Subcampeón de España indoor de 1500. Segundo en el Nacional de 800 al aire libre. Plata en el ‘milqui’ del Europeo sub-23. Debut con el plantel absoluto de España Atletismo en el Mundial de Budapest. 1:44.35 en 800 y 3:36.12 en 1500. Traducido: no es una promesa, Mohamed Attaoui es un tangible proyecto de campeón. Un pequeño y elegante mediofondista con la capacidad innata que separa a los buenos de los excelentes: revolucionar las piernas en el reino del ácido láctico, la recta final, el lugar donde se reparten oro, plata y bronce.
El año 2023 fue de matrícula de honor para ti. ¿Qué balance haces de la temporada pasada? ¿Realmente esperabas lograr tanto?
Fue una temporada muy buena. Cuando empezó el año nunca imaginé que lograría todo esto. Mi mayor objetivo era conseguir ser internacional en un gran campeonato. Tenía el foco puesto en el Europeo sub-23 y luego lo que llegara sería bienvenido.
En el Europeo sub-23 lograste la medalla de plata. Eras el máximo favorito y estaba claro que llegabas muy fuerte, porque a pesar de que no brillaste tácticamente, tuviste fuerzas para remontar y quedar segundo. Aprendiste la lección y has acabado el año dominando adecuadamente la táctica en carrera…
Desde ese día he aprendido mucho. Efectivamente, era uno de los grandes favoritos para obtener la medalla de oro y encima se dio la carrera que quería, que consistía en correr mucho en los últimos 400 metros. Reconozco que por una mala táctica no pude llegar primero.
Eres tan rápido que a veces da la sensación de que puedes solucionar en plena carrera cualquier problema que surja. ¿Cuándo te diste cuenta de que eras mejor que el resto de los niños?
Pues me di cuenta hace poco. Quizá hace un año. Sabía que tenía que seguir entrenándome y esforzándome para ser cada día mejor.
Hay un punto innato en tu velocidad, pero imaginamos que también la trabajas mucho. ¿Es así?
La verdad es que sí. Durante todos estos años siempre he trabajado mucho la velocidad, uno o dos días por semana. Soy consciente de que soy rápido de manera natural, desde pequeño. Y trabajando mucho he logrado tener esta gran capacidad.

De todos tus éxitos de 2023, ¿cuál es el que te hace sentir más satisfecho?
¡El Mundial de Budapest! Estoy orgulloso de haber llegado a semifinales y además peleando hasta el último instante por meterme en la gran final.
Es normal que Adrián Ben me considere un rival duro porque soy muy rápido al final de las competiciones.
Antes del Mundial de Budapest pusiste en apuros serios a Adrián Ben en el Campeonato de España, celebrado en Torrent. ¿Tú percibes que ya no eres simplemente un joven con talento, sino que eres uno de los grandes? ¿Crees que Adrián Ben te considera su mayor rival entre los atletas españoles?
No, no creo que sea así. El 800 en España es una prueba muy exigente y casi todos estamos al mismo nivel. Para mí todos son unos grandes rivales. Sí que es normal que Adrián me considere un rival duro porque soy muy rápido al final de las competiciones.
¿Cómo viviste el Mundial desde dentro? Suponemos que llegarías con bastantes nervios a la primera de las carreras. ¿Cómo evolucionaste de cara a la semifinal?
La verdad es que en la primera ronda estaba súper nervioso. No quería acabar eliminado en la primera ronda. Era mi debut en un estadio lleno de gente, en un Mundial, pero competí bien, corriendo siempre por fuera para no quedarme encerrado, aprendiendo de los errores cometidos en otras pruebas anteriores, como la final del Europeo sub-23. En la semifinal ya salí mucho más tranquilo porque había superado la primera ronda. Luché hasta el final y lo hice lo mejor posible.
¿Qué nos puedes contar de la intrahistoria del Mundial? ¿Cómo fue la acogida en el equipo nacional? ¿Y la experiencia de tu primera vez en una zona mixta ante todos los periodistas en un evento tan importante?
Al principio estaba muy nervioso porque no sabía cómo iba a ser todo, pero los compañeros me acogieron muy bien y los medios también. Todo fue genial.

Eres un corredor de 800 metros, pero también el vigente subcampeón de Europa de 1500 en tu categoría. Es evidente que no eres un ochocentista puro, sino que puedes combinar ambas distancias. ¿Tienes prisa por llegar al 1500 en categoría absoluta? ¿Cuál de las dos pruebas te gusta más?
Siempre he competido en 1500 por el gran cambio final que tenía, que me daba muchas posibilidades en carreras de campeonato. Solían ser lentas y nos jugábamos la victoria en los últimos instantes. Este año me he centrado más en el 800 y he descubierto mi gran potencial, así que voy a insistir en mejorar en esta distancia en los próximos años. Tengo muchas temporadas por delante para pasarme al 1500. Ya lo haré cuando toque. No tengo ninguna prisa en hacerlo, de momento.
El récord de España de 800 metros no es una obsesión para mí. Yo sólo quiero seguir mejorando día a día, temporada tras temporada.
Entendemos que en París 2024 quieres competir en la prueba de 800, ¿no?
Sí, lucharé por clasificarme para esa prueba de cara a los Juegos.
Con tu marca de 1:44.35 estás situado en la quinta plaza del ranking nacional de todos los tiempos de 800 metros al aire libre, sólo superado por Saúl Ordóñez (1:43.65), Kevin López (1:43.74), Antonio Reina (1:43.83) y Adrián Ben (1:43.92). ¿Cuáles crees que son tus límites en el 800? ¿Sueñas incluso con el récord de España?
El récord de España no es una obsesión para mí. Yo sólo quiero seguir mejorando día a día, temporada tras temporada. Los registros te valen para entrar en los grandes campeonatos y esto es lo verdaderamente importante para mí, por encima de las marcas. ¿El récord? En un futuro… ¿por qué no?

La gran temporada que has firmado te ha servido para fichar por ON y entrar en el profesionalismo por la puerta grande. ¿Qué ha supuesto este asunto para ti?
Estoy súper feliz. Durante los dos últimos años, en los que he crecido poco a poco, no tenía grandes apoyos y ahora, por decirlo así, voy a tenerlo todo: un excelente equipo detrás, compañeros de mucho talento que me van a ayudar, un gran entrenador, un fisio, etc. Este cambio me aporta mucha tranquilidad.
Has tenido que tomar la dura decisión de dejar a tu antiguo entrenador y no habrá sido fácil hacerlo. ¿Cómo se fraguó ese proceso?
Lo pensé durante mucho tiempo, pero llevaba tantos años con él que no sabía cómo dar este paso. Lo que estaba claro es que si quería seguir creciendo tenía que hacerlo. En Torrelavega, que es donde he vivido desde pequeño y donde está mi familia, no disponía de las mejores condiciones para entrenar, no contaba con muchos compañeros de entrenamiento, y decidí dar un cambio tras el Mundial de Budapest.
Trabajan doble umbral y mucha fuerza y eso es lo mejor para mí. Antes metía mucha caña y eso me dejaba muy fatigado.
¿Dónde vas a vivir ahora y cómo vas a entrenar?
Desde mayo a octubre vamos a tener concentraciones en Saint-Moritz, cada tres o cuatro semanas, y otras dos o tres semanas estaremos por casa. Desde diciembre hasta mayo entrenamos en Sudáfrica, porque allí es verano y nos podemos preparar mucho mejor. Creo que es una buena decisión.
¿Por qué te decantaste por tu nuevo entrenador y cómo es su método?
Mi nuevo entrenador es Thomas Dreißigacker, la persona que prepara a los atletas del OAC (On Athletics Club). Ya estuve dos semanas en Saint-Moritz y me gustó mucho cómo entrenaban. Trabajan doble umbral y mucha fuerza y eso es lo mejor para mí. Antes metía mucha caña y eso me dejaba muy fatigado. Con el nuevo método se hace el doble umbral y de vez en cuando se incluye algo de caña para preparar el cuerpo para la competición.
¿Qué sientes tras haber firmado este contrato que te puede aportar más tranquilidad?
Mi contrato es muy bueno y me hace estar muy tranquilo y feliz. He firmado por dos años y gracias a esto puedo centrarme en una sola cosa, que es correr y tratar de mejorar el máximo posible.
¿Cómo han vivido los cambios tus padres y tus amigos?
En mi entorno están tanto o más felices que yo. Llevan mucho tiempo soñando con que llegase algo así para mí y están muy orgullosos.
Lo que peor llevo de ser profesional es sentir que estoy lejos de mi familia y de mis seres queridos; eso se me hace un poco duro.
Respecto a lo de centrarte sólo en correr y tratar de mejorar el máximo posible… ¿Qué haces cuando no tienes eso en mente? ¿Cómo te relajas y ahuyentas el ruido del atletismo de alto nivel?
Cuando no estoy entrenando ni compitiendo me gusta quedar con mis amigos, jugar a la PlayStation, ir al cine o simplemente descansar; me encanta estar en casa tranquilo durmiendo o sin nada que hacer.
De ser profesional del deporte, ¿cuál es la parte que llevas mejor? Y el reverso, dinos qué no te hace tanta gracia.
Lo mejor es que sólo te dedicas a entrenar, descansar, cuidarte, comer bien… cuando he hecho todo eso es cuando mejor he rendido. Lo que peor llevo es sentir que estoy lejos de mi familia y de mis seres queridos; eso se me hace un poco duro.
Eres uno de los grandes favoritos a representar a España Atletismo en los 800 metros de los próximos Juegos Olímpicos. ¿Tienes ya la hoja de ruta para llegar a París? ¿Has hablado con tu entrenador y tu mánager de más o menos cuál va a ser el camino desde ahora a la gran cita del verano?
De momento no tenemos nada pensado, sólo entrenar y entrenar. Depende de cómo llegue a la pista cubierta pensaremos en si merece la pena ir o no al Mundial de Glasgow (1-3 de marzo). Si voy será otra gran alegría e intentaré pelear por estar lo más alto posible. De lo contrario continuaré con mi preparación de cara al verano porque es súper importante lo que me voy a encontrar: Juegos (1-11 de agosto) y Europeo de Roma (7-12 junio).

Vamos a repasar los compañeros-rivales (algunos incluso amigos) que te lo van a poner difícil para meterte en el equipo que participará en esas tres importantes citas que has mencionado. Dinos lo primero que se te venga a la cabeza sobre ellos. Empecemos por Adrián Ben.
Un espejo en el que mirarme. Un tipo súper inteligente, sabe moverse en cualquier tipo de carrera.
Saúl Ordóñez.
Muy valiente, me encanta porque sale dando la cara, intentando buscar las posiciones de cabeza desde el pistoletazo de salida.
Javier Mirón.
Súper peligroso. Es un gran rematador.
Álvaro de Arriba.
Súper clase. Siempre rinde bien en los grandes campeonatos.
Mariano García.
Puro desparpajo. Controla cualquier situación.
Pablo Sánchez-Valladares.
Un finalizador nato que resulta demoledor en la última recta.
Cambiemos de tercio radicalmente. ¿Crees que hay racismo en el atletismo español? ¿Es diferente llamarse Mohamed Attaoui o Katir que Adrián Ben o Mario García Romo?
Creo que en el atletismo el racismo no es algo que se manifieste mucho. Personalmente no lo he sufrido, pero hay otros, como Katir, que sí. Depende mucho de cómo sea la persona. No todos tenemos el mismo carácter ni nos exponemos igual. Pero no creo, y os lo digo sinceramente, que la gente valore más los logros de uno u otro atleta en función de cómo se apellide. Considero que la sociedad española no es racista. A ver, te podría decir que puede haber un 1% de personas racistas pero no por eso hay que afirmar que España es racista… Debemos pensar en el 99%.
Parece imposible batir a Jakob Ingebrigtsen, pero creo que Mo Katir o Mario García Romo, en cualquier carrera de 2024, pueden dar la sorpresa y derrotarle.
Ya que mencionas a Katir. Te hemos visto algunas veces entrenando con él. ¿Cómo es compartir sesiones con alguien de su descomunal nivel?
Es una persona muy graciosa. Le encanta entrenar súper duro todos los días. Cuando me junté con él en Sierra Nevada le veía machacarse y la verdad es que flipaba.
Y el crack de vuestra generación, Jakob Ingebrigtsen -un año más mayor que tú- qué te parece, ¿alguna vez has pensado en que si te pasas al ‘milqui’ puedes ser el primer español que se haga con él en un gran campeonato?
Ojalá. Parece imposible batirle, pero creo que tanto Katir o Romo, en cualquier carrera de 2024, pueden dar la sorpresa y derrotarle. En cuanto a mí, si sigo con mi progresión, cuando me pase al 1500 tendré mucha confianza en mi gran cambio final y seguro que algún susto podré darle.
Otra cosa de la que hablamos mucho en la redacción. La verdad es que deberíamos hablar más de otras movidas, pero casi siempre estamos a vueltas con el atletismo… Te contamos. Hay gente que no puede soñar con ser campeón olímpico, mundial o europeo. Atletas que no tienen esa capacidad. No es tu caso. ¿Tú percibes eso? El hecho de que no sólo puedes aspirar a ir a un gran campeonato sino, una vez allí, pelear por lo máximo.
La verdad es que sí. Siempre se me ha pasado por la cabeza, no me tengo que obsesionar e ir poco a poco, pero sí. Si sigo haciendo las cosas bien cuando llegue a un Mundial, Europeo o Juegos, estaré luchando por todo. Este año tras un calendario tan cargado como el que tuve, con Europeo sub-23, Campeonato de España, los nacionales de mi categoría… llegué hasta las semifinales en el Mundial de Budapest y estuve a punto de colarme en la gran final. Visto eso, soñar no me lo puede quitar nadie.
3⃣¡PLENO español en las semifinales de 800m! #AtletismoRTVE #Budapest2023
— Teledeporte (@teledeporte) August 22, 2023
💨Attaoui (@attaoui800), novato en estos Mundiales se une a Saúl Ordóñez y Adrián Ben que buscarán el billete a la final
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¿Dónde te sientes más cómodo: en un mítin o en un campeonato en el que hay que ir superando varias rondas?
Me siento más identificado con lo segundo. Un campeonato me gusta más, me encanta la presión. En los mítines suelo estar muy tranquilo porque al final sabes a lo que vas. Hoy me toca un milqui, hoy un ocho, pero sé el ritmo de las liebres, contra quién corro, tengo en la cabeza el ritmo al que creo que voy a ir… En un campeonato hay mucha más incertidumbre, nunca se sabe lo que puede pasar. Una semifinal puede parecerte fácil y en un suspiro te puedes quedar fuera. Ya se vio en Torrent, en el pasado Campeonato de España, donde algunos de los grandes del ‘ocho’ no pasaron el corte. Eso, quieras que no, te genera muchos nervios.
¿En qué atletas te fijabas cuando eras pequeño?
De la persona que más se hablaba en mi casa era Hicham El Guerrouj. Así que empecé a ver vídeos suyos en YouTube. Me encantaban los récords que había logrado y cómo los había conseguido. A día de hoy sigo viendo sus carreras para motivarme.
Un aspecto importante del cambio de club, de tu movimiento desde el Playas de Castellón al OAC, es el nuevo material. ¿Tú eres muy friki del tema? ¿Hablas mucho de eso con los compañeros?
Sí que solemos hablar bastante, pero al final… a mí dame unas playeras con las que pueda correr. Con eso me vale, no me hace falta nada especial.
Esta pregunta ya es como aficionados, sacando ese niño que todos tenemos al abrir la caja de zapatillas a estrenar y ver cómo molan. ¿Qué sentiste al abrir los primeros paquetes de On Running?
Pues mucha ilusión porque no es como otras marcas de las que alguien te puede dar más detalles. Hablamos de una firma muy novedosa y exclusiva, no tenía ningún amigo o compañero que tuviera unas On. Eso me creaba expectación y la verdad es que me sorprendieron para bien tanto el calzado como el textil. No puedo estar más contento.
Hace un rato hemos hablado de tu entrenador. Ahora queremos profundizar más en la figura de tu mánager, Álvaro Rodríguez (olímpico en Londres 2012 y campeón de Europa sub-23 de 1500 en 2007). ¿Cómo es vuestra relación laboral, la planificación, la selección de carreras…?
Con Álvaro todo es muy sencillo. Me lo intenta poner siempre lo más fácil posible. Me aconseja muy bien y trata de que elija lo mejor para mí. Un ejemplo es este mismo año, cuando venía de Ifrane y me sentía súper fuerte. Le pedí que me metiese en un mitin en Francia en el que al final se ganó el 800 con una marca por debajo de 1:45 por los pelos. Él sin embargo me dijo que era mejor ir al Mitin de Barcelona, donde quedé tercero con 1:44:67, que era mínima olímpica. Llevo con él un año y medio y desde entonces siempre me ha conseguido lo mejor.
¿Te cuenta muchas batallas de cuando era también una de las estrellas de su quinta?
Algunas, pero no te creas que muchas. Son más experiencias que puedan ayudarme a mí, consejos tácticos y ese tipo de cosas. Me acuerdo, por ejemplo, el día que me clasifiqué para la final del 1500 en el Campeonato de España en Gallur. Esa noche me envió un vídeo que me ayudó a planificar la final. Era una carrera suya, un Nacional de pista cubierta en Sabadell en la que quedó subcampeón. Al día siguiente salí con ella en la cabeza y lo clavé: también conseguí la plata.
