de ropa y calzado que crea productos por mujeres para mujeres. Desde el inicio ha llamado la atención las zapatillas de clavos de la marca con las que viene compitiendo Felix. Sin estridencias, sin logos, sin carbono. Simples, rápidas. La mejor expresión de Allyson.
Sus medallas olímpicas dan fe de su categoría, de su nivel, de que estamos ante una de las mejores atletas de la historia. Eso sin contar con sus medallas en Campeonatos del Mundo (19). Sus mejores marcas están entre las mejores de la historia (10.89 en 100; 21.69 en 200 y 49.26 en 400). Jamás las olvidaremos. Y jamás se borrará de nuestra memoria su planta, su porte, su estilo, su técnica de carrera. Ver correr a Allyson Felix es un deleite, es una gozada. Elegancia, plasticidad, armonía. Todo ello hacen de Felix una figura amable, de las que enganchan, de las que atraen aunque no te llame demasiado la atención las pruebas en las que compite. Si Simone Biles es sinónimo de potencia (a veces sin control), Allyson Felix podría ser una estatua de Miguel Ángel en movimiento.
Allyson Felix cumplirá 36 años en apenas tres meses. La edad y la velocidad no suelen ser buenas compañeras. Sin embargo, teniendo en cuenta que el próximo año se disputa el primer Campeonato del Mundo de atletismo al aire libre sobre suelo estadounidense, tocará vivir con la esperanza de que la buena de Allyson quiera alargar su carrera hasta París 2024, pasando antes por Eugene 2022 (¿o será Eugene 2021?).
Atenas 2004 🥈
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) August 6, 2021
Pekín 2008 🥇🥈
Londres 2012 🥇🥇🥇
Rio 2016 🥇🥇🥈
Tokio 2020 🥉@allysonfelix es, desde hoy, la única mujer de la historia que gana DIEZ medallas olímpicas en atletismo 👏👏👏 pic.twitter.com/S5ifzqdpFo
