Ahora, más que nunca si cabe, debemos ser conscientes de la importancia de nuestro sistema inmune. Solemos hablar de él como un ente abstracto sin pararnos a pensar de qué está compuesto realmente y, por eso, vamos a adentrarnos en él con profundidad.
Es una compleja red de células, órganos y tejidos que trabajan en conjunto para defendernos de los microorganismos y sustancias tóxicas que podrían enfermarnos, como pueden ser hongos, parásitos, virus y bacterias.
Absolutamente todos nuestros órganos contienen células del sistema inmune, además de estar también presentes en la sangre, concretamente en los leucocitos y en la linfa.
¿Qué barreras tiene nuestro cuerpo para defenderse?
La piel es la primera línea de defensa de nuestro cuerpo, actúa como una barrera protectora con barreras como el sudor y la grasa cutánea que tienen efectos anti-bacterianos naturales. Las lágrimas y los mocos también son capaces de neutralizar a los agentes patógenos.
La saliva de la boca también es un buen desinfectante.
En el sistema digestivo, la flora intestinal, de la que ya hemos hablado, ese conjunto de microorganismos o bacterias que viven en nuestro intestino y que actúa como defensa del organismo frente a bacterias “malas” y virus, ya que más del 80% de nuestro sistema inmunitario reside en el intestino. De ahí que cuidar la alimentación sea un pilar fundamental y debemos tener en cuenta que sea rica en probióticos y prebióticos.
Además el sistema inmunológico está formado por órganos como el bazo y el timo, encargados de fabricar y almacenar las células de defensa que junto a los tejidos como la sangre son transportadas. Las células más conocidas son los glóbulos blancos o leucocitos que se encargan de proteger el organismo, algunos se ocupan de las reacciones alérgicas y de los parásitos, y otros se encargan de las infecciones y la inflamación.
- Las células T son glóbulos blancos que actúan alertando al sistema inmunológico de la presencia de un intruso. Cuando disminuye su número ante una infección, el sistema no es capaz de reaccionar y se debilita.
- Los macrófagos son células que navegan por el organismo y se encargan de atacar y digerir los agentes invasores en un proceso conocido como fagocitosis.
- El complemento y el interferón también se implican cuando el sistema inmune los necesita. El complemento destruye las células tumorales y elimina algunos virus como el herpes simplex. El interferón es una sustancia que segregan la mayoría de los tejidos a modo de autodefensa cuando se ven atacados por agentes patógenos, pues tiene propiedades antivíricas y depende de la vitamina C y del magnesio, de ahí la fama de esta vitamina para las defensas.
Y, recuerda, si cuidas tu estilo de vida y alimentación, tu cuerpo dispone de los medios más eficaces para evitar las infecciones.