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- Distancia: 10,2 km. Desnivel: 199 m.
- Salida: 41.072394, 1.144372.
- VER LA RUTA EN WIKILOC
“Mamá, ¡llévanos a Port Avent…”, ya sabéis cómo continúa el guión de este verano. Habéis reservado un apartamento o un hotel en la cosmopolita y bien situada Salou. Es la puerta de entrada ideal para los parques de aventura y de agua de la Costa Daurada. De hecho mi propuesta hoy es la de mostraros una ruta por la que podéis ir corriendo desde las playas de Salou hasta el parque de atracciones acuáticas de Pineda de Mar. Como siempre y para facilitaros las cosas, volveremos por la misma ruta. Y todo esto es porque queremos que lleguéis a desayunar con vuestra familia, o a tomar la primera copa con los amigos. O a una buena hora de visitas a las innumerables atracciones del parque.
Salou tiene una gran playa, Els Pilons, desde la que vamos a salir corriendo directamente. Podríamos esquivar al chavalerío que viene de fiesta (y quizá algunos de tu edad también) pero vamos a tomar el camí de ronda, unas simpáticas pasarelas de madera que rodean el mítico rinconcito de Manel. También podríamos haber salido desde la cuca platja Capellans pero, como vamos a tomar la costa hacia el norte, dirección Tarragona, vaya lo uno por lo otro. Trota con cuidado por las pasarelas. No tienen que estar ni mojadas ni rotas, pero sí puede haber alguien más paseando y, ya sabes, compartes espacio público. Rodea Capellans y sal por la senda excavada que faldea el cabo rocoso. Con un poco de cuidado con algunos escalones, aspira la brisa marinera que otros dejan escapar y vigila el siguiente zigzag que te sacará siempre por este camino de ronda, por otra calita, Llenguadets, a la casi salvaje y extrañamente cuidada Platja Llarga.
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A tu izquierda hay unos pinos con aspecto de patio trasero de club de golf y resort de millonarios. A lo mejor estás alojado allí, con lo que ya sabes dónde desviarte después al regreso. Si no, pertenecen a un beach club de lo más privado. Y con estos pensamientos de lucha de clases has de seguir corriendo, esta vez por una carretera muy curiosa (Carretera de la Costa, en versión original subtitulada), en la que disfrutarás de un desarrollo turístico sesentero realmente propio y con sus construcciones entre los pinares, a tu izquierda. A tu derecha están los bloques más estándar que dan al faro de Salou y a un par de calas. Como os conozco, no os aventuréis a callejear por un entramado que da a calas sin salida. Seguid por la carretera de la costa, rectos hasta la rotonda que deja Salou Club a la izquierda. Aquí podemos ir rectos a La Pineda y obedecer las indicaciones que os ahorrarán sufrimiento y aventura. Si usando imágenes de satélite creeis poder rodear por el búnker de la Talaia, allá vosotros. Pero es un infierno. Seguid hasta el paseo marítimo de La Pineda, daos una ducha en las instalaciones que dan bandera azul a esa pedazo de playa y dad la vuelta. El regreso es cómodo y sombreado hasta la playa de más entidad, la Llarga, donde podéis repetir la ducha y ya regresar a nuestro punto de partida o rectos a vuestro alojamiento veraniego.
EL SECRETO DE CORREDOR
Imaginando que tienes para comer en el apartamento o buffet en el hotel, vamos a tirar de un tópico veraniego: los helados. Comer helado en la ciudad salouense es un vicio y sobran posibilidades donde hacerlo, ya sea en la terraza viendo gente pasar, ya sea pegados al mostrador de dentro, hipnotizado como un niño. Nosotros somos fans de la máxima “cuanto más grande, mejor”. Dicho lo cual, tienes por todo Salou nombres de sobra reconocidos: La Ibense y sus varias localizaciones en la ciudad, Gelatium y sus buenas cantidades, Gelatina (no confundir con la anterior) y La Gelateria di Ornella, con helados artesanos italianos en el mismo Paseo Miramar.