Las secuelas del coronavirus en la alimentación

Para contrarrestar el picoteo continuo o la improvisación de comidas poco saludables, lo mejor es organizar la lista de la compra y elaborar un menú semanal, no dejes nada al azar.

Las secuelas del coronavirus en la alimentación
Las secuelas del coronavirus en la alimentación

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La vuelta a los kilómetros al aire libre de manera individual, permitida desde este pasado sábado 2 de mayo, está suponiendo un cambio positivo en nuestros hábitos y rutinas tras los casi dos meses de confinamiento. Es un buen momento para plantearnos qué tipo de alimentación es la más adecuada y cómo aprovechar al máximo los alimentos, de manera que se sigamos yendo a la compra lo menos posible.

Y es que el estrés, la ansiedad, el aburrimiento… derivados de permanecer en casa durante varias semanas ha fomentado el picoteo entre horas, la elaboración de platos más calóricos, los alimentos ultraprocesados y grasas trans. Y esta alteración en la dieta tiene serias consecuencias para la salud, que van desde el aumento de peso hasta la posibilidad de sufrir problemas cardiovasculares.

Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la compra de chocolates ha aumentado en un 60%, un 61% los snacks salados y frutos secos y un 42% las bebidas alcohólicas.

Y las cifras no se quedan ahí, según refleja una encuesta representativa de la población realizada por Doctoralia, tres de cada diez españoles consideran que han empeorado sus hábitos alimentarios (32%) desde el inicio del confinamiento. Un 58% reconoce que come más golosinas o snacks que antes del confinamiento, mientras que un 16% lo atribuye a un aumento del consumo de refrescos, y un 10%, al del alcohol. Únicamente un 19% especifica que sus hábitos han empeorado porque no tienen tiempo para cocinar, o no saben hacerlo. De hecho, un 30% afirma que han ganado kilos desde que se inició el confinamiento, un 20% no lo sabe y la mitad restante no ha sufrido variaciones.

Ante eso solo podemos retomar las riendas, y poner soluciones desde hoy mismo. Para contrarrestar el picoteo continuo o la improvisación de comidas poco saludables, lo mejor es organizar la lista de la compra y elaborar un menú semanal, no dejes nada al azar.

Por supuesto evita dietas milagro o grandes restricciones para bajar de peso, empieza por adoptar una dieta rica en fruta, verduras, hortalizas, legumbres y cereales integrales, así como no descuidar el consumo de pescado azul (atún, salmón, sardinas, o boquerones) carnes magras, y huevos, para aportar suficientes proteínas y obtener una buena fuente de vitamina D.

Y si durante el confinamiento has dejado de comer cierto tipo de productos frescos, como pescado o verduras, es hora de recuperarlo y aportar al cuerpo los nutrientes que necesita.