¿Por qué los maratonianos españoles ya no corren Majors?

Desde 2017, con Javi Guerra y Ayad Lamdassenn en Londres, y Marta Galimany en Berlín, ningún atleta de élite nacional compite en los seis grandes maratones del mundo.

Una imagen de los primeros kilómetros del Maratón de Londres 2024 que no tuvo españoles entre la élite.
Una imagen de los primeros kilómetros del Maratón de Londres 2024 que no tuvo españoles entre la élite.

En la semana mágica del maratón mundial, con Boston y Londres en apenas siete días, los aficionados han disfrutado de dos auténticos carrerones en los que, por desgracia, ya no es noticia la ausencia de españoles entre la élite. Lejos quedan las victorias de Abel Antón en Londres y Berlín, los podios de Antonio Serrano, Toni Peña y Rocío Ríos en la capital alemana, o los top10 de Mónica Pont en Nueva York y Boston, y de Martín Fiz en la Gran Manzana. De un tiempo a esta parte, ni intentarlo siquiera.

Han pasado siete años desde la última vez que una española de renombre corrió uno de los seis Majors. Fue Marta Galimany en Berlín, donde cosechó un 12° puesto con 2:34:16 en su debut en la distancia. Meses antes, Javi Guerra y Ayad Lamdassenn habían sido 9° y 12° en Londres, los dos primeros europeos en meta. Era 2017 y las superzapatillas con espumas hiperactivas y placas de carbono acababan de aterrizar para quedarse y revolucionar el mundo del running.

Desde entonces, los maratonianos españoles se han olvidado de los Majors. No es que no puedan optar a correrlos, sino que simplemente no entran en su planificación. La hoja de ruta de todos ellos, con contadísimas y puntuales excepciones, es la siguiente: entre diciembre y febrero, Valencia y/o Sevilla (o el maratón que celebre el Nacional ese año) para hacer marca y/o ser campeón de España; y en verano, el campeonato internacional de turno. Un plan que no deja hueco en primavera para Tokio, Boston y Londres, ni tampoco en otoño para Berlín, Chicago y Nueva York.

Meritxell Soler: "Ir a otro maratón es arriesgarte a no hacer una mínima que cada vez más chicas y chicos somos capaces de conseguir".

"El motivo principal por el que todos vamos a Valencia o Sevilla se encuentra en las mínimas para acudir a los Mundiales y Juegos Olímpicos, que cada vez son más exigentes. Por eso buscamos los circuitos más llanos posibles, que sabemos que funcionan, y tratamos de minimizar todo lo posible las variables que pueden ir mal. Esos maratones acaban siendo Valencia o Sevilla, que por calendario cuadran superbien, es un circuito que ya conoces, que se corre, que la temperatura es buena... Ir a otro maratón es arriesgarte a no hacer una mínima que cada vez más chicas y chicos somos capaces de conseguir", explica Meritxell Soler, preseleccionada para representar a España Atletismo en los Juegos Olímpicos de París después de hacer en la capital hispalense 2:24:57, la tercera marca española de la historia. 

Meritxell Soler corriendo en la Plaza de los Héroes, el centro neurálgico del maratón en el Mundial de Budapest 2023. SPORTMEDIA
Meritxell Soler corriendo en la Plaza de los Héroes, el centro neurálgico del maratón en el Mundial de Budapest 2023. SPORTMEDIA

"Al final todos los atletas españoles buscamos ir a los campeonatos internacionales y es verdad que Valencia y Sevilla nos ofrecen unas condiciones tanto económicas como de planificación, como de clima, idóneas para sacar tu 100%. Últimamente las mínimas están siendo muy exigentes y al final cualquier detalle cuenta. Y arriesgarte a ir, por ejemplo, a Londres, supone que a lo mejor no tengas una carrera tan rápida como en Valencia o Sevilla cuando vas tan al límite de la marca... Yo hice 2:07:47, que solo es 23 segundos menos que la mínima olímpica, ni un segundo por kilómetro. Eso en un día perfecto, en una carrera perfecta y con unas condiciones perfectas. Cuando vas tan al límite, eso es lo que nos hace decantarnos por estas carreras. Además, creo que correr en casa siempre es especial, estás más tranquilo, puede ir más familia a verte... Esas cosas", corrobora Yago Rojo, que también estará en los Juegos Olímpicos de París junto a Tariku Novales, Ibrahim Chakir, la mencionada Meritxell Soler, Ester Navarrete y Majida Maayouf.

Soler: "Encasillarte siempre en Sevilla o Valencia dices '¡pues vaya!', mejor vivir experiencias, correr en otros sitios..."

Sin embargo, tanto Rojo como Soler son dos de los españoles que sí se plantean correr algún Major próximamente. En el caso de Meritxell, ya está trabajando para correr en Tokio el 2 de marzo de 2025. "Pienso que correr un maratón así es una oportunidad que no será tan fácil de tener cuando no esté en la élite. Sé que Tokio no es 100% llana, pero se ha corrido mucho allí. También es un riesgo, porque es un cambio horario, tendré que estar allí muchos días antes, la comida tampoco va a ser la misma que aquí, y al final es poner variables a un maratón que no todo el mundo está dispuesto a poner. Pero será una experiencia, voy a aprender, y en un maratón te puede ir bien o mal en cualquier circuito. Encasillarte siempre en Sevilla o Valencia dices '¡pues vaya!', mejor vivir experiencias, correr en otros sitios...", apunta la catalana, que también barajó la opción de Londres para 2025 pero la desestimó al tratarse de una carrera exclusivamente femenina: "Siempre me tira mi marido, a él también le hace ilusión, y es importante tener a alguien que te lleve a ritmo".

"A mí me gustaría alguna vez el Maratón de Nueva York o el Maratón de Boston, que son carreras diferentes. Al final sales en Valencia y lo más probable es que haciendo una superactuación, haciendo 2:07, acabes el 30º... Nueva York y Boston, al no haber liebres, se abren otras posibilidades. Lo más probable es que te acaben ganando kenianos, etíopes o los propios estadounidenses, pero sí por lo que sea tú tienes el día, o la carrera está un poco rara como cuando Kawaguchi ganó en Boston, tienes la oportunidad de estar a lo mejor hasta el kilómetro 30 en la batalla. Además, creo que a esos dos Majors, por mis características a la hora de correr, me adaptaría bien", señala Yago Rojo.

La reflexión del madrileño, de hecho, invita a ir un poco más allá. Deportivamente hablando, ¿tiene más valor hacer 2:07:47 y acabar 28º en Valencia o ser top10 en un Major sacrificando unos segundos al crono (en Boston el 10º hizo 2:10:45 y en Londres, 2:10:50)? ¿Y a nivel de imagen y repercusión mediática? 

Para terminar, ahí van un par de apuntes acerca de la clasificación para Campeonatos del Mundo y Juegos Olímpicos:

  • El objetivo de World Athletics es que el 50% del cupo de atletas en maratón consiga la mínima, y que el otro 50% se clasifique a través del World Ranking. Por ello las mínimas se endurecen cada año y se especula que para el Mundial de Tokio 2025 serán de 2:06:30 y 2:23:30, mientras que para París 2024 son 2:08:10 y 2:26:50.
  • De cara a ese World Ranking, vale más un buen puesto en Boston que una grandísima marca en Valencia (no digamos ya en Sevilla). Un ejemplo: la 7ª plaza con 2:09:53 de CJ Albertson en Boston le da 1208 puntos en el ranking, mientras que la 30ª posición con 2:08:24 de Hafton Welday en Valencia vale 1187 puntos. Incluso el 11º puesto de Bryan Shraeder en Chicago, con 2:09:46, ya puntúa 1189. 
  • Los cinco primeros clasificados en un maratón de categoría platino de World Athletics (es decir, los seis Majors más Valencia y Sídney) tienen la clasificación directa para el Mundial o Juegos Olímpicos de turno, independientemente de la marca que hagan en esa carrera.
Así es el recorrido del maratón olímpico de París 2024.

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