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A lo largo de la historia, solo tres mujeres de los Países Bajos han ganado algún oro olímpico individual en atletismo. Elle van Langen, vencedora del 800 en Barcelona 1992, tiene el honor de ser la última. Ocho años antes, Ria Stalman había ganado el disco en Los Ángeles. Y mucho tiempo atrás, en Londres 1948, Fanny Blankers-Koen había conquistado un triplete legendario: 100, 200 y 80 vallas, además del relevo 4x100. En Tokio, Sifan Hassan busca sumarse a una lista tan selecta que le negó la inscripción a una superatleta como Dafne Schippers, pero además quiere escribir su nombre con letras de oro en la epopeya olímpica. Para ello, se ha puesto como objetivo la triple corona imposible: 1500, 5000 y 10.000, un reto jamás logrado.
El 5000 de este lunes será su primera final, apenas 12 horas después de clasificarse para las semis del ‘milqui’. A Hassan se le juntan los problemas en la que sobre el papel es su prueba más ‘débil’ de las tres: tendrá muy poca recuperación y le puede costar caro el calentón del último 300 en 43 segundos tras su caída en 1500, sus rivales irán a buscarla para evitar que llegue cómoda a la campana y además habrá de vérselas con Hellen Obiri, su bestia negra en la distancia y gran dominadora del ‘cinco’ en este ciclo olímpico.
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5-1 para Obiri
En duelos directos, la plusmarquista keniana ha pasado por encima de la neerlandesa. Desde que esta última subiera al 5000 de forma regular en 2017, ambas se han enfrentado en seis ocasiones, cinco de ellas en mítines de la Diamond League y la otra en la final del Mundial de Londres. El resultado es de cinco victorias de Obiri por solo una de Hassan. Además los triunfos de la keniana se caracterizan por ser rápidos: en tres de los cinco ha corrido tanto o más rápido que 14:22.12, la marca personal de Hassan. En descargo de Obiri hay que decir que su derrota en Bruselas se produjo un mes antes de la final del Mundial de Doha… Donde su rival no compitió pero ella salió campeona y de paso batió el récord de los campeonatos con 14:26.72.
Más rápida y regular
En 2017, antes de ganar su primer título mundial, Obiri batió en Roma el récord de Kenia de 5000 con 14:18.37, la novena marca mundial de la historia (en su momento, la quinta). Hassan, en cambio, posee un mejor registro de 14:22.12, logrado en Londres en 2019, en una carrera en la que acabó tercera y que ya os podéis imaginar quién ganó. Por otra parte, hay que destacar la regularidad de la keniana por debajo de 14 minutos y medio, una barrera que solo han superado 29 mujeres en la historia. De ellas, Obiri es quien más veces ha bajado de 14:30, hasta en 10 ocasiones. Almaz Ayana lo hizo en ocho y Meseret Defar en siete; Hassan, en tres.
Depredadora en competición
En las seis temporadas que lleva dedicada al 5000, Obiri (que además es la vigente campeona mundial de cross) ha disputado 30 carreras en esta distancia, incluyendo eliminatorias en grandes campeonatos. En total, ha ganado 22 de ellas y ha sido segunda en otras cinco. En una fue tercera y solo dos acabó fuera de los tres primeros puestos. Pero es en las citas importantes donde la keniana da el do de pecho. Se crece si hay medallas de por medio. Ha disputado tres grandes campeonatos en estos seis cursos y ha subido al podio en todos: se colgó el oro en los Mundiales de Londres 2017 y Doha 2019, y solo cedió ante la leyenda Vivian Cheruiyot en los Juegos de Río 2016, una carrera en la que su compatriota batió el récord olímpico con 14:26.17. Aquel fue el primer campeonato internacional de Obiri en 5000 y esa plata, la espina clavada que le queda antes de cerrar su carrera en pista y pasarse a la ruta.
