Amenorrea en corredoras: un aviso de tu cuerpo que no deberías ignorar

La pérdida de la menstruación no es un triunfo deportivo, sino una alarma que puede poner en riesgo tu salud y tu rendimiento.

La amenorrea (ausencia de menstruación) no es una rareza ni un detalle menor: es uno de los riesgos más serios para corredoras que entrenan con alta exigencia y descuidan la nutrición, el descanso o el equilibrio hormonal.
La amenorrea (ausencia de menstruación) no es una rareza ni un detalle menor: es uno de los riesgos más serios para corredoras que entrenan con alta exigencia y descuidan la nutrición, el descanso o el equilibrio hormonal.

Perder la menstruación no es un premio a entrenar más, sino una señal de alarma que tu cuerpo enciende para recordarte que algo no va bien. Entenderlo es clave para proteger la salud, el rendimiento y la vida futura como corredora. A muchas mujeres les sucede: entrenan duro, acumulan kilómetros, se sienten fuertes, pero un día su regla desaparece. Y con ella, sin saberlo, también se esfuman capas de salud. La amenorrea (ausencia de menstruación) no es una rareza ni un detalle menor: es uno de los riesgos más serios para corredoras que entrenan con alta exigencia y descuidan la nutrición, el descanso o el equilibrio hormonal. Detrás de ese silencio mensual se esconde un cóctel de factores que pueden comprometer los huesos, la energía y hasta la fertilidad. En este artículo vamos a desmitificar el asunto: por qué ocurre, qué consecuencias tiene y cómo actuar para que correr siga siendo un amigo, y no un enemigo, de la salud femenina.

¿Qué es la amenorrea y por qué aparece en corredoras?

La amenorrea es la ausencia de la menstruación durante al menos tres ciclos consecutivos. En el caso de las corredoras, suele estar vinculada al llamado 'síndrome de la tríada de la atleta femenina' o a su versión más actual: el RED-S (Relative Energy Deficiency in Sport), un desequilibrio entre la energía que se gasta y la que se ingiere. Cuando entrenas mucho, comes poco o descansas mal, tu cuerpo interpreta que no hay recursos suficientes para sostener una función biológica tan costosa como la reproducción. El resultado: apaga el ciclo menstrual. No es magia ni azar, es pura biología defensiva.

Peligros de la amenorrea en corredoras

Huesos más frágiles de lo que parece

Uno de los mayores riesgos es la pérdida de densidad ósea. Sin estrógenos —hormonas clave que se desploman con la amenorrea— los huesos se vuelven más porosos y vulnerables. El riesgo de fracturas por estrés se dispara, lo que puede truncar temporadas enteras de entrenamiento.

Rendimiento bajo mínimos

Aunque algunas corredoras piensen que sin regla tienen más energía para entrenar, la realidad es que el cuerpo funciona con la reserva encendida. La falta de energía disponible afecta al metabolismo, la recuperación y hasta la capacidad de concentración. Correr sin menstruación no es rendir más: es desgastar sin recargar.

Salud futura en juego

La fertilidad puede verse comprometida si la amenorrea se prolonga demasiado. Además, aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares y metabólicos más adelante. Lo que empieza siendo un "detalle" en la agenda menstrual puede convertirse en un problema de salud crónico.

Cómo prevenir y tratar la amenorrea en corredoras

Comer para correr, no correr para comer

La clave está en el balance energético. No se trata solo de cantidad, sino de calidad. Los carbohidratos son gasolina, las proteínas reparan y las grasas saludables sostienen las hormonas. Saltarse comidas o entrenar siempre en ayunas no es valentía: es cavar un agujero metabólico.

Descansar como se entrena

El sueño y el descanso son tan importantes como las series. Dormir menos de siete horas de forma habitual o no planificar semanas de descarga favorece el desajuste hormonal. La recuperación es parte del entrenamiento, no un extra opcional.

Escuchar y consultar

La menstruación es un signo vital, igual que la presión arterial o el pulso. Ignorar su ausencia es cerrar los ojos ante una señal médica clara. Lo recomendable: consultar con un profesional de la salud (ginecólogo, endocrino o nutricionista deportivo) en cuanto desaparezca el ciclo.

La amenorrea no debería normalizarse entre corredoras. No es un síntoma de fortaleza ni de disciplina, sino un aviso de que el cuerpo ha entrado en modo ahorro extremo. Cuidar la alimentación, respetar los descansos y pedir ayuda profesional son pasos básicos para mantener la regla y, con ella, la salud a largo plazo. Porque correr está bien, pero correr y estar sana está mucho mejor.

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