A una cuarta del gran sueño

Yago Rojo regresa al maratón tras un año y cuatro meses con el objetivo de lograr la mínima olímpica (2:08:10). Por el camino superó una lesión que le amargó el final del pasado curso, se colgó la medalla de bronce en el Nacional de 10 km y conquistó en los 21,097 km el primer oro de su vida en un Campeonato de España.

Yago Rojo será una de las principales bazas españolas en el Maratón Valencia Trinidad Alfonso 2023. SPORTMEDIA
Yago Rojo será una de las principales bazas españolas en el Maratón Valencia Trinidad Alfonso 2023. SPORTMEDIA

Son los últimos días antes de jugársela. De apostar todo a París, de materializar sus deseos infantiles. Los gajes del oficio le han mantenido alejado de los 42 kilómetros casi un año y medio. Pero aquí está, en Valencia, ante su cuarta maratón, raquítico y entusiasmado, como corresponde a un profesional de la carrera más larga del programa olímpico. Se sienta y charlamos. Mucho, tal vez demasiado. El tiempo se diluye increíblemente rápido cuando se comparte una pasión. Pero a nada que les guste el atletismo y tengan un par de ratos, les aconsejamos que no se pierdan lo que tiene que decir una de las voces más interesantes de nuestro fondo.

Faltan menos de 48 horas para tu cuarto encuentro con Filípides. ¿Qué tal el viaje?

Perfecto. Ni un percance serio. Sólo un día me puse malo, con fiebre y vómitos. Nunca me había pasado en ninguna de las tres preparaciones anteriores, pero es algo anecdótico en un proceso tan largo de entrenamiento.

Compara esta preparación con la de tus tres anteriores envites a los 42 kilómetros.

Los tiempos han sido muy similares, la gran diferencia es que este año he hecho muchos kilómetros solo. Por primera vez no he tenido a mi lado a Álex Jiménez, ‘El Balilla’, que estuvo preparando el Campeonato del Mundo de 50 km, donde fue segundo. Tampoco a Tariku Novales, que también correrá el domingo pero ha hecho casi toda la preparación en Etiopía. He notado mucho que cuando me ha ayudado Luimi Martín Berlanas, uno de mis entrenadores, u algún compañero, los tiempos eran mejores y salían grandes entrenos.

Tuve mala suerte con el tiempo en la última tirada y en alguna otra sesión importante: diluvio, vendaval… pero repito, bastante bien, muy contento.

¿De qué media kilométrica estamos hablando?

Durante las once semanas del plan me han salido 1998 kilómetros, a 181 por semana, teniendo en cuenta que bajé un poco para la Media Maratón de Valencia y que esta última ha sido también de bajada, de tapering. Estamos hablando el jueves 30 de noviembre y llevo 46 kilómetros, contando los dos días que quedan y el domingo calculo que saldrán 100 km o así.

¿Fue bien la última tirada larga?

La hice 23 días antes del maratón. Fueron 32 kilómetros. Después el rodaje más largo no pasó de 25 kilómetros. Me sentí bien, pero tuve mala suerte con el tiempo en esa sesión y en alguna otra importante: diluvio, vendaval… pero repito, bastante bien, muy contento, acabando los últimos 11 kilómetros a 3:03 de media.

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El domingo 3 de diciembre Yago Rojo regresará a Valencia, la Ciudad del Running. La tierra prometida, el lugar donde conquistó sus mejores marcas personales en media y en maratón. SPORTMEDIA

¿Cuál será el objetivo el 3 de diciembre?

Clarísimamente la mínima olímpica, 2:08:10, lo que implica correr por debajo de mi marca personal, 2:08:56. La organización ha dispuesto una liebre exclusivamente para ese registro, así que imagino que habrá un grupo numeroso siguiéndola. Si consigo el objetivo esperaré a la decisión de la Federación Española de Atletismo. De lo contrario no tengo claro el plan B; hay días que pienso que iría a Sevilla a pelear la plaza en el Campeonato de España o otros en los que creo que me centraría en otras cosas.

Durante las once semanas del plan me han salido 1998 kilómetros, a 181 por semana.

Este será tu primer maratón en un año y cuatro meses, tras la lesión que te hizo perderte el último tercio de 2022, el mejor año de tu vida deportiva. Volviste a la competición el 5 de febrero en el Gran Premio de Cáceres de Campo a Través. ¿Cómo fue la sensación de regresar después de tanto tiempo lesionado?

Bueno, un poco extraña porque fue un compromiso que tuve con la Federación Extremeña y en realidad no había entrenado. Esa semana creo que hice 70-80 kilómetros y la sensación fue buena por el hecho de volver, pero no fue realmente un regreso a la competición… Me acuerdo que había una bajada e iba con mucho miedo. Todavía no estaba en forma, obviamente. Si es que había hecho no sé, ¿dos o tres días de series? Fui y cumplí, salió bien porque había hecho mucho trabajo alternativo. Acabé contento, pero para mí creo que la vuelta a la competición realmente fue cuando corrí la media de Madrid.

Con sinceridad ¿Te esperabas ese rendimiento en la capital (1:02:54)?

No, no, la verdad que fue rarísimo porque estuve las tres semanas previas en Sierra Nevada. Cambiamos un poco todo el entrenamiento, empezamos a hacer series mañana y tarde, y me encontraba muy bien en ambas sesiones, pero los ritmos eran muy moderados. Le decía a Laura Luengo, mi novia (plusmarquista y campeona nacional de medio maratón que el domingo 3 de diciembre también disputará el Maratón Valencia Trinidad Alfonso): “Como esto funcione es la caña porque no he sufrido ni un día, me encuentro mejor que nunca”. Tenía buen humor, que muchas veces es un indicativo de cómo va el entrenamiento o el sobreentrenamiento. Tenía mucho apetito, muscularmente estaba bien… pero claro, bajé a Madrid y pensé: “Si hago 1:04 va a estar muy bien en ese circuito tan duro”. A pasar el kilómetro 10 en 29:55 ya vi que la 1:03 era factible y cuando estaba en el 17 calculé que yendo a tres minutos los últimos cuatro kilómetros y aprovechando la bajada de Menéndez Pelayo podría incluso bajar de 1:03… como así fue, flipante.

Siempre lo he pensado, que para alguien con talento ese método es fantástico porque realmente sufre ‘dos ratos’ a la semana.

No, no… ¡Es que es espectacular, Alberto! Y es un poco más espectacular incluso en Sierra Nevada, porque a lo mejor lo largo allí lo haces sobre 3:08-3:10 el kilómetro y en Madrid a lo mejor ya tienes que meterte en 3:00-3:03, y eso ya muscularmente te exige un poco más, pero yendo a 3:10 en altura aeróbicamente no lo notas y muscularmente es que no sufres nada, porque son ritmos que son que son muy, muy fáciles.

Lo hablaba con Guerrita (Javi Guerra), después de la media de Madrid. Me comentó que lo estaba probando en algunos momentos de la temporada y que cada vez sois más los que os decantáis por esa metodología. ¿Cómo es el esquema de una semana de carga en ese entrenamiento de doble umbral?

La estructura de la semana es más o menos igual. Lunes, miércoles, viernes, rodar y el domingo rodar un poco más largo. Lunes y miércoles también algo de gimnasio por la tarde. En Sierra Nevada empecé haciendo un día solo de doble umbral a la semana, pero ahora en Madrid he llegado a hacer dos días de doble umbral y, por ejemplo, el martes a la mañana son 20 x 400 metros y a la tarde son 5 x 2000 metros. El jueves a lo mejor hago unas cuestas por la mañana, algo como 10 x 200 m más 2 x 300 m, y a la tarde 8 x 800 + 400 m; todo moderando mucho los ritmos. A lo mejor esos dosmiles de la tarde del martes son a tres minutos el kilómetro y los 400 de la mañana a 1:08-1:09, es decir... ritmo de competición de 10K o medio maratón. Los 800 y el 400 igual, los 800 a lo mejor a ritmo de 3:00-3:03 el mil y los 400 a ritmo de 2:55. Vamos, que no es para nada exigente, es algo que te sale muy fácil, pero al final acumulas muchos kilómetros entre mañana y tarde a una intensidad medianamente alta.

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Yago Rojo representando a España Atletismo en la Copa de Europa de 10.000 m disputada en Pacé (Francia) a principios de junio de 2023. SPORTMEDIA

¿Y los rodajes? ¿De transición o también haces alguno específico?

Soy una persona que rodaba muy rápido, que me movía entre 3:40 y 3:35 por norma. Claro, como ahora vengo de hacer dos sesiones fuertes ruedo un poco más suave, a lo mejor me muevo entre 3:50-3:55 el kilómetro. Intento respetar mucho lo que es la zona uno para no pasarme, porque también muscularmente te has exigido más que antes, por así decirlo, porque haces al final 18 o 20 kilómetros a una intensidad buena, mientras antes a lo mejor hacías solo 10 o 12 kilómetros de series.

Este tipo de entreno se ha popularizado mucho tras el apabullante éxito de Jakob Ingebrigtsen y sus hermanos. ¿Pero cómo se plantea en tu grupo? ¿Cómo lo organizáis entre Juan del Campo y ‘Luismi’ Martín Berlanas? ¿Son ellos los que te lo proponen a ti? ¿Se lo sugieres tú a ellos? ¿De dónde surge la idea?

‘Luismi’ es un poco más tradicional, pero a Juan le gusta estar a la vanguardia de lo que va sucediendo. Siempre está investigando, ya sea con aparatos tecnológicos, con el tema de la refrigeración a la hora de correr o con este tema. Empezó a ver cada vez más artículos, uno de ellos escrito por Arturo Casado. Leyó, leyó… y me dijo: “Esto puede ser interesante”. Yo le respondí: “Mira Juan, a mí no me importa probar y ya que vamos a la altura, esto parece más fácil y ya que en la altura cuesta correr mucho más que a nivel del mar, a mí personalmente me cuesta ir a 3:00 o 2:55 el mil cuando estoy arriba. ¿Por qué no probamos?”. Y a raíz de eso lo testamos en Sierra Nevada bueno. El resultado fue positivo y hasta ahora lo hemos mantenido.

Para el 1500 este método ha demostrado funcionar excelentemente, al menos a Jakob. Por lo que cuentas a ti te ha ido de perlas en la media y en 10K (como veremos más adelante). ¿Y para el maratón?

Tendrás que esperar un tiempo a que te conteste a esta pregunta porque para Valencia no hemos hecho doble umbral. Mis entrenadores han considerado que era mejor seguir el método tradicional, es decir, ir a lo seguro y acumular todos los kilómetros de series a ritmo de maratón en una sola sesión. Seguramente recurra al doble umbral para preparar otras distancias en otro momento de la temporada, pero para el maratón creo que no va a funcionar.

¿Cómo te ves en la prueba? Quiero decir, ¿cómo pensabas que era el maratón antes de correrlo y ahora que has corrido tres y vas camino del cuarto? (Valencia 2000, 2:09:59; Valencia 2021, 2:08:56 y el Campeonato de Europa de Múnich 2022, 2:14:41).

Hombre, cuando corres el maratón yo creo que te cambia un poco la mentalidad. ¿Te refieres respecto al entrenamiento?

Para Valencia no hemos hecho doble umbral. Mis entrenadores han considerado que era mejor seguir el método tradicional, es decir, ir a lo seguro y acumular todos los kilómetros de series a ritmo de maratón en una sola sesión

Me refiero a comparado con antes de debutar. Hay gente que te diría que era duro, otros que no era para tanto. Por ejemplo, hablando de un futuro salto a los 42 kilómetros con Adel Mechaal parece que no le da ningún miedo, que lo concibe incluso como algo más sencillo que la pista porque los ritmos son mucho más lentos…. ¿Tú cómo pensabas que era?

Al revés que Mechaal (risas). Lo tenía como… ¡buah, qué locura! Una barbaridad. ¿Cómo voy a correr 42 kilómetros seguidos? ¡Es imposible! Te surgen muchas dudas mentales, pero a medida que vas corriendo más pruebas, no solo maratones, a raíz también de correr más medias, te vas quitando el miedo a la larga distancia. También cuando corres medias existen esos miedos, no te creas. La primera vez que corrí una media (Lisboa 2019, 1:04:40) e iba por el kilómetro 14 pensaba: “¡Dios, si todavía me quedan siete! ¡Eso es lo que hay desde el Puente de las Culebras de la Casa de Campo hasta la Blume!” Ahora lo tengo más interiorizado, es como cuando debuté en el 10.000 de pista, al principio dije: “Madre mía, ¿cómo voy a dar 25 vueltas?”. Y cuando corres cuatro o cinco 10K piensas que es pan comido, que te vas a quedar corto. Cuando corres maratones vas al 10K y se te hace corto, pues en el maratón pasa un poco igual. Creo que al principio -sin perderle el respeto, ojo- lo ves como algo imposible, muy difícil, pero a medida que vas corriendo más pues lo vas interiorizando y se convierte en algo inherente a tu día a día.

Yago Rojo abrigándose tras uno de sus entrenamientos en la Casa de Campo de Madrid, muy cerca de su barrio, Aluche. SPORTMEDIA
Yago Rojo abrigándose tras uno de sus entrenamientos en la Casa de Campo de Madrid, muy cerca de su barrio, Aluche. SPORTMEDIA

El maratón es tu mejor prueba. Objetivamente, por resultados. Te ha permitido ser internacional en un Europeo y es la distancia en la que mayor puntuación tienes por tabla húngara (1178 puntos). Llegados a este punto, ¿qué papel juega la pista? ¿Te ves preparando otra vez seriamente el tartán?

Estoy en una transición. Por ejemplo, este año ha venido así por el tema de la lesión, por eso en la primera parte de la temporada mis objetivos fueron los Nacionales de 10K (plata) y media maratón (se proclamó campeón) y después la Copa de Europa de 10.000 metros (26º con 29:01.39). Pero sinceramente, en esas distancias no me veo en un gran campeonato. Primero porque creo que no tengo capacidades, como sí que las puedo tener en maratón para, a lo mejor algún día, intentar pelear por algo importante. Y segundo, porque disfruto más en la ruta. Entonces, si se me da mejor y encima disfruto más… el gran objetivo tiene que estar enfocado al maratón.

A mí me molesta decirlo, pero el domingo que corrí la Media Maratón de Madrid, el día antes fue el campeonato de España de 10.000 y prefería estar en la media que en el Nacional.

Quieras que no, aunque ahora buscan récords en cada carrera de asfalto, es menos agobiante que dar vueltas, menos tiránico. Por mucho que hablemos de marcas en ruta, se ponen entre comillas en comparación con las marcas en pista.

Sí, sí. A ver, a mí me molesta decirlo, pero el domingo que corrí la Media Maratón de Madrid, el día antes fue el campeonato de España de 10.000 y prefería estar en la media que en el Nacional. Disfrutas más, el ambiente es mejor, es menos agónico. Y luego también, aunque suene egoísta decirlo, a nivel de imagen tiene más repercusión. Es muchísimo más la repercusión que te llevas en una Media Maratón de Madrid que en un 10.000 de pista. Es una pena. Es una pena porque tú sabes que soy un purista, que a mí me gusta la pista, que me encanta el atletismo… pero te das cuenta de que algo estamos haciendo mal cuando corres una Media Maratón de Madrid y al día siguiente tienes mil seguidores más en Instagram y corres un campeonato de España de 10.000, quedas tercero, y al día siguiente tienes cuatro seguidores más de Instagram. Y desgraciadamente hoy en día Instagram es un reflejo de la realidad. Entonces, aunque a mí no me aporte nada tener mil seguidores más, no me aporte nada Instagram a nivel ego… a nivel profesional sí puede aportar. Y repito, es una pena que tú corras un Campeonato de España de 10.000 y no se valore lo que has conseguido y corres una Media Maratón de Madrid y la repercusión sea tremenda.

Pero lo que hablamos muchas veces, un 10.000 tienes uno o dos grandes al año, cuando se disputa un campeonato nacional y, en mucha mayor medida, internacional. Sin embargo tienes muchos grandes 10K al año.

Sí, sí, y muchas grandes maratones. Pero bueno, que al final esto es lo que hace que los atletas como yo y más jóvenes, nos decantemos un poco más por la ruta. Ojo, que yo no solo me inclino por esto a nivel mediático o económico, porque como he dicho antes, disfruto más en la ruta, disfruto mucho más subiendo Castellana o tirándome para abajo en Bravo Murillo.

Aunque a mí no me aporte nada tener mil seguidores más, no me aporte nada Instagram a nivel ego… a nivel profesional sí puede aportar.

Es que es demasiado evidente que tú has nacido para la ruta. Que te has criado en la tradición de la pista y el cross, por supuesto; pero eres un atleta de ruta.

Es todo: que me gusta más, que se me da mejor, que tiene una mayor repercusión. Todo, todo.

¿Y de cara al futuro? Parecía que estaba un poco desierto el maratón español hace unos años y ahora de repente vuelve a estar a tope. Imagino que eso pone mucho las pilas. En ese clima de gran competencia, ¿cómo has vivido firmar tu mejor año deportivo (2022) e inmediatamente después detener que lidiar con una lesión importante. Eso te impidió luchar por el Mundial y pasar directamente a pensar a largo plazo, los Juegos Olímpicos.

Sí, bueno, sorprendentemente, no sé cómo, en mi cabeza siempre intento ver las cosas positivas. El día que me dijeron que tenía la fractura pensé: “Bueno, llevo siete años sin lesionarme, me tenía que tocar”. Lo he afrontado muy bien. La verdad que todos los días tuve el ánimo muy alto, hice el trabajo alternativo muy bien, he cumplido. Creo que hice incluso un poco de más y eso luego me ayudó a partir de una base mejor. Fue un poco frustrante no poder pelear por el Mundial, pero bueno, tal como vienen las cosas, tal como tenemos el año que viene con los Juegos Olímpicos en el horizonte… pues sinceramente, prefiero estar peleando por intentar ir a los Juegos Olímpicos que ir a un Mundial, llegar un poco más justo al siguiente maratón y quizá no poder pelear por los Juegos Olímpicos. Vamos, que incluso te diría que la lesión me ha venido bien.

1998 kilómetros son los que ha hecho Yago Rojo en las 11 semanas de preparación específica para el Maratón Valencia Trinidad Alfonso 2023. SPORTMEDIA
1998 kilómetros son los que ha hecho Yago Rojo en las 11 semanas de preparación específica para el Maratón Valencia Trinidad Alfonso 2023. SPORTMEDIA

Antes de volver a meternos en este tema, una que se me quedó pendiente; la apuesta de World Athletics y la Real Federación Española de atletismo por la ruta, que ya se ha visto en el Campeonato este de España de milla, 5 km y media de Santander y luego el Mundial de Riga con las mismas distancias. Hay Nacional de 10 km pero no Campeonato del Mundo, aunque está claro que la cosa parece ir por allí, que los organismos oficiales han entendido esa tendencia que no tiene por qué ser mala para los atletas, todo lo contrario. Un recorrido atractivo para el espectador te mete más en la ciudad y a lo mejor acaba siendo hasta positivo para que luego surjan grandes corredores que, de vez en cuando, sigan buscando grandes marcas en el tartán… O no, ¿lo ves como el final del 10.000 en pista?

Pero es que tampoco creo, desde mi punto de vista, que el final del 10.000 fuese algo malo. Quiero decir, si el 10.000 en vez de correrse en la pista se sacase a una zona bonita de la ciudad sería más espectacular. Si en ese mismo 10K se le diese la oportunidad de participar a los corredores populares (como se hizo en el Mundial de media de Riga o en el de Valencia de 2018), creo que la visibilidad de los atletas del campeonato sería mayor. Lo que están haciendo World Athletics y la Federación Española, darle un poco más de importancia a la ruta, es inteligente; al final donde tú tienes la gente los domingos es en la ruta, no en la pista. Si conseguimos esa conexión entre el corredor popular y el atleta de élite la repercusión para el atletismo será mayor.

Si el 10.000 en vez de correrse en la pista se sacase a una zona bonita de la ciudad sería más espectacular.

De hecho, tú lo notaste. Antes hablabas de los Nacionales de media y 10 km. Habías conseguido medallas en otros Campeonatos de España y estas han sido, de largo, tus medallas con más repercusión.

Efectivamente. Y no sólo las medallas con más repercusión, sino el ambiente que había… En Huelva fue tremendo. Ahí estábamos corriendo los mejores especialistas de diez kilómetros, pero también cualquier popular, y en la salida, en la meta, en la zona de calentamiento, tú compartías espacio con gente que iba a hacer 45, 50 o incluso una hora. Y el ambiente, la animación, las fotos con los atletas, los ánimos… es mucho más grande que un 10.000 de pista, que lo vas a correr y hay 100 personas viéndolo. Bueno, he exagerado, van 70. Sin embargo, en las calles de Huelva había hasta una charanga, la atmósfera era totalmente contraria y mucha gente que a lo mejor se había acercado a ver al primo, tía o hermana que va a correr en 47 minutos, ve pasar a diez tíos que van por debajo de 2:50 el kilómetro y se engancha, ¿sabes? Eso en la pista no pasa.

Además, al popular le parece que para disfrutar de la pista hay que entender, que es un universo de iniciados, mientras que la ruta le resulta más natural, ¿no?

Efectivamente, hay que entender más, hay que estar un poco más metido en el tema de ritmos. En qué momento es el kilómetro tres, el cuatro, el cinco… y al final, creo que hasta a los propios atletas a veces se les hace aburrido ver 25 vueltas. Sin embargo, si tú ves un circuito de ruta los kilómetros están marcados, ahora van por el paseo de no sé qué, ahora giran en la fuente de no sé dónde, ya están volviendo, ahora les da el viento en contra… Es más llevadero.

¿Cómo fue el día de la lesión? ¿Te acuerdas el día exacto?

Sí claro, 27 de octubre de 2022.

Estamos hablando de que vuelves del Europeo...

Vuelvo del Europeo, relajado, sin prisa. Quizás me equivoco en que hago más planes sociales, duermo un poco menos... Sigo entrenando, pero bueno, estoy un poco más relajado. A lo mejor en lugar de volverme a casa a las once de la noche estoy con mis colegas hasta las doce y media o la una. Descanso un poco menos, no cuido la alimentación tanto como otras veces, pero sigo entrenando. Empiezo tranquilamente septiembre con mis 70, 100, 110 kilómetros semanales, comienzo a doblar, meto 140, 150, incluso 170 kilómetros alguna semana.

Yago Rojo llegando a meta en el Campeonato de Europa de Múnich 2022, donde conquistó la medalla de bronce junto a sus compañeros de España Atletismo. SPORTMEDIA
Yago Rojo llegando a meta en el Campeonato de Europa de Múnich 2022, donde conquistó la medalla de bronce junto a sus compañeros de España Atletismo. SPORTMEDIA

¿Con la vista puesta en que maratón?

Quería correr en Rotterdam en abril. En la primera parte de la temporada la idea era ir a los crosses, intentar estar operativo en la San Silvestre Vallecana, que es una carrera que me encanta, y a partir de ahí ponerme a preparar el maratón. Y bueno, ni una molestia, todo normal. Un día subo al bosque de Garabitas para hacer un 8000 y seis 400. Hago el 8000 perfecto. Se me dobla un poco el pie, pero no le doy importancia y me pongo a hacer los 400 sin problema, uno para arriba y el siguiente para abajo. Subía a 1:06, bajaba a 1:01. Bien. Me cambio de zapatillas y es cuando digo: “Uy, se me ha pinzado un poco el nervio. Bueno, bajo soltando aunque sea con una ligera molestia y no pasa nada, me ducho y ya se me pasará”. Voy a comer a la Blume y cuando me levanto de la mesa estoy cojo. Pensé que era ciática, que se me había pillado un poco el nervio porque fractura de estrés... cuando he tenido otras veces te va avisando. Primero tienes una molestia que corresponde al edema. Poquito a poco va dando la cara y un día ya no puedes más y haces una resonancia. Pero esto vino sin avisar. Entonces al día siguiente fui a Isaac, mi fisio. Me ve y me hace un tratamiento para el nervio ciático. Estoy un par de días sin correr, pero no se me pasa. Y ya el primero que me lo dice es Alex, el fisio de la Federación: “Hazte una resonancia que yo creo que esto es una fractura”. Y yo que no, que cómo va a ser una fractura. Y me hago la resonancia y hay fractura. Y hasta el día que me dicen que tengo una fractura, que al final es a los diez días de sufrir la primera molestia, hago un poco de bici, un poco de elíptica e intento correr algún día media hora, puedo correr, pero no voy bien. Cuando me confirman que es fractura es casi un alivio porque al menos ya sabes lo que tienes y te pones manos a la obra; hoy empieza el día 1 de la recuperación. Pues lo que he dicho antes, no me lo tome mal sorprendentemente.

¿Qué le sucede a un atleta de élite cuando tiene un problema como este. ¿Cuántos días estuviste parado? Realmente parado, sin hacer nada.

Estuve 15 días totalmente parado. Luego empecé un protocolo con Ángel Basas. Los siguientes 15 días hice piscina y luego fui metiendo poco a poco elíptica. Hacía muy poco, al principio diez minutos, luego quince… A Ángel al principio no le gustaba que hiciese bici porque al ser la fractura en el sacro decía que se iba apoyado. Luego me dio vía libre hacer un par de días de bici y era una pasada, me iba a lo mejor al pueblo de Laura y podía rodar dos horas sin cruzarme con un coche. Y sin embargo estar dos horas en la elíptica era un martirio. Dos horas por la zona de La Vera se me hacían cortas y las disfrutaba mucho, pero Ángel sólo me dejaba un par de días y le hice caso prácticamente en todo, así que combiné la elíptica con nadar y bici. A la sexta semana empecé a meter carrera, pero vamos, de manera anecdótica porque el primer día fueron seis series de 30 segundos, eso para un atleta acostumbrado a hacer 20 kilómetros al día no es ni correr. Entonces me repetí la resonancia y todavía se veía fractura, pero Ángel me dijo que siguiese corriendo, que era bueno. Es bueno que al hueso le des un pequeño estímulo para que se vaya cerrando del todo. El segundo día de carrera ya hice cinco de un minuto, el tercero, cuatro de dos minutos… Hice tres días a la semana la primera semana. Y seguía haciendo elíptica, natación y bici. También empecé a hacer sentadillas sin peso y poco a poco metía más ejercicios o menos ejercicios, un poco de core… en función de cómo me iba encontrando.

Elíptica… con lo burro que ha sido tu entrenador, ‘Luismi’, cuando usaba la elíptica para recuperarse de alguna lesión… ¿llegaste a hacer alguna salvajada de las suyas?

Alguna que otra, pero no tantas, porque Ángel tampoco me recomendaba que hiciese mucho; pero he llegado a estar dos horas en la elíptica. A lo mejor calentaba una hora, luego hacía 45 minutos de cambios de ritmo y luego soltaba 15 minutos. Y a veces comía y por la tarde volvía a hacer otra hora.

Yago Rojo entrenando en la pista del INEF de Madrid. SPORTMEDIA
Yago Rojo entrenando en la pista del INEF de Madrid. SPORTMEDIA

¿Y cómo matabas el aburrimiento? ¿A base de pódcasts?

Muchas cosas, sobre todo veía carreras de Fernando Alonso, entrevistas, series, ratos que me ponía música, ratos que a lo mejor se acercaba alguien y me ponía a hablar con él… de todo un poco. Yo que sé, es que he hecho tantos días que al final da tiempo a todo.

Es tu trabajo, venías de un período dulce… dices que te lo has tomado muy bien, pero en los momentos de bajón, ¿a qué te aferrabas?

El día que más bajo estuve fue el que me repetí la resonancia. Mira, he compartido esta lesión con la marchadora Lidia Sánchez Puebla y a ella le pasó igual que a mí. Lo que pasa es que ella se repitió la resonancia una semana antes que yo y estaba limpia. No le quedaba ni rastro de la factura, ni rastro de edema Y cuando yo me la repetí todavía se veía un poco de línea de fractura. Y ese día la verdad es que fue duro sobre todo porque estaba haciendo las cosas bien, estaba cuidándome, comiendo bien, estaba haciendo a Ángel en todo… joder, ¡me estaba poniendo la magneto todos los días! La magneto de la Blume y otra que me dejó un compañero, dormía con ella por las noches. Me traté también en la súper inductiva, que es otra máquina como una magneto pero a lo bestia. Entonces, claro, no entendía nada. Si me estoy cuidando. Si estoy haciendo todo bien y no me estoy pasando… ¿Cómo es posible que Lidia, que incluso no se está poniendo tanto la magneto y no se está poniendo la súper inductiva, esté mejor que yo? Ese día fue duro... Pero bueno, a los dos o tres días vi a Christophe y a Ángel y me dijeron que estaba mucho mejor, que no me preocupase. Y me calmé un poco. Pero ese día de repetir de la reso la verdad es que fue el único en que de verdad lo pasé mal. Encima fue el día 5 de enero, antes de Reyes, que para mí es un día especial porque estoy con mi familia… ese día fue el peor.

Ayrton Senna decía que el segundo es el primero de los perdedores y ese día, cuando gané el Campeonato de España de Media Maratón, por fin, yo 'no había perdido'.

¿Cuidaste especialmente la alimentación? Porque la mayoría de la gente cuando se lesiona lo primero que suele pensar es que va a coger mucho peso.

Sí, la cuidé, pero date cuenta que hacía mucho trabajo alternativo, al final también tienes ese desgaste, pero sobre todo los 15 días que estuve sin hacer nada intenté comer bien y poquito, porque si no sabía que engordaría y luego cuesta perderlo. Si que quedaba más con los amigos y salía porque, ya que estás lesionado, entiendo que tienes que aprovechar para hacer otras cosas. Quedaba a cenar con mis colegas o con los chicos del grupo de atletismo y si me tomaba un chuletón con patatas y una tarta de queso, al día siguiente trataba de comer un poquito menos, una menestra de verduras y un pescado. Intentaba controlarme y guardar un equilibrio lógico.

Cuando ya te diste cuenta de que la cosa iba bien imagino que volviste con mucha motivación, sobre todo al ver que cogías la forma con relativa facilidad.

Volví con mucha motivación, creo que incluso exceso de motivación, que tampoco es bueno a veces. Empecé a hacer cuatromiles controlados, lo primero medio serio que me dejó Ángel. La primera vez que hice esos cuatro kilómetros seguidos me salieron a 13 minutos, a 3:15 el mil. Me sorprendí, la verdad, teniendo en cuenta de dónde venía no estaba nada mal. A la semana volví a repetirlo e hice 12:20, a 3:05. Pero claro, iba sufriendo demasiado. A los 15 días hice dos cuatromiles con Álex Jiménez, que estaba preparando Zaragoza. Y seguí bajando, los dice a 12 ‘pelaos’. Esto ya sería en febrero. Y claro, yo hacía los dos cuatro miles a tres. Pero yo ahora que vuelvo a ir a tres muy fácil, no tiene nada que ver. Yo hacía tres, pero iba a 180, 185 de pulso. Ahora igual para hacer a tres voy a 165, 168 de pulso. Y entonces creo que el exceso de motivación, el exceso de querer ir rápido, de querer estar ya bien, me llevó un poco a un sobreentrenamiento que luego cuando me fui a Sierra Nevada supe controlar con todo este tema del doble umbral.

Hace un rato hemos hecho mención a tu medalla de bronce en el Campeonato de España de 10 km (15 de abril), pero poco después lograste tu primer oro en un Nacional absoluto. Santander, medio maratón. ¿Qué te sugiere aquel 14 de mayo?

Fue un día muy especial, sobre todo por poder compartirlo con Laura. Ella ganó la carrera femenina y yo la masculina. Tenía muchas medallas en campeonatos de España, tanto en categorías inferiores como absoluta, pero ninguna de oro. Ayrton Senna decía que el segundo es el primero de los perdedores y ese día, por fin, yo 'no había perdido'. Me ratificó que estaba bien, que pese haber estado parado tres meses pude recobrar un nivel muy bueno. Fue una motivación muy grande para la segunda parte de la temporada porque hay ya tenía decidido correr el Maratón de Valencia.

Hablemos del proceso de subida al maratón. Recuerdo que publicamos una entrevista tuya en la que parafraseabas un poco aquella frase de Senna a la que hacías mención: “Soy el primero de los mortales”. Ahora comienzas a inmortalizarte: cuando pasas al maratón te cuelas entre los capos del atletismo español, los que aspiran a competir en los grandes campeonatos. ¿Ese movimiento ha posibilitado que seas más profesional? Hablo a nivel económico pero también en términos de estabilidad emocional.

Totalmente. El paso al maratón me ha permitido poder ser autónomo. Te diría que he multiplicado mis ingresos por tres… Ahora puedo dirigir mejor mi propia vida, quiero decir. Con 28 años estoy mirando para comprarme un piso, por ejemplo. Eso siendo un atleta de pista era impensable pero el maratón me lo va a permitir. La prueba y lo que se deriva de ella, como el contrato con HOKA, mi principal patrocinador, que es muchísimo más serio que cualquiera que los que había firmado antes.

Volví de la lesión con mucha motivación, creo que incluso exceso de motivación, que tampoco es bueno a veces.

¿De dónde te viene el dinero? En porcentajes quiero decir.

Diría que un 60% de HOKA, un 20% de la Federación Española -la beca que conseguí con el resultado de Múnich (bronce por equipos) y otro 20% de los fijos de contratación y los premios de las carreras: Cross de Quintanar, Media Maratón de Madrid, Silvestre Vallecana, Media y Maratón de Valencia… todo ese tipo de carreras que corremos durante el año y no son campeonatos; en las que como sabes, los atletas de élite vamos contratados.

Además de esos ingresos, ¿recibes algún tipo de apoyo más?

Económicamente no, pero con 226ers tenemos un acuerdo de material que me hace ahorrar muchísimo dinero, porque imagínate todo lo que puedo gastar al año en geles, barritas, bebidas isotónicas…

Yago Rojo reponiéndose a base de sales de 225ers. SPORTMEDIA
Yago Rojo reponiéndose a base de sales de 225ers. SPORTMEDIA
 

Realmente parte de esos recursos llegan porque ahora tienes más visibilidad entre los corredores populares, que al final son el consumidor de los productos de esas marcas que apuestan por ti.

Sí, yo creo que… fíjate, esto nunca lo hemos hablado, pero creo que algunos compañeros creen que ahora estoy en otro status económico por el nivel que tengo. Pero claro, el nivel también es consecuencia de mi paso al maratón. Quiero decir, correr maratón al final te hace tener más visibilidad. Si no corriese maratón, si, pongamos que la marca que tengo en maratón fuese equivalente a la que tengo 10.000, no tendría la misma repercusión económica. Pero lo corro, y la gente lo ve. A lo que voy, no gano más porque haya subido de nivel, gano más porque ese nivel lo he alcanzado en maratón, si lo hubiese conseguido en la pista y estuviese haciendo 27:30 el dinero no sería el mismo. Creo que no, de verdad. Igual me equivoco, pero creo que no.

Con 28 años estoy mirando para comprarme un piso. Eso siendo un atleta de pista era impensable pero el maratón me lo va a permitir.

Ya que sacas el tema del nivel y las marcas. Aunque estés de lleno en esa transición a rutero a tiempo completo… ¿Cuáles de tus marcas en pista crees que todavía son abordables? ¿Por dónde crees que pueden andar tus límites?

Hombre, considero que los 28:18.97 que tengo en 10.000 metros son mejorables. Lo digo porque en Huelva, en el Nacional de 10K, hice marca personal (28:21) en un día meteorológicamente adverso, con un viento asqueroso. Creo que puedo andar en 28 minutos. Con un estado de forma semejante al de ese día estaría entre 28:05-28:12. Te doy ese abanico. Pero también te digo que lo mismo me pilla en una Copa de Europa, me meto en un grupo grande, voy ahí, resguardadito, sin tirar ni un metro, a ritmo de 28:05, en un día perfecto… y cuando llega el último mil echo el resto y entro en 27:59. Pero eso es ciencia ficción y, además, sabes cómo va esto, que lo mismo me encuentro fatal ese día y hago 28:30.

Yago Rojo, en 2022, compitiendo en el Campeonato de España de 10.000 m en el que ocupó la cuarta posición. SPORTMEDIA
Yago Rojo, en 2022, compitiendo en el Campeonato de España de 10.000 m en el que ocupó la cuarta posición. SPORTMEDIA

¿Y en media maratón?

No sé. Lo hablamos el día que corrí en Madrid, creo que a esa marca, 1:02:54 se le puede quitar un minuto o un minuto y veinte segundos… un minuto y medio quizá ya sea demasiado. Estaríamos hablando entonces de correr en 1:01:30. Es que ese circuito comparado con Valencia… es realmente duro. Mi mejor marca la tengo en Valencia, en 2021, cuando corrí en 1:01:57, así que no es descabellado pensar en bajarla 30 segundos. De hecho en esta última edición me quedé relativamente cerca, hice 1:02:18, y eso que no tuvimos liebre y tuve que dar mucho la cara junto al resto de mis compañeros; pero las sensaciones en todo momento fueron de poder conseguir marca personal.

Y llegamos a los 42,195 km.

Tengo margen también, sobre todo porque el día que hice el 2:08:56, para empezar, me quedé solo desde el kilómetro 30. Además hizo un vendaval ese día en Valencia, tú estabas allí, ¿lo recuerdas? Estaba en una condición ideal y si ese día en lugar de solo voy con treinta tíos y no sopla el viento… pues quizá hubiera estado en 2:08:20-2:08:30. Teniendo esa en cuenta, si encima soy capaz de mejorar un poquito mi estado de forma, ¿por qué no estar el domingo en 2:08:10, es de decir, la mínima para los Juegos Olímpicos?

Yago Rojo tras sufrir en el Cross de Elgoibar 2022. SPORTMEDIA
Yago Rojo tras sufrir en el Cross de Elgoibar 2022. SPORTMEDIA

Viendo tu trayectoria de maratón, el debut por debajo de 2:10, el segundo bajando de 2:09, el tercero en un gran campeonato… ¿Cómo viviste la diferencia entre esos dos Maratones de Valencia -donde realmente se trata de agachar cabeza, ir a ritmo y tratar de que pasen los kilométros de la mejor manera posible- y el del Europeo, en el que la táctica y la estrategia desempeñan un papel fundamental? ¿Qué te gustó más?

Creo que para la preparación de Múnich me equivoqué porque no es igual preparar un maratón en octubre, noviembre o diciembre que hacerlo en junio, julio o agosto, y más en España con el calor que tenemos. A Múnich llegué un poco cascado de más. Intenté mantener los mismos ritmos que para las preparaciones de Valencia y lo conseguí, pero orgánicamente y muscularmente estaba muy destrozado. Si pudiese volver atrás cambiaría muchas cosas, ojalá que eso me haya servido como aprendizaje para el futuro. En invierno soy capaz de hacer 3x7000 m a tres minutos pelados, pero si hace 40 grados con ir a tres siete debería valerme. Básicamente porque si luego llegas al campeonato y no se gana con 2:08, con 2:11 ganas, así que estar preparado para correr a 3:07 te vale. Personalmente prefiero las preparaciones invernales por el tema de la temperatura, sufres mucho menos, pero es verdad que tengo muchas ganas de poder volver a enfrentarme a un campeonato de verano para corregir todos esos errores que cometí.

¿Por qué no estar el domingo en 2:08:10, es de decir, la mínima para los Juegos Olímpicos?

Múnich era más o menos llano, no llegaba a ser Valencia, pero era un circuito plano. Tú que vienes del cross, que estás enamorado de la San Silvestre, que en la Media Maratón de Madrid has hecho un marcón en un circuito salpicado de subidas y bajadas… Esto es algo que he hablado mucho con Guerrita y creo que sabes por dónde voy. Muchas veces los atletas estáis dando la espalda a maratones comerciales duros, por ejemplo; parece que se ha perdido el gusto por ir a Nueva York o Boston. Hace muchísimos que no vemos un español de élite por allí, cuando precisamente, por su orografía, son los Majors más asequibles para alguien de vuestras características, sitios en lo que a nada que suceda algo extraño, como el día del tormentón de Boston 2018 en el que acabó ganando Yuki Kawauchi, podéis tener una opción de hacer algo grande. No digo que sea fácil, digo que comparado con Berlín o Londres hay una opción. ¿Qué te parece toda esta perorata que te he endilgado?

Claro que me gustaría correr Boston y Nueva York. Es más, me gustaría correr Madrid. Creo que tú te pones en la línea de salida de Valencia y no tienes ninguna opción de ganar. Te pones en la línea de salida de Madrid y tienes muy pocas opciones de ganar, pero tienes muchas más que en Valencia. Ya lo vimos con Guerrita. Llegó vivo al kilómetro 32, en la Casa de Campo, y mi correr es muy parecido al suyo, ¿no? Que el recorrido sea duro, con cuestas, subidas, bajadas, que te rompa el ritmo… creo que me puedo adaptar bien. Sí, estoy de acuerdo contigo. Y sí, me gustaría correr ese tipo de maratones.

A Guerrita lo de Boston se lo he debido decir cien veces… me dio rabia el día de Kawauchi, porque con todos los respetos, a pesar de su fama entre los populares, no creo que sea mejor que Javi. Es una opinión personal, por supuesto.

Te voy a decir una cosa. Este año, tras correr la media de Madrid… Luego se me cortó rápido el pensamiento, pero dije: ¡Ostras, y si voy al Maratón Madrid de locura! Me encontraba bien pero fui realista y no tenía tantos kilómetros en las piernas, me arriesgaba a pasar del 30 y quedarme vacío. Pero algún año me gustaría intentar estar bien en Madrid. O Nueva York o Boston. Y ser competitivo, pelear sin miedo. Lo que dices tú, a lo mejor está la suerte de que vas a Nueva York, hace un día de viento infernal o un día de frío y de lluvia. Eso, sumado a la dureza del circuito hace que quizá te plantes al final con alguna opción, porque los que venimos del cross sabemos lidiar con todas esas circunstancias. Es como en la Fórmula 1 si el día está seco, si no hay degradación: van a ganar los Red Bull. Pero si llueve y el circuito es urbano a lo mejor los de Red Bull la lían y llega detrás uno y gana. Salvando las distancias, es parecido.

Claro que me gustaría correr Boston y Nueva York. Es más, me gustaría correr Madrid.

Es tu perfil. Por cierto, antes has mencionado a Laura Luengo, tu pareja. No hace mucho lo comentaba con uno de tus entrenadores, Juan del Campo, que ella es un caso parecido al tuyo. Un paso exitoso al asfalto. De golpe y porrazo se ha colocado entre las grandes españolas de la especialidad, goza de un estatus mucho mayor que el que tenía en la pista y el cross. ¿Le animaste a dar el paso? ¿Qué te decía ella cuando tú lo diste?

Le pasó como a mí, eso es, me veo reflejado en ella. Tenía mucho miedo, como yo al principio. Álvaro Jiménez, mi mánager, me decía hay que correr maratones. Y yo que no, que son 42 kilómetros, que es muchísimo. A ella la pasaba igual, pero poco a poco, cuando ha ido encadenando preparaciones de media se ha convencido. Recuerdo un entreno que hicimos la semana antes del Nacional de media: 16 x 1000 m. Al acabar le dije: “Laura, esto es un entreno de maratón”. Y ella al principio que no, pero luego ya me preguntaba que cuánto era lo máximo que había hecho yo, y cuando le dije que 20 x 1000 ya decía: “Pues yo cuatro más si me veo haciendo”. Y le hacía ver que no hace mucho habíamos hecho 3 x 5000 m, cuando lo máximo que hago preparando maratón son 3 x 7000. Afortunadamente se ha animado a dar el paso y el domingo espero que lo haga genial porque ha entrenado muy bien y está muy en forma.

Es una cuestión mental más que física, ¿no? Porque físicamente te pones a pensarlo y no son más de 45 minutos lo que alargas una sesión con respecto a un trabajo de media o incluso 10.000 metros.

Eso es. Ella incluso por aquel entonces ya había rodado 26 kilómetros algún domingo, igual que yo las primeras semanas de entrenar maratón. Es que luego alargas sólo unos pocos kilómetros más, tres o cuatro.

¿Cuánto es lo máximo que has llegado a hacer tú en una tirada larga?

Un día hice 32 kilómetros fuertes y luego solté dos: 34.

Cuando estás metido en la preparación de maratón, ¿qué tiempo te queda? ¿Cuáles son las cosas que sientes que dejas un poco de lado por ser maratoniano de élite? ¿Cómo las encajas en una vida tan especial como la tuya?

Cuando estoy preparando maratón estoy muy focalizado y, por ejemplo, ya no salgo tanto con mis colegas. A lo mejor las primeras semanas sí, pero de la cinco a la doce del plan intento no salir y comer siempre en casa, no salgo ni un día a la semana. Ese tipo de cosas te las puedes permitir cuando estás enfocado en un 10K. Ahí llega un sábado, mis colegas quedan a cenar y si me acuesto a las doce y media no pasa nada, porque el domingo salgo a rodar 20 kilómetros y puedo ir un poco más tarde de lo habitual, a las once y media. Si estoy preparando un maratón no puedo salir a las 11:30 a rodar porque a lo mejor tengo que hacer 30 kilómetros y entre unas cosas y otras te dan las tres de la tarde.

La tirada más larga de Yago Rojo para el Maratón Valencia Trinidad Alfonso ha sido de 34 kilómetros. SPORTMEDIA
La tirada más larga de Yago Rojo para el Maratón Valencia Trinidad Alfonso ha sido de 34 kilómetros. SPORTMEDIA

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Esta es la previsión meteorológica para una nueva edición del Maratón de Valencia.

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