La gafa de sol es un accesorio, desde mi punto de vista, imprescindible para correr. Y entre los requisitos imprescindibles algo tan sencillo como "que te olvides que la llevas puesta" y aquía entran en juego al menos dos características: la ligereza y la sujeción.
Las Icarus son el nuevo modelo ultraligero sin montura de Bollé con tan solo 24 gramos de peso. Compuestas por una sola lente, la simplicidad y equilibrio en sus líneas llaman la atención.
Si analizamos la lente, el objetivo de la marca era proporcionar un alto contraste y colores mejorados. Para ello, el equipo de I+D se sirvió de la inteligencia artificial para generar muchísimos millones posibles combinaciones, de la que finalmente salió una, una solución patentada que ofrezca una experiencia de color más rica de lo que el ser humano es capaz de crear. El primer paso fue averiguar qué longitudes de onda se tenían que mejorar o atenuar. Posteriormente, se diseñó y desarrollaron los componentes químicos necesarios, que absorberían las longitudes de onda correctas. El último paso fue elaborar mezcla perfecta de estos pigmentos para la curva de transmisión que se quería lograr. El resultado fue la lente Volt +, que proporciona una mejora en el color del 30% para poder ver los colores como nunca antes se habían visto manteniendo el balance de blancos. Además, a la hora de salir a correr con ellas ofrecen una visión con alto contraste y una mejor percepción de la profundidad, vital para evitar las temidas caídas e imprescindible más aun si cabe, en el trail running.
Tenemos muy poco peso, una lente con unas características imbatibles y ahora vamos a analizar la estabilidad que nos proporcionan al correr. Es una gafa muy versátil que la marca indica apropiada para multideporte, pero bien es cierto que corriendo el impacto es contínuo. Aseguran la sujeción gracias a la goma Thermogrip tanto en las patillas curvadas en forma de S como en el puente; a prueba de sudor ya que entrenando algún día en zonas de mucho calor y humedad, no se han movido independientemente de la intensidad de la actividad.
Tampoco se empañan, al no tener montura, la lente va al aire y, aunque llevas gorra o visera, no guardan humedad. Los orificios de la patte superior entre las patillas y la lente también ayudan.
Para rematar, estéticamente quedan muy bien , incluso en caras finas, y, dada su sencillez de líneas, no te verás disfrazada.
Una vez que las pruebes, no querrás volver a salir con los ojos guiñados por el sol.
Precio: 170 €
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